Cómo reaccionar en tiempos de alta volatilidad en los mercados
La primera recomendación es no desesperarse: las peores decisiones se toman en momentos de pánico.
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1. Flight to quality. Su traducción al español es “vuelo a la calidad” y la frase hace alusión al movimiento de dinero de inversiones relativamente riesgosas a otras más seguras. Son movimientos de capital a gran escala de inversiones arriesgadas y de alto rendimiento a inversiones de bajo rendimiento. Esto genera primas de riesgo cada vez mayores y graves perturbaciones en el crédito y otros mercados financieros. Estas últimas semanas estamos viviendo un evento clásico de flight to quality en los mercados financieros, donde la volatilidad y la pérdida efectiva y la potencial generan salidas masivas de activos de riesgo.
2. Volatilidad. Este salto a la calidad siempre coincide con contextos de alta volatilidad. La métrica de la volatilidad a nivel global se realiza a través del índice VIX (Volatility Index), que permite medir la incertidumbre que presentan los mercados financieros a nivel global. Fue creado en los 90 en la Bolsa de Chicago y captura la volatilidad implícita de 30 días del índice S&P 500 a través de los precios de las opciones, convirtiéndose en un índice que refleja las expectativas del mercado sobre la incertidumbre futura. Podemos encontrar el pico máximo de este indicador en octubre de 2008. A ese evento le sigue 2020 en plena pandemia. El tercer lugar se lo lleva el pico de 2011, tras la baja en la calificación de deuda de EE.UU. El cuarto lugar de mayor volatilidad lo ocupa la actualidad.
3. ¿Por qué? El mundo se encuentra ante un escenario de total incertidumbre. China volvió a realizar una cuarentena ante los casos de Covid, afectando la actividad económica global. Aún persiste la invasión de Rusia a Ucrania, que impacta en los precios y la provisión de energía en el mundo. Los costos de los fletes avanzaron a niveles récord y se encarece el comercio internacional. La inflación se muestra alta y persistente de lo esperado tanto en EE.UU. como en la Zona Euro, y las tasas de interés se incrementarán más de lo previsto. El encarecimiento de la deuda afectará la capacidad de financiamiento de los países que utilizaron grandes programas fiscales para sostener la actividad en los últimos años. Este proceso debería ahora revertirse para alcanzar un equilibrio fiscal, a costa de una menor actividad económica.
4. Inversor. La pregunta que nos hacemos como inversores es: ¿qué hacer en momentos de pánico de mercado? La primera recomendación es no desesperarse: las peores decisiones se toman en momentos de pánico. Segundo, si su cartera es una fuente de ingresos, debe asegurarse de que el nivel de liquidez es adecuado en relación con sus gastos, al menos en el corto y mediano plazo. Idealmente, hay que tener una cartera equilibrada y diversificada, que permita aminorar las pérdidas, aunque las ganancias puedan quedar también topeadas, nos ahorrarán angustias posteriores. No hay que estar dispuesto a invertir una cantidad en la que no estemos dispuestos a tener volatilidad. Por último, aprovechar las oportunidades. Las pérdidas no son eternas. La capacidad de mantener la posición dependerá de la necesidad de liquidez de cada inversor.
5. Mundo. Hay que estar preparados para un mundo que se enfrenta a una mayor volatilidad y que demandará mayores esfuerzos a los inversores, dado que quienes dispongan de capital invertirán en instrumentos y proyectos con mejores fundamentos. Y hay que seguir diversificando, midiendo el riesgo y, siempre, aprendiendo. ß