Logística: un sector que se recupera
A pesar de tener los costos más altos de la región y de haber perdido volúmenes de operación, las empresas apuestan a la inversión en sistemas y tecnología para ganar competitividad y productividad
El año de la logística puede dividirse en dos. Un primer semestre que no fue bueno, marcado por la pérdida de volúmenes de operación y un consumo retraído; y una segunda mitad donde la actividad acompañó el crecimiento de la economía, evidenciando mejoras que se reflejaron en el negocio logístico. “La primera mitad del año fue complicada, el nivel de actividad no pudo recuperarse como se esperaba, con exigencias muy complejas desde el mercado, para lo cual se requirió estar muy encima de los costos y la productividad”, reconoce Hernán Cervelo, gerente general de Exologística. Y agrega que “afortunadamente, vemos un último trimestre con mejores perspectivas en términos de volúmenes”.
Pese al contexto, desde el sector aseguran que estuvieron muy activos en materia de inversiones que incrementen la performance. “Apostamos a mejoras sustantivas en sistemas y tecnologías que aumenten la competitividad, pensando en las últimas estadísticas de la Asociación Latinoamericana de Logística (Alalog), que muestran al país con los indicadores de costos más altos de la región”, indica Carlos Musante, director Técnico de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol).
“La logística en el mundo se hace con infraestructura; en la Argentina la hacemos sin ella y nos sale muy bien”, señala Hernán Sánchez, presidente de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog). Y considera que “si tuviéramos la infraestructura de países desarrollados podríamos disminuir el costo logístico hasta 50%”.
Desde las empresas
Una característica de los últimos años es la incertidumbre en el entorno económico, que perjudica la llegada de inversiones. Sin embargo, la logística parece acostumbrada. “Todos los días tenemos un desafío nuevo, porque cuando creemos que los procesos están funcionando, de repente surgen cosas nuevas, así es el modo de vida de los que hacemos logística”, explica Fabián Yanonne, director comercial de Andreani. De todas formas, dice, a nivel político “no hay incertidumbre sobre el rumbo tomado, que, esta vez, favorece a la logística”.
En ese sentido, Carlos Risetti, director de Finanzas de Cruz del Sur, coincide en que “las iniciativas de 2017 a nivel político y económico fueron tendientes a destrabar el mercado y favorecer el crecimiento”. Y destaca aquellas medidas vinculadas a “la baja de la presión tributaria y a la reducción del costo laboral –lo que redundará en mayor productividad–, así como las orientadas a favorecer la inversión en infraestructura vial”. Asimismo, Eduardo Ford, director general de Gefco Argentina, considera que fue un año desafiante debido a los cambios en el contexto micro y macroeconómico: “Constantemente debimos analizar las nuevas tendencias y trabajar en pro de las mismas, anticipándonos en brindar respuesta al mercado para atender y superar sus expectativas”.
El impulso del e-commerce
Un capítulo aparte es la incidencia del comercio electrónico en el negocio logístico. Eduardo Bastitta, CEO de Plaza Logística, advierte que “la actividad de e-commerce tiene un potencial enorme y se desarrolla en todo el mundo, pero en el país tenemos que enfocar la logística en ese nuevo sector de la economía, porque aún no se le da el valor que tiene”. Al respecto, Alejandro Jasiukiewicz, gerente de DHL Express, indica que “el balance 2017 es muy positivo, ya que luego de varios años de caída en volumen de envíos internacionales la industria creció 17%, mostrando un aumento del 27% en importaciones, impulsada por el e-commerce”.
Por eso, Néstor Santa Ana, director de Fast Track, coincide en que la perspectiva 2018 es alentadora y más atractiva aún para 2020: “Con este escenario favorable proyectamos una fuerte demanda de servicios de alto valor agregado de reprocesos y primer/última milla. Hablamos de tasas de crecimiento sostenidas interanuales por encima de 55% en los segmentos de e-commerce nacional e internacional”. En efecto, añade Jasiukiewicz, “las importaciones seguirán creciendo y siempre hay oportunidades de expansión a través de e-commerce y redes couriers internacionales”.
El rol de la tecnología
Según Darío Plano, gerente de I+D de NeuralSoft, en 2018 comienzan a tomar fuerza 3 desafíos: “La omnicanalidad, con un creciente volumen de operaciones online, distintos tipos de entrega y consumidores más exigentes. La integración del software de gestión logística con sistemas de seguimiento satelital y de automatización o robótica, con sistemas inteligentes de almacenamiento o gestión que usan clientes y proveedores. Y, por último, la utilización de app mobile para gestionar, controlar y dar seguimiento a entregas mediante los mismos choferes”.
Por su parte, Martín López Ramos, gerente de Tecnología en Pointer, cree que “la posibilidad de hacer envíos, monitorear el transporte o bien almacenar carga de forma más eficiente impulsa un cambio de paradigma en la cadena de suministro que ya supera el 2.0”. Mientras que Rubén Belluomo, gerente comercial de Infor Cono Sur, apuesta a que 2018 será el año de la cadena de suministro digital con foco en el cliente: “Veremos cómo las tendencias avanzan redefiniendo modelos del negocio. Las cadenas de suministro del futuro cercano tendrán que operar en redes centradas en el cliente y llegar hasta allí es un camino largo que comienza con la transformación digital”.
Capacitar para el cambio
Por supuesto, también habrá que formar profesionales para el devenir logístico. “La educación del futuro tiene que generar capacidades en las personas que le brinden la posibilidad de resolver problemas”, considera Alejandro Leiras, director de Estudios de Arlog. Al respecto, Ignacio Sánchez Chiappe, director del IEEC, destaca 4 líneas tecnológicas que impactan en el entorno profesional: la realidad aumentada, la realidad virtual, Internet de las cosas y la robótica. “El secreto estará en una educación con estándares como los que demanda el mundo laboral y, si bien la universidad cumple un rol insustituible en la formación de base, hoy ya se requiere muchísimo más”, advierte.
“Debería hacerse un mayor hincapié en incrementar la eficacia. Por eso ponemos foco en el desarrollo de una visión integral de los procesos de las cadenas de abastecimiento, entendiendo que es el conjunto lo que debe optimizarse y no una parte, en un enfoque más colaborativo entre proveedores y clientes”, sostiene Walter Coronel, coordinador del Posgrado en Logística de la Fundación UADE. Mientras que Teresa Brandi, directora del Centro de Logística y Operaciones del ITBA, observa que “la capacitación debe acompañar los cambios, dándoles a las personas las herramientas para implementar y gestionar procesos más tecnológicos, ágiles y flexibles, que puedan responder a las necesidades cada vez más volátiles de los consumidores”.
Un futuro prometedor
“Las perspectivas son buenas, vamos a coincidir más en la macro con Brasil y se tendrían que normalizar los flujos logísticos, por lo que esperamos un año mejor en 2018”, puntualiza Alejandro Márquez, director de la división Internacional de iFLOW. En tanto que Bastitta cree que puede cambiar la tendencia, pero “los desafíos siguen siendo los mismos y giran en torno a la infraestructura, mejoraras de competitividad y de profesionalización del sector”. Por último, aporta Risetti, “se vuelve imperioso seguir desarrollando y fomentando la inversión en infraestructura y sostener variables macroeconómicas estables que acompañen la situación”.
Una logística sustentable, por Jorge Tesler
Estamos transitando una época de importantes cambios estructurales en cuanto a desarrollo de negocios. Volvemos a estar en mercados globales y la facilitación de normativas y acuerdos para mejorar nuestra competitividad es tema diario de las autoridades. Por lo tanto, es previsible que en 2018 las cuestiones logísticas estén al tope de las agendas públicas y privadas.
Tendremos que adoptar nuevas normativas y modelos de gestión para hacer sostenible el comercio con el resto del mundo y, en ese sentido, las cuestiones medioambientales y de eficiencia energética serán un foco de atención y desarrollo para quienes pretendan alcanzar estándares internacionales de competitividad.
Las empresas generadoras de cargas y los prestadores de servicios logísticos deberán asumir un fuerte liderazgo para que se implementen las mejores prácticas logísticas que respondan a los parámetros internacionales de sustentabilidad a lo largo de toda la cadena de suministros. En ese contexto, las empresas pymes seguirán siendo las más necesitadas de colaboración por parte de quienes conforman las cadenas logísticas, como también de gobiernos locales para la promoción de iniciativas de mejora con impacto en la sustentabilidad.
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