Lucas Capuano: “Estamos trabajando en la incorporación de vehículos eléctricos”
El directivo de Andreani habla sobre el futuro de la compañía y los aprendizajes que dejó la pandemia en materia de distribución
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Para el sector logístico, la pandemia ha marcado un antes y un después respecto de los cambios que ha producido en los hábitos de consumo de la población; este fenómeno ha situado a la actividad en un rol social esencial. Así, la transformación y optimización de procesos, estructuras y flujos para mejorar los tiempos de distribución fueron algunos de los desafíos que cobraron relevancia a la hora de brindar un mejor servicio al cliente.
La compañía realiza 5 millones de envíos mensuales y alrededor de 60 millones de envíos anuales, el doble que antes de la irrupción del covid-19.
En diálogo con La Nacion, Lucas Capuano, director comercial del segmento Salud & Cosmética en Grupo Logístico Andreani, afirmó que “es fundamental disponibilizar modelos de entrega ágiles, same day y next day (el mismo día y el día siguiente) para satisfacer las exigencias y expectativas actuales de consumidores y empresas”.
– ¿Cuáles son las tendencias que se vislumbran en la logística este año?
–La logística atraviesa un momento histórico dada la importancia y visibilidad general que ha tomado para las personas producto de la pandemia. Sin lugar a dudas ha generado que los hábitos de consumo se aceleren. A partir de estos cambios, los consumidores y las empresas necesitan “encontrarse” en diferentes canales y la logística debe ofrecer una solución omnicanal que sepa gestionar envíos de diferentes portes para atender tanto a tiendas físicas como a do-micilios, por el fuerte crecimiento del e-commerce.
–¿Cómo se combinan los diferentes modos de distribución?
–Hoy, la clave del operador logístico tiene que ver con la posibilidad de atender canales múltiples: combinar el canal tradicional con canales de última milla (distribución domiciliaria). Eso requiere que todos los procesos operativos estén adaptados para tal fin, porque hoy los clientes operan y venden en distintos canales de una manera más eficiente y efectiva a partir de procesos controlados, cortos y rápidos.
– ¿Cuáles son los desafíos para lograr esto?
–Debido al crecimiento exponencial del canal domiciliario se necesitaron vehículos ágiles para distribución urbana a partir de un concepto de “capilaridad”, es decir estar cada vez más cerca de los consumidores con sucursales y puntos de colecta y entrega para mejorar su experiencia. Esto es un aspecto fundamental para la eficiencia del servicio.
–También hubo un cambio en el transporte
–Sí, el transporte requirió migrar hacia flotas de porte más chicas para tener una distribución urbana más dinámica. En este sentido, hay una gran transformación de vehículos de mediano porte. Esta tendencia igualmente comenzó antes de la pandemia, cuando se visualizaba una paulatina tendencia de migración hacia vehículos de menor porte, pero, en este último tiempo, el contexto obligó a las empresas a tener una rápida inserción de ese tipo de unidades para tener hacia flotas ágiles y dinámicas que puedan transportar en zonas urbanas mayores cantidades por jornada. Asimismo, otro elemento importante es lograr tráficos y rutas de distribución ampliando los horarios de entrega.
–¿Cuál es el rol de la tecnología en este esquema?
–Central, la tecnología es el vehículo clave para cumplir con estos desafíos dado que aporta velocidad para gestionar volúmenes más grandes en tiempos más cortos; precisión y reducción de errores de procesamiento; eficiencia, dado que permite la optimización de recursos y trazabilidad e información en tiempo real para mejorar la experiencia de entrega y tomar mejores decisiones de negocio.
–¿Por qué es central la tecnología?
–Principalmente porque, en nuestro caso, tuvimos que duplicar el volumen de envíos, con lo cual sin tecnología es imposible escalar un proceso en esta magnitud. Para ello, usamos la tecnología para eficientizar las rutas de distribución. Por medio de un sistema de routing pudimos lograr que el transportista logre entregar en menos tiempo, en más domicilios. Además, esa tecnología informa, en tiempo real, cómo va el transportista llevando el proceso de distribución.
–¿Podría brindar un ejemplo de esto?
–Los dispositivos IOT (Internet de las cosas), nos permiten localizar una entrega, conocer el circuito de distribución y evaluar cómo el transportista viene avanzando en el recorrido. Permite, además, conocer la temperatura de una cadena de frío. Toda esta información permite procesar datos para luego tomar decisiones asociadas al proceso de distribución.
–También la sustentabilidad en logística es otro desafío
–Sí. Es un elemento clave de la gestión logística, desde nuestra compañía estamos trabajando en la incorporación de vehículos eléctricos. Tenemos un plan que denominamos Visión 2030; para esto, hemos creado indicadores de gestión cuyo principal objetivo sería reducir la huella de carbono. Además, hemos realizado una alianza con el Conicet en investigación del impacto de los plásticos en los insumos en pos de sustituirlos.
–Y los proveedores?
–Tenemos un programa de calificación de proveedores sustentables, a fin de que nuestros proveedores sigan las mismas políticas de trabajo en términos de sustentabilidad. Además, en lo relacionado con la logística farmacéutica, hemos sustituido las cajas térmicas tradicionales donde distribuimos los productos farmacéuticos de 2 a 8 grados por conservadoras sustentables y reutilizables que no solamente mejoran las estabilidad térmica del producto sino que además, reducen los insumos desechables.
– ¿Qué experiencia les dejó la distribución de vacunas?
–Fue un orgullo tener la experiencia de participar en el proceso y de haber contribuido con la comunidad y la sociedad en un tema tan relevante con tanto impacto social. A nivel servicio nos dejó un montón de aprendizajes: la agilidad en los procesos; la adaptación de los recursos disponibles en tiempos muy cortos; disponer de cámaras de frío con distintos grados de temperatura; poder depositar los distintos tipos de vacunas que llegaban al país en simultáneo… En lo que respecta a la industria de la salud, la logística debe asegurar los más altos estándares de calidad para que el medicamento o insumo, llegue de manera rápida y segura a los pacientes.
–¿Cómo?
–Toda la gestión fue un enorme desafío, porque con todas las vacunas que llegaron pudimos combinar aquellas que requerían entre 2 a 8 grados. En el caso de Pfizer por ejemplo, esa vacuna requiere menos 90° grados, o sea niveles de frío extremo. Por otro lado, contamos con distintos proveedores para poder tener los elementos refrigerantes para esos niveles de temperatura; contamos con ultrafreezers para ese tipo de vacunas; capacitamos a nuestra gente para que cuente con los elementos de seguridad suficientes para esos niveles de frío y también tuvimos que adaptar los procedimientos para hacerlo. La agilidad del personal del sector farmacéutico para todo lo que esté relacionado con la recepción de las vacunas y la rápida gestión de los operativos para que lleguen a las provincias del interior tuvo un rol central porque teníamos que informar en tiempo real al Ministerio del Interior el estado de los procesos.
–¿Contaron con bases en el interior del país?
–Sí, contamos con 80 sucursales en todo el país. Nuestra flota de distribución se duplicó y durante la pandemia, como no teníamos la posibilidad de utilizar el tráfico aéreo para llegar a un destino en particular, sostuvimos todo el flujo de distribución de manera terrestre. Por eso, a partir de la experiencia y a partir de procesos flexibles y ágiles, además de la posibilidad de adaptarnos con tanta rapidez e infraestructura, fueron los principales aprendizajes que tuvimos.