La agenda del próximo presidente
Sin importar quién suceda a Cristina Kirchner, hay una lista de temas que afectan al comercio internacional y que el próximo presidente deberá abordar; tarea para los privados
Aunque todavía falta un tiempo para que se termine de dilucidar quién será el próximo Presidente, existe una agenda de temas vinculados al comercio exterior que será común a cualquiera de ellos.
Para empezar, de acuerdo con el fallo reciente de la Organización Mundial de Comercio (OMC), las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) deberán dejar de aplicarse -como tales- a partir del 31 de diciembre. Nadie duda de que las DJAI serán reemplazadas por otras herramientas que permitan proteger -de alguna manera-, la industria local y la fuga de divisas, pero lo que sí sería necesario es que el nuevo sistema permita tener reglas claras para el sector.
Actualmente, dicha discrecionalidad en la entrega de permisos para importar hace que los propios importadores se deban cubrir y entonces la suba de costos termina perjudicando directamente al consumidor final. Dicho sistema de autorizaciones terminó generando, en la práctica, una mayor concentración en el mercado importador, ya que muchos operadores chicos cerraron ante las dificultades, y los que encontraron la vía para poder obtener las autorizaciones se ampliaron en forma exponencial.
El saber cuánto se podrá importar anualmente y si se acumulan o no las autorizaciones permitiría tener algunas certezas que impactarían positivamente en la planificación y por ende en los costos de los productos.
Inflación y tipo de cambio
En el caso de los exportadores, uno de los grandes temas a tratar es el de la inflación y el tipo de cambio. Actualmente, el sector está preocupado, dado que los costos -como consecuencia de la inflación- aumentan, pero el tipo de cambio se mantiene fijo.
En ese sentido, la gran necesidad de cara a la llegada del próximo gobierno es que se logre finalmente aplanar la inflación o, si no es así, que haya una mejor correlación entre la inflación y el tipo de cambio.
En relación a la inflación aparece otro fantasma que es el de la devaluación, cuyo rumor (casi una constante en los últimos tiempos) perjudica la dinámica del sector, ya que algunas empresas prefieren no vender porque piensan que en breve el producto va a salir el doble.
También sería importante incluir en la agenda del próximo gobierno la necesidad de incentivar la oferta y el uso de herramientas financieras para bajar costos, especialmente aplicado a las pymes, que muchas veces no tienen acceso a un financiamiento más económico o desconocen el mismo.
No es una novedad hablar de la necesidad de que haya mayores inversiones en infraestructura, pero tampoco debe dejar de remarcarse. Hoy en día, traer un contenedor desde China sale más barato que llevar dicha mercadería de Pilar al puerto. Es cierto que en parte eso se debe a la baja de precio por el menor movimiento en el comercio marítimo, pero también pone en evidencia los altos costos y falta de alternativas para el transporte local.
Para concluir, es evidente que cuando no están claras las variables que inciden en las decisiones de los empresarios, la apuesta parece ser no quedar mal parados, más que pensar en crecer. Pero también en ese sentido hay que marcar la necesidad de que ciertos sectores salgan de su estado de confort y analicen inversiones para el crecimiento.
El Estado, en ese sentido, podría aportar mayores estímulos (líneas de créditos, por ejemplo) que permitan apostar no sólo por mantenerse en pie sino también por evolucionar.
El autor es gerente general de Outland Logistics.
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