Cómo se define el inicio de una nueva ruta aérea

“El crecimiento que hubo en 2024, sobre todo a nivel internacional, fue espectacular. En 2025 rompimos récords en enero y ya ahora estamos hablando de una operación y capacidad que estamos teniendo en la Argentina y en los aeropuertos que nunca antes hubo en la historia”, afirmó Nina Mulhall, gerente de Tráfico y Desarrollo de Rutas de Aeropuertos Argentina, durante el primer capítulo del Summit Aviación y Turismo organizado por LA NACION.

En diálogo con Carla Quiroga, periodista del diario, y con la mirada estuvo puesta en los esfuerzos de desarrollo de rutas aéreas y el impacto en el crecimiento del turismo, Mulhall explicó cómo el país se ha posicionado como un destino clave para nuevas rutas internacionales y regionales.

La complejidad detrás del desarrollo de nuevas rutas

Uno de los puntos más destacados fue cómo se inicia el proceso de una nueva ruta aérea. Mulhall destacó que el análisis de la demanda es el primer paso crucial. “Entender dónde hay demanda y estudiar los números detrás de esa necesidad es fundamental”, indicó.

Según la ejecutiva, a veces se trata de aumentar frecuencias en rutas ya existentes, pero también puede implicar ofrecer un nuevo producto o tipo de servicio para un perfil de pasajero distinto. “En general, las aerolíneas tienen un análisis muy exhaustivo sobre dónde empezar una ruta, pero nosotros, como destino, tenemos un rol importante. Tenemos que reforzar esos casos de negocio, ofrecer ventajas competitivas y ayudar a convencer a las aerolíneas de que la Argentina es un buen destino”, explicó.

La negociación no es sencilla, ya que las líneas aéreas no deciden unilateralmente los nuevos destinos. Las aerolíneas compiten entre ellas por los recursos limitados como aviones y tripulaciones. Por ello, los aeropuertos juegan un papel fundamental en el “acoplamiento” de la demanda y en la creación de un contexto favorable para que las aerolíneas elijan la Argentina.

La recuperación de rutas y el impacto pospandemia

Para Mulhall, la pandemia provocó un “reseteo de la industria”, con la consecuente reducción de aviones y la necesidad de replantear la viabilidad de las rutas. Sin embargo, 2024 trajo una recuperación impresionante, especialmente a nivel internacional. “El crecimiento fue espectacular, con vuelos récord en Aeroparque, y estamos viendo una expansión tanto en Ezeiza como en Aeroparque, con nuevas frecuencias y rutas de largo recorrido,” detalló.

Este fenómeno se ve reflejado también en el crecimiento de aerolíneas internacionales, como Air Europa e Iberia, que han ampliado sus operaciones en la Argentina, además de compañías locales como JetSmart y Aerolíneas Argentinas, que han sumado nuevas rutas internas. Mulhall destacó con entusiasmo el crecimiento de las rutas internacionales hacia destinos como Brasil, el Caribe y Estados Unidos, señalando el auge de los vuelos a Punta Cana, Cancún y Florianópolis.

La Argentina frente a la competencia internacional

En cuanto a la comparación con otros destinos globales, Mulhall fue clara: la geografía de la Argentina presenta ciertos desafíos, como altos costos de los vuelos a destinos lejanos, lo que limita las posibilidades de mantener ciertas rutas, como la conexión directa a Los Ángeles o Europa. Sin embargo, resaltó que la clave está en jugar con las ventajas competitivas, maximizando el uso de tráfico “behind” (pasajeros locales conectando con vuelos internacionales). Este modelo de negocio no solo permite que la Argentina crezca como destino, sino que también favorece las conexiones intercontinentales.

Uno de los momentos más celebrados en el encuentro fue el reconocimiento que recibió el Aeroparque Jorge Newbery, al ganar el premio Routes por su trabajo en el desarrollo de rutas. Mulhall explicó que este premio refleja no solo la capacidad de manejar la demanda, sino el arduo trabajo detrás de la infraestructura necesaria para atender a los vuelos. “No es solo cuestión de la demanda, sino de generar la infraestructura adecuada. Aeroparque ha tenido un desafío importante y la clave fue adaptarse rápidamente para atender el aumento de vuelos internacionales”, señaló.

El optimismo de Mulhall también se extiende al futuro. Entre los proyectos más esperados mencionó el vuelo directo a Lisboa con TAP, el regreso de vuelos a Qatar y la recuperación de la conectividad con Oceanía. “Tenemos una lista enorme de destinos en los que estamos trabajando para conectar la Argentina con más puntos del mundo”, agregó, destacando especialmente el trabajo a largo plazo con aerolíneas como Avianca, que próximamente lanzará la ruta Córdoba-Bogotá. Este vuelo, que conectará al Caribe y a Estados Unidos, es un ejemplo del trabajo de años que se requiere para hacer realidad una nueva conexión.

Nuevas oportunidades y el futuro de la aviación

Mulhall dejó en claro que el futuro de la aviación en Argentina se ve prometedor, pero que se trata de un esfuerzo colectivo, donde todos los actores deben trabajar juntos para hacer que nuevas rutas sean viables. El reto, más allá de las cifras y la demanda, sigue siendo la capacidad de los aeropuertos para adaptarse a estos cambios y ofrecer las mejores condiciones para que los viajeros puedan disfrutar de conectividad internacional de calidad.

Finalmente, la ejecutiva cerró con un mensaje optimista sobre el futuro cercano: “Seguimos trabajando para hacer realidad las conexiones que no pensábamos posibles, y estamos seguros de que muchos de los proyectos que hoy están en análisis se van a materializar en los próximos años”.

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