Logística. Los cambios que encara la provincia de Buenos Aires en puertos e infraestructura
El desarrollo de las terminales portuarias y la gestión a través de consorcios son los ejes centrales para hacer crecer la productividad y la competitividad de las pymes bonaerenses
En 1960, el comercio de mercaderías representaba el 20% del PBI del mundo. Hoy supera el 50%. ¿Cómo fue posible? Tecnología, comunicaciones y acuerdos fueron fundamentales. Pero los expertos aseguran que nada hubiera sido posible sin una caja de acero de 12 metros de largo, 2,5 de ancho y otro tanto de alto: el contenedor. Antes de su llegada, cargar y descargar mercaderías era caro e inseguro. Cada flota, cada puerto y cada industria tenían distintos parámetros para el acopio y transporte. Los costos eran altísimos y los accidentes portuarios se multiplicaban.
Hubo que ponerse de acuerdo. Fue el norteamericano Malcolm McLean quien a partir de una empresa de camiones fue instalando el estándar del actual contenedor. Los beneficios del acuerdo se trasladaron a todo el mundo: se estima que lo que en 1960 tenía un costo de US$420 por tonelada hoy es inferior a US$50.
Los bonaerenses nos estamos poniendo de acuerdo para que nuestros puertos sean más eficientes y permitan enviar, a costo cada vez más bajo, lo mejor de nuestras pymes al mundo.
Con más de 1500 km de costa, la provincia cuenta con 38 puertos operativos y más de 200 que se utilizan con fines recreativos. Desde el Puerto de San Nicolás, sobre el Paraná, hasta Carmen de Patagones, sobre el río Negro, la eficiencia del sistema portuario bonaerense es vital para la productividad de nuestra industria.
Junto a la Nación, la provincia de Buenos Aires está haciendo inversiones en infraestructura y transporte para hacer crecer la productividad: rutas, autopistas, aeropuertos, trenes, renovación de la flota pesquera… y puertos. Así, la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal encaró un plan con 1500 obras terminadas y más de 1100 en ejecución. Además, en los últimos días, se dio inicio a los consorcios de dos puertos vitales: Dock Sud y San Nicolás. En las próximas semanas, se sumará el puerto de Coronel Rosales, en el sur de la provincia.
¿Por qué consorcios? Es la manera más eficiente de administrar y hacer crecer una unidad portuaria. El Estado trabaja con el sector privado y sindical, donde la prioridad es la inversión y la gestión.
Qué es un consorcio portuario
El consorcio portuario es un ente público no estatal que tiene la finalidad de administrar y explotar el puerto; es un ente legal con un modelo de gestión pública acorde a la dinámica portuaria. Este nuevo modelo permite la planificación y la previsibilidad de la operación portuaria, punto principal para el desarrollo.
La gobernación elige a los presidentes de los consorcios y designa al directorio para garantizar los intereses de la provincia. Pero luego se sientan a la mesa del consorcio el sector privado, los trabajadores y los municipios. Los privados, además de inversiones y experiencia en gestión, traen a la mesa las necesidades: qué demanda el mundo, qué podemos producir y cómo deben adaptarse nuestros puertos para hacerlo rápido y al menor costo. El Tribunal de Cuentas, además, revisa cada decisión del consorcio.
En San Nicolás, el consorcio permitirá la llegada de inversiones y modernización de la infraestructura. Ya se está poniendo en funcionamiento un elevador de granos que llevaba 25 años sin uso. Cada inversión representa menos costos para el productor. El elevador funcionando significa US$20 de ahorro por tonelada. Hoy mueve tres millones de toneladas anuales y tiene un gran potencial de crecimiento. A su vez, se adelantan trabajos para que vuelva a llegar el tren de cargas a San Nicolás, haciendo aún más eficiente usar este puerto del norte de la provincia.
En Dock Sud, la mercadería anual transportada es cuatro veces superior y su potencial aún mayor. Más de 30% de todos los contenedores del país pasan por Dock Sud. Por su gran volumen en combustibles, la reactivación energética abre nuevos horizontes. La creación del consorcio permite planificar y facilitar las inversiones necesarias para ese crecimiento.
El consorcio del puerto de Coronel Rosales deberá trabajar en coordinación con el puerto de Bahía Blanca, que ya se está preparando para ser el puente de la energía de Vaca Muerta hacia el mundo. Con una inversión de US$570 millones, el tren Norpatagónico facilitará la llegada de mercaderías a los puertos del sur y multiplicará las pymes de bienes y servicios que forman parte de esa cadena productiva interna.
En Quequén, el consorcio ya lo está haciendo realidad con una inversión de $1800 millones para llevar la profundidad a 50 pies. Bancos públicos y privados, junto a una empresa líder en dragado, se unieron para llevar adelante esta obra que cambia las posibilidades de crecimiento de uno de los históricos puertos bonaerenses.
Sin puertos no hay comercio y sin comercio no hay crecimiento. Detrás de cada proyecto hay una visión de desarrollo. Puertos eficientes son condición imprescindible para que las pymes bonaerenses se integren a las cadenas globales de creación de valor, sumen ingenio y trabajo a los bienes y servicios del mercado mundial y así generen empleo de calidad en cada partido de la provincia.
Javier Tizado (h.)