Cómo es el ecosistema fintech en la Argentina
Son 133 empresas, siete de cada 10 se crearon en los últimos cinco años y la mitad planea invertir más de un millón de dólares hasta 2021: así se ve hoy el ecosistema fintech en la Argentina, según un estudio difundido por el BID Lab, el laboratorio de innovación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Afluenta, fintech especializada en finanzas colaborativas, junto con la Cámara Argentina de Fintech.
Se trata de compañías de origen digital cuya actividad principal es brindar servicios financieros mediante el uso de la tecnología.
Comprenden áreas como financiamiento colectivo, inversiones, blockchain & cryptomonedas, seguridad informática, seguros, pagos, préstamos y transferencias. Apalancadas por una baja inclusión financiera y una alta penetración de internet móvil, las fintech argentinas se expanden a un ritmo acelerado y tienen la oportunidad de posicionarse a nivel regional.
Si bien hoy la mayoría de las estos emprendimientos puede catalogarse como pyme -de acuerdo al reporte, el 80% cuenta con menos de 50 empleados y sus índices de facturación coinciden con los de este tipo de empresas- el panorama a futuro resulta más ambicioso: más de la mitad espera tener un crecimiento de usuarios del 100 por ciento en los próximos tres años, según revela el trabajo mencionado.
Este pronóstico se traslada también a la facturación, ya que la cantidad de usuarios y de transacciones son dos pilares fundamentales de los modelos de negocios de la mayoría de las fintech: menos del 25 por ciento de las compañías encuestadas proyecta facturar menos de medio millón de dólares en los próximos tres años, en comparación con el 50 por ciento, que reportó ingresos menores a esa cifra en 2017.
Sin embargo, a pesar del amplio crecimiento del sector en los últimos años, todavía existe poca disponibilidad de financiamiento. Si bien existen fondos de capital corporativo y de capital semilla que invierten en este tipo de emprendimientos, todavía hace falta un empujón para posicionar a la Argentina de cara a los capitales extranjeros.
"El principal desafío es la capacidad de lograr inversiones externas que, dada la coyuntura actual, condiciona en gran medida la expansión del sector en relación a la evolución que ha tenido en otros países de América Latina", explica Juan Pablo Bruzzo, Presidente de la Cámara Fintech Argentina.
En lo que se refiere a las inversiones de capital emprendedor internacional, según el informe 2018 LAVCA Industry Data & Analysis, Brasil se posiciona como el mayor mercado para este tipo de inversión en América Latina. Es seguido por Colombia y México y la Argentina se ubica en el cuarto lugar.
Ariel Arrieta, cofundador y managing partner del fondo de inversión de startups de tecnología en etapa temprana NXTP Labs, explica que a pesar de que se empiezan a ver grandes transacciones en la región por parte de inversores extranjeros, los fondos llegan principalmente a Brasil y México, por el tamaño del mercado. Alejandro Cosentino, fundador de Afluenta y vicepresidente de la Cámara Fintech Argentina explica que "las startups necesitan tomar escala y la Argentina no tiene una población muy grande y, además, su PBI per cápita es bajo".
El tamaño no es el único desafío que tiene el sector fintech argentino a la hora de atraer a los inversores. Cosentino y Arrieta coinciden en que la inestabilidad económica del país perjudica las perspectivas. "Cuando uno mira a la Argentina, lo que ve primero es un entorno volátil, que hace que sea más difícil crecer para los emprendimientos", agrega Cosentino.
Una forma de mitigar el riesgo es diversificarse geográficamente. Al ser consultadas sobre su actual foco geográfico por el BID y Afluenta, el 62 por ciento menciona que es únicamente la Argentina, mientras que solo un tercio se refiere también otros países de América Latina. Sin embargo, las proyecciones de expansión son ambiciosas en el mediano plazo: 75 por ciento menciona tener en vista ampliarse al exterior en los próximos tres años.
Esto quiere decir que, aun cuando los proyectos nacen en la Argentina, las empresas tienen en vista y ya desde el inicio de sus operaciones, la idea de desarrollarse más tarde también fronteras afuera. Esos planes son motivados por la presión que ejercen los inversionistas, al buscar una operación escalable y con buena proyección de crecimiento.
"El argentino se sabe en un mercado pequeño y volátil; por eso diversifica su riesgo estando en otros países. El brasileño y el mexicano no lo hacen porque su mercado es muy grande", sostiene Cosentino, aunque aclara que es normal que las compañías todavía se encuentren en un estadio de instalación local.
Bruzzo, por su parte comenta que "en este punto se genera también un círculo vicioso: si no se logra un crecimiento local interesante y si no se alcanza una financiación adecuada, la posibilidad de expandirse a otros países se retrasa".
Por otro lado, las empresas reclaman un marco regulatorio acorde a su actividad. Según el informe, una gran parte de la industria considera que un esquema normativo claro es esencial para atraer inversión extranjera. Y las aceleradoras locales comentan que un elemento que se observa es la existencia o no de una regulación que avale la actividad de las empresas en las que invertirán, además de analizar su propuesta de valor y su potencial exportador.
A pesar del desafío que presenta la competencia por capitales extranjeros, el ecosistema argentino tiene otras ventajas que siguen haciendo del país un lugar con atractivo. "La Argentina siempre genera un interés per se, por ser un país históricamente relevante para la región, con un gran potencial, por tener una clase media importante, una tasa de digitalización muy alta y un capital humano para emprender también muy destacado", agrega Bruzzo.
Entre otras características que hacen de la industria fintech argentina una propuesta atractiva, se encuentran la competitividad dada por la devaluación, la disponibilidad de talento y la gimnasia para adaptarse a un entorno cambiante.
Cambio de escenario
Arrieta, de NXTP Labs, sostiene que la devaluación cambió las reglas de juego para el país e hizo que las fintech argentinas que tienen operaciones en el exterior sean especialmente rentables.
Además agrega que "la Argentina es un buen lugar donde poner talento y está probado como país competitivo a nivel regional".
En el mismo sentido, Cosentino agrega que "el emprendedor argentino está muy acostumbrado a los cambios, particularmente en los servicios financieros. Hay una gimnasia de adaptarse al entorno y eso le da una flexibilidad o adaptabilidad que no hay en otros mercados. Eso es fantástico en el mundo del emprendimiento".
"Dada la evolución del sector en los países que llevan el liderazgo regional (Brasil y México), es difícil que la Argentina logre llegar a ese lugar. Pero teniendo en cuenta las historias exitosas de emprendimientos locales a nivel mundial, posiblemente surjan nuevas fintech relevantes que puedan expandirse al resto de la región de América Latina y también al mundo, aunque nuestro país no sea un mercado en sí mismo", concluye Bruzzo.
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