Ruta de la seda: seis claves para entender de qué se trata y por qué genera debates intensos
Al acuerdo firmado por el Gobierno le falta la letra chica, que dará más precisiones sobre qué obras de infraestructura se pondrán en marcha, y cuáles serán las condiciones del país asiático para el desembolso de los fondos
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A principios de este mes se formalizó un acuerdo para que la Argentina ingrese a la Franja y Ruta de la Seda (BRI, por sus siglas en inglés), un ambicioso plan de la República Popular China que prevé el desembolso de cifras multimillonarias en el mundo y, ahora en estas latitudes. El formato es a través de préstamos con interés, inversiones y otros acuerdos que, hasta ahora, no están demasiado claros.
“El presidente Alberto Fernández aprobó la incorporación de la Argentina a la Franja y Ruta de la Seda, una iniciativa de China para estimular el flujo del comercio y las inversiones, y -de esta manera- obtuvo financiamiento por más de 23 mil millones de dólares”, informaron fuentes oficiales. Así, la Argentina integra el club, ya no tan exclusivo, de 140 países en África, Asia y Medio Oriente, Europa, América Latina y el Caribe, Oceanía que forman parte de la iniciativa, cada uno con sus términos y condiciones.
El especialista en comercio internacional Félix Peña entiende que “hay un contrapunto entre la República Popular China y Estados Unidos, en un marco de fragmentación. A la Ruta de la Seda se han adherido además de gran cantidad de países, 30 organismos internacionales. Tiene el efecto positivo de aportar a la conectividad con China y la región del Asia. Es importante mantener una visión estratégica de mediano y largo plazo sin quedarse pegados a una grieta”, advierte.
Desde Cancillería aclaran que la iniciativa tiene dos componentes principales: uno de carácter terrestre (la “Franja Económica de la Ruta de la Seda”) y otro transoceánico (la “Ruta Marítima de la Seda”). Estuvo inicialmente enfocada en Asia Central, pero ha ido ampliando la participación a otras regiones.
En este contexto, cabe analizar algunos pormenores de esos US$23.000 millones anunciados, una cifra sideral, pero que tiene sus salvedades.
1- Financiamiento
“Lo que se firmó es un plan que marca la intencionalidad de hacer obras. Nada más”, subraya Diego Guelar, ex embajador en Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil y China. El especialista en negocios internacionales, Marcelo Elizondo, asegura que “obviamente no es un regalo, y no es tan seguro que sean US$23.000 millones, eso hay que verlo con cada proyecto. Se trata de una manifestación de una vocación de inversión, pero ya hubo promesas en este sentido que no se concretaron”.
Elizondo explica que un formato a través del cual se desembolsa el dinero es a través del financiamiento de bancos chinos, con interés. Según Guelar. las tasas son a convenir, y “alimentan la actividad de los bancos chinos”.
También está la propuesta de inversión de empresas chinas en la Argentina, “que suelen traer del país asiático parte de la mano de obra, incluida el management, o, en general directamente la contratación de empresas chinas. El gigante asiático quiere que sean empresas de su país las que hagan las obras”, dice Elizondo. “Entonces se reciben fondos que se destinan a un proyecto que es ejecutado por una empresa china y, luego, hay que devolver la plata”. Y, además, existen los fondos de cooperación, no reembolsables, pero “no suelen ser grandes montos y se relacionan con obras que le interesan al país que provee los fondos”, apunta.
Desde Cancillería informan que hay dos ventanas que explican los US$23.700 millones. Será en dos tramos, uno ya aprobado por US$14 mil millones bajo el mecanismo del DECCE, Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica; y un segundo paquete por US$9700 millones, aproximadamente, que la Argentina presentará en el Grupo Ad Hoc creado entre ambos países para discutir oportunidades concretas, además de trabajar para ampliar la participación de los proveedores argentinos en las obras de infraestructura. Estiman que se acelerarán las negociaciones sanitarias, fitosanitarias y las habilitaciones para estimular las exportaciones argentinas a China.
Al respecto, Rallys Pliauzer, presidente de la Cámara de Comercio Argentina para el Asia y el Pacífico (o de la Cámara del Asia), explica que es vital la relación positiva con el FMI y con los acreedores internacionales, porque la Argentina necesita créditos a tasas razonables. “Si esta en default, las tasas de los créditos impiden cualquier crecimiento económico”, dice. Agrega que comerciar con China es también acercarse a toda la región, y que la demanda es cada vez mayor y más exigente.
2- Antecedentes
Hace ya varios años que hay conversaciones entre ambos países. La Argentina participó del Primer Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional celebrado en Beijing en 2017. En marzo de 2018 China propuso la firma de un memorándum de entendimiento para la cooperación. Para la visita de Estado del Presidente Xi Jinping a la Argentina –diciembre de 2018- se firmó la Declaración Conjunta y el Plan de Acción 2019-2023, que estableció que la asociación estratégica integral entre ambos países era extensible a la relación con la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
“China lanza la iniciativa en 2013, sobre todo para conectar a sus provincias del oeste, que están alejadas del mar”, comenta Guelar. “Hay que entender que ese país se consideraba el centro del sistema celeste o solar en el siglo 19, pero luego perdieron esa centralidad, que ahora quieren recuperar y lo están haciendo. Hay 135 países en el mundo que tienen a China como su principal socio comercial. Ellos se consideran como un país en desarrollo pero que llegará al 2049 como una superpotencia”, explica el diplomático.
3- Proyectos en danza
La Argentina presentará en el Grupo de Trabajo Ad Hoc que trabajará con China en la Plan de Cooperación en el marco de la Franja de la Ruta y de la Seda, un conjunto de obras de infraestructura relacionadas con el sector energético, la red de agua y cloacas, el transporte y la construcción de viviendas. Se trata de un listado que deberá ser discutido con la contraparte china.
Algunas propuestas son: el complejo hidroeléctrico Potrero del Clavillo y el Naranjal (Tucumán y Catamarca); la conexión física del Puente Chaco - Corrientes; el acueducto del norte santacruceño; un acueducto en Formosa y otro en la provincia de Buenos Aires; una planta en Laferrere. La Matanza (colectores y redes secundarias); conexión entre Paraná y Santa Fe; obras y mejoras en las rutas 33 (autopista Rufino-Rosario), en la 9 (en el tramo Zárate – Rosario. También contempla un sistema de transporte eléctrico en la provincia de Buenos Aires, parques eólicos en Chubut, un programa de 20.000 viviendas y el proyecto llamado “Bio Futuro Energía Regenerativa”. Hasta ahora, el criterio de selección y ubicación de las obras no fue difundido.
4- Déficit
Los números del último informe del Indec sobre el Intercambio Comercial Argentino (ICA) muestran, por otra parte, un importante déficit a la hora del analizar cuánto exporta la Argentina a China, y cuánto se importa desde el país asiático.
En 2021 hubo un déficit de US$7238 millones y fue el más grande entre los registrados entre los diferentes países y bloques económicos. Las exportaciones llegaron a US$6299 millones con un aumento del 16,7% respecto de 2020, pero las importaciones sumaron US$13.538 millones, un 56,3% más que el año anterior. El intercambio con China representó un 8,1% de las exportaciones argentinas y un 21,4% de sus importaciones. Hubo un incremento de la compra a China de bienes de capital en casi un 56% y en bienes intermedios, en un 67%, pero también en bienes de consumo, un 30% interanual y un 64% si se compara el mes de diciembre con el mismo mes del año anterior.
Para Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, la Argentina debe exportar con valor agregado, e ir mucho más allá de la venta de productos primarios. “Los chinos son inteligentes, por eso hay que tender a ventas que sean un win win, y esto se logra conversando, no hay otra manera”. Recuerda que en 2021 el país exportó por un valor de US$78.000 millones, mientras que en 2011 los envíos obtuvieron US$ 83.000 millones. “Es decir, diez años después exportamos por US$5000 millones menos”.
5- Mangia con tutti
¿Conviene acercarse mucho a un gigante como China, que además tiene un sistema político afín al comunismo? “Hay que ser pragmáticos en el tema de los negocios, algo que no significa avalar un marco democrático o políticas de derechos humanos que, si no cumplen determinadas normativas internacionales, hay que observar. Si comerciamos solo con los que consideramos ideológicamente parecidos estaremos en un problema. La Argentina tiene un déficit de divisas, por lo que se deben aumentar las exportaciones. Hay que cuidar el tema geopolítco sin ceder territorio, manteniendo los valores de la democracia”, define Grinman.
6- Brasil es la clave
Para Guelar, la oportunidad para aprovechar todo el potencial de la negociación con China está en hacerlo a través del Mercosur, más que a través de convenios de la Argentina en solitario. Así lo expresó en su momento como parte del cuerpo diplomático.
Coincide Félix Peña, que integra la fundación ICBC. “no se puede dejar de considerar a la región como un todo, con una mirada estrategia, sobre todo por la importancia del RCEP. la Asociación Económica Integral Regional conformada por quince países de Asia y el Pacífico. La única manera de tener un enfoque de región sudamericana es a partir de la relación Argentina Brasil. Las negociaciones con China deberían implicar hablar mucho con Brasil, ¿Cuántas veces han conversado la Argentina y Brasil en los últimos meses sobre el tema?. No se puede prescindir del barrio”, asegura Peña.
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