"Los operadores son socios que agregan valor"

Ricardo Ernst, profesor de operaciones y logística global y ex vicedecano de la Universidad de Georgetown, disertante en el 6 Encuentro de Intercambio Profesional que organizó la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol), en la Universidad Católica Argentina, señaló en diálogo con La Nacion, que "la logística puede contribuir a mejorar la competitividad en un contexto de globalización, en la que América latina todavía se encuentra ausente".

¿La región está bien encaminada en materia logística?

Hay experiencias exitosas entre empresas y operadores logísticos que sirven. Los 11 casos que se publican en el libro de la Cámara son un buen referente para el sector, lo que muestra que las empresas están entendiendo la conveniencia de integrar al operador logístico no como un "socio" más que reduce costos, sino que, además, es un "socio" que agrega valor. Sin embargo, la Argentina aún presenta una ventaja no menor al 18% de los costos logísticos a raíz de su pobre desempeño.

¿Cuánto tendrán que ver en esa transformación los cambios generacionales?

Ahora se está viviendo una transición lenta en las empresas, la cadena de abastecimiento sigue siendo muy técnica, muy operativa, sin embargo hay infinidad de áreas donde el elemento social empieza a tener mayor preponderancia. Hay una mirada nueva en los negocios, más necesidad de compartir las mejores prácticas y ser competitivos. El modelo japonés de tomar una buena idea y mejorarla no ha perdido vigencia. Los chinos, que al principio sólo eran fuente de mano de obra barata, hoy hacen también productos de muy alta calidad.

Un impacto al interior de la empresa.

Después de estar 28 años en la universidad, puedo decir que se viene una generación nueva, con una conciencia distinta. Pertenecen a una sociedad diferente a la nuestra, que vino después de la guerra y con más recelo a manejar la información. Cuando hoy se logra un modelo exitoso, las empresas más jóvenes lo suben a su web, lo hacen visible. Lo usan como herramienta de mercadeo de sus negocios, y eso le hace bien a la industria porque todos mejoran.

¿Inversión extranjera directa o con desarrollo tecnológico local?

Creo que en el mundo globalizado en el que vivimos hoy es irrelevante dónde se ha hecho el tren, por ejemplo. Hay una polémica estéril a la hora de entender la necesaria relación público-privada, si lo importante es que ese tren funcione y preste el mejor servicio posible. La procedencia no debería ser un obstáculo a la hora de entender el beneficio que trae tener una buena infraestructura de logística. América latina no invierte lo suficiente y hay sociedades que lo vienen haciendo de manera más eficiente como la asiática, que entiende que la infraestructura va más allá del puerto y el aeropuerto.

¿Qué es lo interesante de la actual coyuntura?

Que la inversión ya no va tanto en dirección norte-sur, se está convirtiendo en una relación más horizontal donde intervienen muchos actores asiáticos invirtiendo en América latina, sencillamente porque desde México hasta la Argentina somos casi 600 millones de habitantes, y el potencial de demanda es extraordinario. Invertir en la región tiene un atractivo importante, aunque existan limitantes que condicionen el retorno esperado. Pero la inversión asiática, a diferencia de otras en el mundo, tiene una visión a más largo plazo y, sobre todo, está dispuesta a sobrepasar los altibajos de un corto plazo accidentado.