La agenda de los importadores se resume en tres palabras: permisos, pagos y dólares
Los empresarios reclaman lograr automaticidad en las operaciones, y respeto por las deudas
Las importaciones fueron un blanco testigo de la política económica de la administración anterior. La necesidad de dólares dejó de ser prerrogativa del sector privado para ser potestad absoluta de la demanda de energía del gobierno K. Las DJAI , los controles en Aduana y el Banco Central como última instancia de autorización hicieron que el aprovisionamiento de bienes de capital y materias primas (que componen más del 70% de lo que el país importa) se transformara en un calvario.
"El primer tema que deberá tratarse es cómo se reemplazarán las DJAI a partir del 1° de enero, o antes, que marque un cambio hacia la automaticidad, por lo menos en la gran cantidad de productos importados que no tienen contrapartida alguna de producción nacional", señaló una fuente cercana a la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
Si bien desde la entidad en numerosas oportunidades se protestó por el comercio administrado, reconocen también que lo que se necesita es "un nuevo sistema de administración, previsible, que gane en automaticidad", indicó.
Mientras se evalúa con expectativas el desarme del cepo , los importadores no desconocen que la situación de los recursos es bastante crítica, y que probablemente no sea posible en una primera instancia recuperar la flexibilidad del sistema.
"Sí nos gustaría ver una tendencia hacia la recuperación paulatina de los niveles de automaticidad en productos que no tienen contrapartida local y son críticos", añadió la fuente.
Consultado sobre si el sistema de licencias (mecanismo autorizado por la Organización Mundial del Comercio para regular las importaciones temporalmente) podría reemplazar las DJAI, explicó que podría avanzarse hacia un sistema donde "coexistan las (licencias) automáticas con las no automáticas, sobre todo bajo la figura de certificaciones técnicas, de calidad, medioambientales o laborales, como sucede en otros países del mundo".
El segundo de los temas de la agenda de los importadores tiene que ver con el ritmo de los pagos al exterior.
"En este punto, deben existir garantías de coordinación entre la Secretaría de Comercio y el Banco Central , para que las autorizaciones no tengan inconvenientes a la hora del pago. Esperemos que el Banco Central vuelva a tener un rol secundario en el comercio exterior , más allá de alimentar con datos a la Secretaría de Comercio, con recursos para informar, pero no como partícipe en la definición de autorización o de pagos a lo que previamente se autorizó", manifestó.
Y por último debe buscarse una solución a la deuda: "Los importadores acumulamos una deuda importante con los proveedores y las casas matrices, que probablemente ronde los 8500 a 9000 millones de dólares. Sabemos que no hay una solución inmediata, pero necesitamos que se respete la realidad del problema, y esto significa que el importador estaba dispuesto a pagar y no pudo porque el Banco Central no autorizó los dólares", indicó, tras agregar: "Ojalá que la solución que se genere no implique el quebranto para los importadores, y que se respete la moneda de la deuda".
¿Tienen expectativas para que el comercio exterior se convierta en política de Estado?, preguntó La Nacion: "Creemos que el nuevo gobierno apostará a la internacionalización de la Argentina, con el convencimiento de que es la única forma de desarrollo posible para un país con 40 millones de habitantes, cuyo mercado debería ser el mundo. Creo que la designación de la nueva Canciller (Susana Malcorra) y las principales figuras de Economía marcan que se va en esa dirección", reflexionó.
"Más allá de tipo de cambio y del cepo -continuó- la Argentina debe trabajar con un programa de metas, que reorganice el sistema de subsidios, que reduzca el gasto público sin afectar el empleo, y que permita volver a los mercados voluntarios de crédito", concluyó.
Santisteban se alejó de la cira.
El histórico referente del sector importador, Diego Pérez Santisteban , renunció a la presidencia de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) hace dos semanas .
Por medio de un escueto comunicado, la entidad dio a conocer la decisión de Santisteban, quien declinó hacer declaraciones respecto de su alejamiento ante una consulta de LA NACION.
En el sector se especula con la posibilidad de que Santisteban integre alguna comisión o equipo vinculado a la gestión de Miguel Braun , flamante secretario de Comercio. El vicepresidente de la CIRA, Oscar Pérez, asumió la presidencia en principio hasta febrero, cuando se convocará a una asamblea extraordinaria para elegir el presidente que cumpla el mandato que vence en mayo de 2016. Si Pérez no continúa hasta mayo probablemente lo suceda Rubén García, secretario de la Cámara de Importadores.