Marc Niederer. "Nunca un remolcador de Svitzer operó en las Malvinas"
El director general de Svitzer Américas dice que la empresa confía en que la Justicia resolverá pronto y en su favor el conflicto por la licitación de Enarsa
Svitzer –líder mundial en servicio de remolque para puertos y terminales- es una compañía independiente del grupo Maersk, dice la información que distribuye la empresa.
Y Marc Niederer, el director general de Svitzer Américas se encarga de reforzar ese concepto de independencia. A lo largo de la charla con La Nacion evita mencionar cuestiones menores como cuánto tiempo hace que Maersk opera en la Argentina –“trabajo para Svitzer, puedo responder eso”- o de diferenciar aspectos cruciales: “Nunca un remolcador de Svitzer operó en las Malvinas. No puedo hablar por otras empresas del grupo, pero aseguro que Svitzer siempre cumplió con todas las leyes y reglamentaciones argentinas”, sostuvo (el grupo Maersk tuvo un enfrentamiento con el kirchnerismo por ese tema).
“Somos la empresa de remolcadores más grandes del mundo, con más de 4000 empleados y casi 500 remolcadores, con 180 años de trayectoria, fundada por la familia Svitzer. Fuimos creciendo, ingresando en nuevas áreas: Australia, Asia, Oriente Medio, Norteamérica, y ahora Sudamérica, con la Argentina”, dice Niederer.
–¿Por qué recién llegaron el año pasado al país? ¿Cuánto hace que está Maersk aquí?
-Trabajo para Svitzer, puede responder por eso. La Argentina es un mercado muy importante para nosotros. Queríamos hacer negocios acá pero el mercado estaba bastante cerrado y era muy difícil ingresar. En agosto de 2016 Enarsa publicó una licitación y decidimos participar con un socio. En ese contexto pudimos contratar más de 100 empleados. Siempre habíamos querido venir, sabemos que este país es un gran exportador de granos y necesita de los remolcadores.
-A pesar de que en los últimos 12 años acá hubo dificultades, Svitzer tiene experiencia en mercados complicados, como Angola, ¿por qué la Argentina no fue atractiva hasta ahora?
-Era muy difícil ingresar.
-¿Más que Angola?
-No conozco los detalles sobre Angola (riendo), pero el mercado local era difícil. Antes tenía responsabilidades para Europa y ahora para las Américas.
-¿Qué es lo que tiene a cargo?
-Desde Canadá hasta la Argentina.
-Es habitual que se haga una distinción entre los países del Pacífico y los del Atlántico. ¿Hay diferentes estándares también en su sector? Por ejemplo ahora el caso de Venezuela…
-Svitzer no está en política, es una compañía global y ofrecemos a los clientes el mismo estándar en cualquier parte del mundo. Saben que trabajan con una operación segura y un precio justo.
-Pero se ven impactados por las políticas que aplica un país. Me refería a cómo es trabajar en países con diferentes regulaciones.
-Sentís el impacto de las diferentes regulaciones, claramente, pero la cuestión es que cuando entrás a un país tenés que adecuarte a la legislación vigente, y en cada lugar es diferente. Svitzer se adecúa a eso. No buscamos la política, somos una empresa que se dedica a hacer negocios para sus clientes de la mejor manera posible. Con nuestra llegada a la Argentina trajimos las mejoras prácticas, contratamos tripulación argentina con un buen nivel de capacitación. Tenemos a las dos primeras capitanas de remolcadores en el país.
-¿Siempre se asocian con empresas locales?
-No. Siempre que es posible operamos como Svitzer. Cuando no es viable buscamos la mejor alternativa para operar. Tenemos muchos socios en diferentes países con los que trabajamos de manera cooperativa. Lo importante es que la operación en la Argentina es de Svitzer, la responsabilidad es de la compañía, bajo nuestros estándares.
-El desembarco en la Argentina fue un poco accidentado. Hay una medida cautelar vigente, muchos hablan de una licitación polémica, ¿por qué cree que pasó eso?
-Los obstáculos, los asuntos legales porque supuestamente la licitación no se hizo de modo correcto… Me pone muy feliz que haga esa pregunta para poder aclarar todo. Somos una compañía de 180 años y siempre con la idea de crecer para hacerla más grande. A lo largo de la historia ingresamos a muchos países para empezar a operar. Ya ocurrió que nuestros competidores traten de evitar nuestro ingreso. Son las reglas de juego.
-¿Es común que pasen estas cosas, así, en todos los mercados?
-Sí. Es común que otros operadores, que son competidores, quieran impedir el ingreso. Pero confiamos en que la Justicia lo resolverá y ganaremos el caso. Por ahora hay muchas cosas que son confidenciales. Tuvimos que contratar a otras empresas para que hicieran el trabajo y de ese modo poder seguir operando.
-Más allá de la denuncia por irregularidades en la licitación hay una cuestión muy importante y delicada como son las Malvinas…
-Lo sé, y es muy importante para nosotros también. Hablo en nombre de Svitzer: nunca un remolcador de Svitzer operó en las Malvinas. No puedo hablar por otras empresas del grupo, pero aseguro que Svitzer siempre cumplió con todas las leyes y reglamentaciones argentinas. Sabemos perfectamente lo importante que es este tema para la gente en la Argentina. Siempre hemos cumplido con todas las leyes argentinas. Y si miran lo que hemos presentado en la Justicia, está todo perfectamente documentado, por eso es que estamos tan confiados en el resultado final.
-¿La licitación de Enarsa fue por un año con posibilidad de renovación?
-Sí, con opción a otro año más.
-Se habló mucho del beneficio económico que obtuvo Enarsa. ¿Cuánto dinero ahorró el Estado?
-La licitación fue internacional. No sé exactamente la diferencia que había con la otra propuesta.
-¿Y con lo que antes pagaba el Estado?
-Debería preguntarle al Estado argentino.
-¿Cuánto invirtió la empresa?
-Svitzer estaba interesada en ingresar al mercado argentino y este contrato nos dio la oportunidad. Enarsa es un gran cliente, pero nuestros clientes globales empezaron a llamarnos y en el puerto de Bahía Blanca hay muchos negocios para hacer. El contrato de Enarsa puede potenciarse con otros clientes globales.
-Dijo que la idea es quedarse en el país, ¿cuáles son los otros negocios que piensan explorar?
-Lo primero que tenemos que hacer ahora es estabilizar la operación.
-¿Salir de esta tormenta?
-Sí (sonríe). Ir paso a paso. Es una tormenta, pero eso es normal. Estamos acostumbrados a este tipo de situaciones. Nuestra visión es a largo a plazo y en la Argentina hay muchas oportunidades porque hay mucha actividad económica. El primer paso es establecernos en Bahía Blanca y Necochea.
-¿Tienen alguna estimación de tiempo para que se solucione el tema?
-No sabemos cuánto tiempo llevará, pero somos optimistas respecto de una rápida decisión porque la Justicia tiene toda la información a su disposición. Esta es una situación muy desafortunada. Todos queremos trabajar.
-¿Cuánto dinero les ha costado esta situación?
-Puede imaginarse que mucho, no podemos decir cuánto.
La historia judicial
El año pasado, junto con la empresa argentina Logística y Servicios Marítimos -parte del grupo Meridian-, Svitzer resultó adjudicataria ganó por licitación pública del contrato para proveer a las terminales de GNL de Enarsa en los puertos de Escobar y Bahía Blanca. A fines de 2016 se importaron 9 remolcadores de Svitzer. Pero tanto la Cámara de Armadores de Remolques como la firma Trans Ona -segunda luego de un desempate-, presentaron una denuncia judicial en la que mencionan irregularidades en la licitación además de señalar que tres de los remolcadores de Svitzer habrían asistido a una plataforma de perforación petrolera en su operación de exploración en las Malvinas sin autorización de la Argentina. Una medida cautelar impide desde entonces que se utilicen esas embarcaciones.