Las proyecciones para el campo tras la aplicación de nuevas retenciones
Especialistas hablan sobre la próxima campaña; inversiones, producción estimada, tipo de cambio y apertura de mercados son las variables
"Las tensiones comerciales y el proteccionismo ponen en riesgo el crecimiento del comercio internacional. Por otra parte, el fortalecimiento del dólar afecta los precios de las commodities. Esto coloca a la Argentina frente al desafío de crecer en cantidades exportadas, y en valor agregado", señaló Ezequiel de Freijo, economista de la Sociedad Rural Argentina (SRA), en una de las presentaciones organizadas por la entidad en las que se analizó el panorama internacional y el del sector agropecuario. Su declaración funciona como preámbulo para analizar la inversión para la campaña agrícola 2018/19, que alcanzará los US$12.000 millones destinados a maquinaria y equipos, fertilizantes, fitosanitarios y diversos insumos. La producción estimada para 2019 es de unas 124 millones de toneladas de granos. En tanto, las exportaciones de este año alcanzarían los US$31.600 millones, y para 2019 aumentarían cerca de US$8000 millones, finalizando en unos US$39.000 millones, según proyecciones de la SRA.
Para la próxima campaña los productores disponen de menos capital de trabajo como consecuencia de la sequía, recordó De Freijo, a la vez, "la tasa de interés es una limitación a los proyectos de inversión". También la vuelta de las retenciones cambia el escenario: se aplicarán $4 por dólar exportado a la producción primaria y $3 por dólar al resto de las exportaciones. Con un tipo de cambio de unos $38 por dólar, la retención a productos como trigo o maíz llegaría a un 10%. En el caso de los porotos de soja, la alícuota disminuye de 25,5% a 18%, pero además hay que sumar $4 por dólar, por tanto, con un tipo de cambio de unos $38 por dólar, los porotos, harina y aceite de soja pagarían un 28% de retención. "Esto lleva a que puedan modificarse decisiones de siembra: para el maíz hay insumos que siguen al dólar, y a esto se debe agregar la retención, por lo cual el costo de producir maíz será mayor al de producir soja. Así, es posible que disminuya el área sembrada de maíz y se incremente el de soja", explicó De Freijo.
En cuanto a la macroeconomía, Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de la consultora OJF, señala que "por la suba de la tasa de interés en Estados Unidos salen capitales de los países emergentes, y entre los más golpeados están Turquía, Brasil y la Argentina. Además, en nuestro país la inflación no cede, y el principal socio comercial, Brasil, no da señales de una recuperación en lo inmediato". Respecto de la deuda externa y el acuerdo con el FMI, Spotorno señala: "Lo importante es preguntarnos en qué se utilizan los capitales; lo ideal es invertir para lograr mayor productividad, así será posible incrementar las exportaciones y que la economía crezca".
Por su parte, Andrés Domínguez, director de RED Consultora, destaca que el cuidado del medio ambiente tendrá un peso cada vez mayor en el comercio y dice que hay que explotar el potencial de los alimentos orgánicos: "En países como Alemania se paga el doble por un producto orgánico; la ganancia para el productor es mayor, pero es necesario contar con las certificaciones correspondientes si se quiere acceder a las góndolas de un supermercado".
Diversidad y crecimiento
Este año se exportarán unas 420.000 toneladas de carne, pero se estima que en 2019 los envíos alcanzarán las 500.000 toneladas; "también se incrementarán las ventas de cueros", señala De Freijo, quien añade que la cuota Hilton está cubierta en más del 90% mientras que años atrás no alcanzaba a completarse. "También la producción regional gana competitividad y mejora su inserción internacional, por caso, en julio los envíos al exterior de vino aumentaron un 20%. Este año las exportaciones de las economías regionales llegarían a los US$6200 millones y para 2019 se proyectan unos US$7100 millones", agrega el economista.
Por su parte, Evangelina Dulce, de la Secretaría de Agroindustria, destaca las oportunidades para el sector: "La población global crece, en especial en Asia y África; hay migraciones del campo hacia las ciudades; la clase media aumenta, y esto significa mayor demanda de alimentos. A la vez, un consumo creciente de productos elaborados, aceites y carnes. La Argentina puede abastecer esa demanda. Desde la secretaría se trabaja en la identificación y apertura de nuevos mercados, por ejemplo, se abrieron los mercados de Canadá y Uruguay para carne aviar; Colombia para cítricos; Corea para arvejas y lentejas; Tailandia para arándanos; Singapur para carne ovina, bovina y caprina; México para limones; China para uva fresca y arándanos; Japón para carne vacuna y ovina de la Patagonia". En el caso de la carne ovina, explica Dulce, "hay una cuota establecida por la Unión Europea y los envíos de la Argentina están creciendo. A la vez, se negocia la apertura de nuevos mercados para la carne ovina". Y agrega que un destino importante para las legumbres es India: "Allí la demanda es alta y los productores pueden llegar con lentejas, arvejas, porotos, garbanzos, entre otros".
Para De Freijo, más allá de 2019, "es clave avanzar en la inserción internacional de nuestros productos. Un comercio exterior dinámico es lo que posibilitará el crecimiento de la producción y el desarrollo de la economía".