Marina Mercante: un nuevo aniversario con cese de actividades y una flota reducida
El 25 de noviembre de 1799, Manual Belgrano fundaba la escuela de oficiales que lleva su nombre; solo el 3% de los barcos que navegan en aguas argentinas son de bandera nacional
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Hace 222 años se creó la Escuela Nacional de Náutica “Manuel Belgrano”, unidad componente de la Dirección General de Educación de la Armada Argentina, que tiene como objetivo la formación de los oficiales de la Marina Mercante en todas las especialidades que requiera el servicio de los buques de ultramar. Brinda a los alumnos una preparación integral que les permite realizar con eficiencia la conducción y el mantenimiento de buques.
En honor a esta creación, también se conmemora el Día de Marino Mercante. Los oficiales de la Marina Mercante, que trabajan en buques mercantes tanto nacionales como de otras banderas, se dedican principalmente al transporte de mercaderías dentro y fuera de nuestro territorio. Así, resultan imprescindibles para el comercio exterior y, en consecuencia, para el desarrollo de la economía.
La voracidad fiscal que mantienen todos los gobiernos hace que al armador argentino le cueste poner su flota en el país
En este marco, el Ministerio de Transporte, a través de una disposición que lleva la firma del Subsecretario de Puertos, Vías navegables y Marina Mercante modificó el artículo 1° de la Disposición N° 50 del 30 de octubre de 2018 que había dejado fuera de operación 14 embarcaciones pertenecientes a la Dirección de Operaciones dependiente de la Dirección Nacional de Control de Puertos y Vías Navegables. A través de la Disposición 9/2021 Transporte pasó a operación 5 barcazas, 2 remolcadores, un dique flotante, un balizador y una lancha que estaban en desuso.
Desde sectores vinculados a la Marina Mercante nacional coincidieron al destacar la recuperación de flota que “sirve para mejorar la presencia de buques de bandera propia en las aguas nacionales”, pero advirtieron que es necesario que se avance en una política que permita que empresas que migraron a otros países por mejores condiciones impositivas, vuelvan a registrar sus firmas en el país.
“La voracidad fiscal que mantienen todos los gobiernos hace que al armador argentino le cueste poner su flota en el país”, indicó un gremialista y destacó la “decisión estratégica” que tomó Paraguay, con beneficios impositivos para la actividad fluvial, que les permitió “captar a los buques de bandera argentina, y se convirtieron en líderes en la región”. Además, contó que muchas de esas flotas son operadas por tripulaciones de argentinos que mantienen el “mejor nivel” profesional” por la antigüedad de sus escuelas de formación.
Tanto el sector laboral como los empresarios aguardan que el Ministerio de Transporte revise la reglamentación de la Ley de Marina Mercante en lo que respecta a subsidio de combustibles, aportes patronales, y fondo de capacitación entre otros ítems ya que se podrían mejorar las condiciones de competencia frente a los beneficios que otorga el país vecino. Aunque la Argentina supo contar con una poderosa flota, actualmente se estima que sólo un 3% de los buques que circulan por las vías fluviales del país son de bandera nacional.
Restricción de actividades
En el contexto de esta conmemoración, cinco gremios ligados a la actividad anunciaron el cese de actividades en distintas ramas. La medida comunicada por el Sindicato de Conductores y Motoristas Navales de la Argentina (Siconara), que lidera Armando Alessi, se aplicó de manera conjunta con el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), el Centro de Jefes y Oficiales Maquinistas Navales de Argentina (CJOMN), la Asociación Profesional de Capitanes y Baqueanos Fluviales y el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo.
El Siconara representa en el ámbito nacional a conductores y motoristas navales de las Salas de Máquinas de los buques gaseros, quimiqueros, petroleros; también cumplen funciones en los remolcadores de empuje como de puertos; en las embarcaciones pesqueras de todo tipo, lanchas de prácticos, buques areneros como de pasajeros, e integra la Federación Marítimo Portuaria y de la Industria Naval (FeMPINRA), la Confederación de Transporte (CATT) y a la ITF.
Por eso, desde las cero horas hasta las 24 del 25 de noviembre las Lanchas de Prácticos Río de la Plata, de Amarre, Remolque Portuario y Remolque de Empuje cesaron sus actividades. Alessi señaló que “las empresas designarán la guardia mínima de lanchas que quedarán a disposición para realizar las tareas correspondientes en cada puerto”. Además, los marinos del Sector Remolque de Empuje permanecieron en puerto o lugar habitual de amarre, retomando sus tareas el viernes 26. Desde Siconara informaron que también los remolcadores de empuje en puerto que operan con carga no inflamable cesaron sus actividades por un día. Los marinos que navegan en buques de arena y piedra de Buenos Aires también cesaron sus actividades.
Por último, los sectores de Buque Tanque, Portacontenedores, Suply y Bulk Carrier, estrictamente vinculados con la actividad de comercio internacional y abastecimiento de insumos esenciales como el combustible, continuaron sus operatorias de manera habitual.
Desde el sector privado vinculado al despacho de exportaciones indicaron a La Nación que “se va a trabajar normalmente, pero se abona el día de forma extraordinaria, al 100%, que es un costo ya asumido”. Aclararon que en las operaciones internacionales, ya sea con arribos o partidas de embarcaciones “no se puede trabajar con guardias mínimas porque siempre se necesita el servicio disponible”.
Sobre la formación
Los oficiales se forman en todas las especialidades que requieren el servicio de los buques mercantes de ultramar, como portacontenedores, graneleros, petroleros, mineraleros, cruceros y otros tipos de embarcaciones que, sin estar destinadas al comercio realizan tareas de asistencia y apoyo a esta tarea principal, como las dragas, los balizadores y los remolcadores, entre otros. La Escuela Nacional de Náutica lleva a cabo tareas fundamentales, como la formación para sus cadetes y la capacitación para el personal graduado de la Institución.
En cuanto a la formación del marino, se dictan las carreras de Pilotos de Ultramar, con su respectiva Licenciatura en Transporte Marítimo; y Maquinista Naval con Licenciatura en Plantas Propulsoras Marinas. Ambas tienen validez internacional. Asimismo, se dicta el Curso de Comisario Naval con Capacitación en Protección del Buque y Cuidado del Medio Marino, entre otros. Por otro lado, el establecimiento brinda cursos para la capacitación de los oficiales ya egresados. Se otorgan certificaciones internacionales que complementan la formación del marino y lo preparan para los ascensos durante su carrera. En virtud de la formación universitaria que brinda la ESNN, Argentina puede cumplir con los lineamientos de la Organización de las Naciones Unidas respecto a la formación de un oficial de la Marina Mercante. La titulación emitida a sus egresados, de carácter internacional y ampliamente reconocida, es otorgada por la Armada Argentina.