El maní, un producto estrella de Córdoba hacia el mundo
De las 876.000 toneladas producidas en el período 2016/2017, cerca de un 65% se destinó a la exportación; piden más acuerdos multilaterales
Recientemente, el maní fue noticia por una controversia entre autoridades de Tucumán y de Córdoba que comenzó con la prohibición de la provincia gobernada por Juan Schiaretti de poner sobrecitos de azúcar en las mesas de bares, lo que suponía un duro golpe a la industria azucarera tucumana.
Desde Tucumán, la respuesta no se hizo esperar y funcionarios hablaron entonces de prohibir el fernet y el maní, una especie de insignia de la producción agroalimentaria cordobesa. Lo que no todos saben es que el maní argentino mayoritariamente se exporta como producto de calidad premium y alto valor agregado, y lo que se destina al mercado interno es poco.
Con 876.000 toneladas producidas en el período 2016/2017, cerca de un 65% (566.000 toneladas) se destinó a la exportación, principalmente al mercado europeo. Los desafíos del sector pasan por agregar más valor a la producción y avanzar en acuerdos binacionales y multilaterales para entrar en más mercados. Justamente, varios exportadores se presentan hasta el día de hoy en la Feria Anuga, en Alemania, con este fin.
“Decimos que el maní es un protagonista particular de la agroindustria nacional porque es la única economía regional que ha sobrevivido en La Pampa al maíz, el girasol y la soja, y el alto porcentaje exportable es una de las razones. Principalmente exportamos a Europa. Somos una industria de sí fácil. Los importadores nos piden una etiqueta azul, determinada tipografía y decimos a todo que sí”, explicó Javier Martinetto, presidente de la Cámara Argentina del Maní y gerente del área de maní de Aceitera General Deheza.
Esta cualidad de exportar mayoritariamente a Europa redunda, según él, en una alta calidad de los procesos. “Nuestros competidores, que son China, la India, Brasil y Estados Unidos, tienen un gran mercado interno, entonces exportan lo que les sobra, no tienen inspecciones anuales como nosotros. Hay una diferencia porque controla más el que compra que el que produce. Las mejores plantas maniceras están en la Argentina siguiendo los requerimientos europeos”.
Productos derivados del maní
El maní es una planta rastrera con flores y, debajo de la tierra, está el grano. Lo que se cosecha son esos granos: el maní con cáscara. Luego, se lo descascara y se elige el producto de exportación. El primer producto es el maní con piel roja crudo que se selecciona por tamaño y color. El segundo proceso industrial da lugar al maní blanqueado (sin piel roja), que es el principal producto de exportación de la Argentina y tiene valor agregado.
Cuando se exporta, una vez en destino, lo fríen o tuestan, le ponen sal y lo envasan y eso es lo que la mayoría de las personas consume: maní frito o tostado en paquete. También se lo usa como relleno para el chocolate o en barritas de cereales. Por último, el cuarto proceso es el de la pasta o manteca de maní. Moliendo el maní, se libera el aceite y esto se vende en frasco o en tambores.
“Hace 30 años, el 100% de lo que se exportaba era maní con piel. Hoy el 60% es maní blanqueado, el 2% tostado o pasta de maní, y el resto maní con piel. El desafío es tratar de aumentar ese 2% pero para eso hay que tener acuerdos bilaterales y multilaterales con países de destino que tienen derechos de importación”, aseguró Martinetto.
Destinos de exportación
Según los últimos datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), el ranking de destinos de exportación del maní argentino es el siguiente: En primer lugar está Holanda, seguido de Rusia, China, Argelia, Sudáfrica, Polonia, Gran Bretaña, Bélgica, Italia, Australia y otros 93 países.
“En términos de acuerdos de libre comercio hay uno en marcha con Europa y todo el mundo está mirando a China. Con Estados Unidos tenemos una cuota, pero no se cumple porque ellos también producen. Competimos con China y Estados Unidos que subsidian ambos la producción. Eso habría que discutirlo en la Organización Mundial del Comercio (OMC)”, pidió el presidente de la Cámara.
“Lo que buscamos es lo que dice el presidente Mauricio Macri de transformarnos de granero del mundo en supermercado. Exportar el 100% en frasquito y paquetito cuando hoy eso sólo representa el 2%. Por suerte, está el 60% de maní blanqueado, ningún país tiene esa capacidad”, agregó.
Consumo interno
Otro de los desafíos del sector es aumentar el consumo interno promocionando las características saludables del maní. Según Martín Frigerio, coordinador general de la Fundación Maní Argentino, se trata de un producto que tiene una baja materia grasa, pero, a la vez, es rico en omega 9 y omega 6. También tiene micronutrientes como hierro, fósforo y potasio, y resveratrol, que favorece la flexibilidad de las arterias.
Además, el grano argentino tiene una particularidad: es superior en alto oleico, es decir grasas buenas. “Los otros países no tienen variedades de alto oleico. En China están trabajando para incluir estas características. Además, con esta propiedad alto oleico se mantiene más en góndola y envasado”, detalló Frigerio.
En cuanto a las actividades que llevan adelante desde la fundación, señaló que “se han hecho acciones conjuntas con la municipalidad cordobesa de General Cabrera en la que se convocan a chefs para preparar recetas que utilizan maní y también está la propuesta de comunicar de otra forma sus atributos”.
De acuerdo con Martinetto, en otros países, el maní es valorado por ser fuente de proteína, mientras que en la Argentina, no. “Acá el consumo de proteína se da a través de la carne animal, pero en otros países hay otras realidades. Ahora está en auge el consumo de frutas secas y el maní es un fruto seco. Es más barato que la almendra y la nuez, y combate la diabetes y el colesterol. Uno de los desafíos es imponer al maní como alimento saludable”, concluyó.