Rubén García. “La importación está en caída libre porque no hay mercado interno”
El presidente de la Cámara de Importadores relativiza la liberalización comercial de la gestión Macri y apunta a las cuestiones pendientes
La balanza comercial argentina acumuló 12 meses seguidos de superávit, pero lo que normalmente sería una buena noticia en este caso es un síntoma de la recesión que golpea a amplios segmentos de la sociedad. "No es parejo, cada rubro es distinto, pero los números no mienten, la importación está en caída libre y es porque no hay mercado interno", dice Rubén García, presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
"Más del 80% de lo que el país importa es para producir, va a la industria, sea para exportar o para el mercado interno", continúa; "no hay dinero, entonces no se consume; hay fábricas que están trabajando en sus mínimos históricos, esto obliga a suspender y a parar".
García ha visto desde adentro la evolución del comercio exterior argentino desde 1965, ocupando cargos de relevancia en Bunge & Born, Manuli Packaging Argentina y otras compañías industriales.
Haciendo un balance de los cuatro años de este gobierno, el dirigente empresario relativiza la mentada liberalización comercial, advierte buenas señales en materia de facilitación y apunta a las cuestiones pendientes.
P–¿Cómo impactan las medidas cambiarias?
R–Las comunicaciones del Banco Central solo se han dirigido al sector exportador, para que entren rápidamente las divisas. El sector importador hasta el momento no ha sido castigado por ninguna medida, el único problema se da por la interpretación de algunos bancos. Las normas fueron tan rápidas, y una atrás de otra, que los bancos interpretan como más les conviene y siguen pidiendo documentos para curarse en salud.
Igualmente los pagos de importaciones no tienen ningún problema, los bancos sólo piden que demuestres que estás comprando mercadería; no demora más de lo normal, en una semana como máximo sale.
Pero las navieras, a través de los forwarders, obligan a pagar el flete a un dólar que no es el del Banco Nación, puede estar de 2 a 4 pesos más caro según la compañía. Nos estamos quejando porque hay una Comunicación 6776 que le dice a las navieras que pueden comprar los dólares al cambio fijado por el Banco Nación, pero hoy por hoy si no liquidamos al valor que dice el forwarder, no nos dan los documentos y nos quedamos sin mercadería. Su respuesta es que esto se hizo así siempre, es lo usual, pero yo digo que lo que se hizo mal toda la vida se puede mejorar en algún momento.
P–¿Qué balance harían desde la cámara de los cuatro años de la presidencia de Mauricio Macri?
R–La liberación del cepo permitió que la compra de divisas fuera fluida; en el primer año de la gestión las SIMI salieron rápidamente porque en diciembre de 2015 la autoridad liberó todas las DJAI pendientes y como los importadores, para obtener una DJAI en su momento presentaban la misma repetidas veces, las compras del primer semestre ya estaban pergeñadas. Después, cuando el Gobierno vio que las importaciones se movían, empezó a aplicar el freno: la ley no escrita decía que a cada empresa se le daba un cupo por su historia, pero los importadores decían que era muy difícil tener su máximo histórico porque en la gestión anterior las DJAI estaban muy restringidas. En 2017, al caer la actividad, ya no necesitaban justificar la importación porque al caer el mercado interno, el ajuste se hacía solo.
Después fueron creciendo las normas técnicas o para-arancelarias, que no te permiten trabajar libremente. Yo no voy a juzgar el criterio o la intención, pero hay normativas que salen de la Subsecretaría de Comercio que son inaplicables. Ellos ven la problemática desde un escritorio y lo que escriben es imposible de ejecutar en la práctica. Desconozco si lo trabajan con cámaras locales, a la nuestra sólo se acercan cuando las medidas ya están tomadas.
P–¿Cómo evalúa lo hecho en materia de simplificación de trámites de importación?
R–El TAD (Trámites A Distancia) a mi juicio es una de las mejores medidas que ha tomado este gobierno; le faltan mejoras porque a veces se demora, pero de lo que he visto es lo mejor.
Hay un avance positivo en cuanto al Operador Económico Autorizado (OEA). Nosotros le estamos llevando a la directora, Virginia Garimaldi, un montón de empresas que quieren hacerlo. Que yo sepa no hay ninguna certificada pero hay muchos interesados y trabajando; en eso vamos bien.
P–¿Y en la operatoria logística?
R–La logística debería mejorar sustancialmente: al caer la importación los tiempos deberían ser mucho más rápidos. Lamentablemente hay terminales que tienen manejos con los que no comulgamos, que nos hacen pagar el forzoso y eso genera costos extra, pero no tengo prueba fehaciente de quién fue el culpable. Lo que sé es que muchos socios nos llaman y nos dicen "en la terminal no nos dan turno", nuestra gente empieza a llamar a las terminales y los turnos aparecen. Nunca sabés de quién es la culpa, no tenemos claridad absoluta de si fue el despachante, la naviera… Hay importadores que cuando el despachante dice que no hay turno, agachan la cabeza; pero cuando llaman a la cámara el 100% de los casos se resuelve. •