Libre o protegido, ésa es la cuestión
¿Cuál de las dos visiones sobre el comercio mejora la competitividad de las industrias? Aquí, algunas reflexiones al respecto
El economista Ja-Hoon Chang deja clara su posición en contra de la postura actual de Estados Unidos sobre libre comercio.
Según el profesor, Estados Unidos tuvo la tasa arancelaria más alta del mundo entre mediados del siglo XIX y la Segunda Guerra Mundial. Por entonces, Estados Unidos estaba tratando de alcanzar a Gran Bretaña y sabía que si abría sus mercados, la poderosa industria británica demolería a su incipiente industria.
Chang da otros interesantes conceptos sobre proteccionismo. El cree que el proteccionismo no hace a las industrias automáticamente competitivas. Y lo compara con la educación de un niño. El niño no solamente por el paso del tiempo cambia y mejora sus aptitudes sino que se educa, se alimenta, entrena, etc. Lo mismo se exige a esas empresas que están protegidas: invertir en infraestructura, conocimiento, educación, etc.
El general Ulises Grant decía: "Los ingleses nos dicen que practiquemos el libre comercio. Por supuesto que lo haremos, sólo que 200 años más adelante, cuando seamos tan ricos como ellos".
El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en su libro El malestar en la globalización dice: " La apertura del comercio internacional ayudó a numerosos países a crecer mucho mas rápidamente de lo que habrían podido en caso contrario. El comercio exterior fomenta el desarrollo cuando las exportaciones del país lo impulsan; el crecimiento propiciado por las exportaciones fue la clave de la política industrial que enriqueció a Asia y mejoró la suerte de millones de personas".
Después es categórico cuando afirma: "Es verdad que el proteccionismo generalizado a menudo no ha funcionado en los países que lo han aplicado, pero tampoco lo ha hecho una rápida liberalización comercial".
Audaz o con cautela
El investigador chino Jiang Shixue, en su investigación Globalización y América latina realizada dentro del Instituto Chino de estudios sobre nuestra región, dice: "América latina hizo su integración a la economía mundial en forma audaz y vertiginosa, China lo había hecho gradualmente y con cautela".
Otra diferencia entre los procesos de apertura chino y el de América latina es que China hizo primero sus reformas económicas, buscando ser competitivo a nivel global y recién después inició su apertura externa. América latina, en cambio, emprendió las reformas económicas y la apertura en forma simultánea.
Otro economista, Friedrich List, decía que cuando los británicos hablaban en contra del proteccionismo, estos querían patear la escalera que ellos utilizaron para subir.
Tanto Japón, Corea y Estados Unidos protegieron las industrias, siendo conscientes de que este sistema no puede extenderse indeterminadamente y se debe ir mejorando el perfil de las exportaciones.
En cuanto a las reformas internas que ayudarían a superar los problemas, no creo que haya una receta única -no nos fue bien con el Consenso de Washington- sino que cada país debe generar sus soluciones y determinar su estrategia para el desarrollo.
Hay dos preguntas importantes por responder: ¿Qué tareas deben realizarse para la mejora de la competitividad? Y ¿qué tiempo deberá protegerse a una industria hasta que esté lista para competir?
Las reformas internas deberían apuntar a:
- Generar una educación de excelencia y una mano de obra más calificada
- Realizar inversiones en infraestructura y soluciones logísticas ya que los grandes mercados están lejos
- Ser previsibles, dar seguridad jurídica y mejorar el clima de inversión, sabiendo que competimos con Asia en el reparto de las inversiones mundiales
- Un sistema fiscal (gasto e ingresos) más justo que permita un financiamiento del desarrollo y una más justa distribución de la riqueza
- Crear un mercado integrado con países con un nivel similar de competitividad. En esto, la Comunidad Sudamericana de Naciones sería muy positivo, ya que mejoraría las economías de escala
En cuanto al tiempo, en América latina no estamos acostumbrados a planes de mediano y largo plazo, y 2015 o 2020 quedan muy lejos. Un análisis por sector debería fijar los plazos para la liberación gradual. Las industrias más competitivas se abrirían en 5 años y las menos eficientes en un plazo mayor, incluso hasta 2020.
Régimen ineficiente
La experiencia en la Argentina muestra en la práctica las afirmaciones de los especialistas que analizamos. Nuestro país instrumentó el régimen de sustitución de importaciones y generó un amplio retroceso en la industria, que no competía contra productos importados y tampoco exportaba, demostrando que no mejoraron la competitividad a pesar de la gran protección.
En la apertura de los comienzos de los ochenta la industria nacional sufrió la competencia y se generaron innumerables cierres y quiebras de empresas. En la apertura "discriminada" de los noventa, algunas industrias fueron ampliamente protegidas como la automotriz y otras como las textiles y calzados fueron golpeadas por las importaciones asiáticas y brasileñas, mucho más competitivas a nivel global.
¿En qué situación estamos hoy?
Desde hace más de 10 años, el nivel arancelario se fija a nivel Mercosur, por lo que la política en este sentido es más difícil de cambiar, ya que se debe consensuar con los demás socios del acuerdo de integración.
El autor es docente de la Universidad Nacional de Córdoba.