Revolucionario. El método argentino que le ahorra dinero a la industria cervecera
Zoomagri desarrolló un sistema que agiliza el análisis de la pureza varietal y ya lo exporta a países europeos
Entender el impacto que tiene esta idea argentina en la industria cervecera exige una explicación del proceso productivo. La cebada, el cereal con el que se hace malta para la cerveza, tiene más de veinte variedades solo en la Argentina, y cada país tiene sus propias variedades.
Pero la fábrica que hace la malta necesita que el proceso se haga con una misma variedad. "El maestro maltero necesita solo una, porque eso le trae mejor rendimiento y calidad", dice Matías Micheloud, director de tecnología y cofundador de Zoomagri, una empresa que creó un producto y un sistema para la medición de calidad de granos mediante visión computacional e inteligencia artificial.
Esta medición de parámetros de calidad y pureza varietal –de la cebada, en este caso– hace que las fábricas ahorren tiempo y dinero, ya que cuando un productor vende un camión de granos se debe medir su calidad para definir el precio. "Históricamente eso lo hacía un perito, pero nosotros desarrollamos una herramienta que mejora y facilita esta operación, haciéndola más objetiva, transparente y rápida", dice Micheloud.
Hasta hoy, los camiones de los campos productores iban llegando hasta las malterías con la cosecha, se descargaba la mercadería y se tomaban muestras de cada camión, que eran enviadas a un laboratorio para realizar un análisis químico que tarda entre 5 y 10 días. "Esto es un proceso caro, porque los camiones no pueden quedarse esperando el resultado de ese análisis, por lo que si el resultado indica que la mercadería tiene una mezcla de variedades, la maltería ya tiene un problema: toda la cebada, de distintos productores, está descargada en silos enormes, y no se puede volver a segregar".
El sistema creado por Zoomagri mide entonces la pureza varietal de una muestra de cebada en cinco minutos. Cuando llega un camión, se hace una medición antes de descargar, y da margen para tomar una decisión logística en el momento: "Si la cebada de un camión tiene alta pureza, obviamente será descargada. Si no, se puede decidir si es devuelta".
El sistema es revolucionario. Solo el año pasado, Zoomagri analizó el 40% de la campaña cervecera argentina. "Nosotros lanzamos el sistema entre noviembre y diciembre de 2018. Algunos equipos los instalamos cuando la cosecha no había empezado y otros, cuando ya se había cosechado, porque no llegamos a producir la cantidad de equipos necesaria para la demanda", dice Micheloud, quien proyecta que, para la campaña 2019/2020, duplicarán ese porcentaje.
Mercados internacionales
"El mercado recibió nuestro sistema con los brazos abiertos", dicen desde la empresa. Ya cuentan con equipos en España, donde están desarrollando los modelos de análisis para las variedades específicas de ese país. Ocurre lo mismo con Francia y Ucrania, donde ya tienen equipos. Esta semana, llegaron los primeros a Australia.
"Los equipos los entregamos en comodato, y cobramos por la prestación del servicio", explica Micheloud, quien añade que desde la consolidación oficial de la empresa, en julio de 2017, desarrollaron toda la idea de negocio que se complementó con la utilización del régimen Exporta Simple, mediante el cual envían los equipos –que pesan unos 15 kilos cada uno– al exterior. "Actualmente estamos desarrollando una solución para medir la calidad física de maíz, soja y trigo, que pensamos lanzar antes de fin de año; además, trabajamos en una tercera línea de desarrollo pensada para los productores a través del celular", dicen. En tanto, las proyecciones de la empresa incluyen no solo duplicar la prestación del servicio en la Argentina y llegar a Uruguay, sino también a Brasil y la India; se encuentran en conversaciones con una empresa en Estados Unidos y están por hacer lo mismo con Alemania e Inglaterra. "La demanda está. Estamos muy entusiasmados", cierran.