IATA: equilibrio entre elogios y reclamos
Al mismo tiempo que destaca un mejor clima en el país, la organización señala la necesidad de encarar cambios en infraestructura y costos
En 20 años, habrá 7200 millones de pasajeros aéreos en el mundo -el doble de los que vuelan actualmente-. Si la Argentina quiere captar parte de ese crecimiento, hoy mismo debe empezar a ejecutar una serie de cambios profundos.
En un cuidadoso equilibrio entre elogios y enumeración de "pendientes", Peter Cerda, vicepresidente regional de las Américas de la Asociación del Transporte Aéreo Internacional (IATA por su sigla en inglés), recorrió la agenda aérea del país. Minutos después de haberse reunido con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, destacó el cambio de clima y "la oportunidad de dialogar" como contracara del "estancamiento" que vivió el sector en los últimos 12 años.
Cerda habló de la importancia de la infraestructura tanto aérea como terrestre.
"La falta de una infraestructura adecuada en algunos aeropuertos representa una desventaja económica para el país, una cuestión que debe abordarse antes de que se convierta en un problema mayor de cara a los 7200 millones de pasajeros que volarán globalmente dentro de 20 años. Si no se acometen importantes cambios, la Argentina no podrá captar parte de este crecimiento. En la actualidad, el país ocupa el puesto 106 del ranking de calidad de infraestructura que elabora el Foro Económico Mundial, por detrás de Colombia (78), México (63) y Chile (45), por lo que aún queda mucho margen para mejorar", arrancó.
El cierre de Mendoza
Luego evaluó que el plan 2016-2019 del Organo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) es un paso en la dirección correcta, que la inversión para la modernización de los aeropuertos es un aspecto muy positivo, pero que el cierre del Aeropuerto de Mendoza -cuya reapertura está prevista para el 7 de diciembre- supone el corte de una de las principales arterias de conexión con otras ciudades.
"IATA ofreció recursos técnicos a las autoridades con el fin de garantizar la continuidad del servicio durante la ejecución de las obras de mejora. La conectividad aérea es vital para el comercio internacional y el cierre de los aeropuertos no es la norma en el sector de la aviación", dijo. Cuando se lo consultó respecto de cuál es la norma, explicó que si bien hay distintos mecanismos, una opción es extender los tiempos de trabajo pero manteniendo la operación.
"Nuestra visión sobre el potencial de la aviación en la Argentina es muy optimista. Tenemos conversaciones regulares tanto el presidente Macri como con el ministro Dietrich, y ambos están firmemente convencidos de la necesidad de fortalecer al sector del transporte aéreo", dijo.
Los buenos alumnos
Como en otras oportunidades, el representante de IATA dejó en claro quiénes son los buenos alumnos de la región. "Estoy seguro de que la Argentina camina en la senda de la cooperación, que está en una etapa proactiva y de crecimiento, con una visión más favorable de la aviación y de los enormes beneficios de la conectividad aérea, siguiendo el ejemplo de países como Chile, Colombia y Panamá", dijo antes de mencionar que otro de los puntos que figura en la agenda tiene que ver con la gestión del espacio aéreo.
"El sistema actual está obsoleto, alarga el tiempo de viaje de los pasajeros y es ineficiente para las aerolíneas, lo que genera costos innecesarios y aumenta la huella medioambiental de la aviación. Las autoridades deben cooperar con la industria para asegurar que la nueva infraestructura satisfaga las necesidades de todas las partes. IATA está lista para colaborar con EANA (Empresa Argentina de Navegación Aérea) y acelerar estos cambios. No hay que inventar la rueda, alcanza con copiar lo que se hizo bien y dio resultados en otros sitios", comentó.
Bajar los costos
Otro de los cuestionamientos -también reiterados- tiene que ver con el costo operativo. "Argentina necesita aplicar tasas más razonables a los pasajeros. Latinoamérica está plagada de impuestos y tasas muy elevados que reducen la capacidad de las aerolíneas para hacer negocios en la región y ser competitivas. En el caso de la tasa por pasajero internacional, la Argentina aplica algunas de las más caras de la región. Por desgracia, este tipo de medidas perjudican los viajes, frenan la expansión de las aerolíneas y entorpecen el desarrollo económico. Nos preocupa también el aumento propuesto de las tasas -del 5% al 10%- para los pasajes internacionales, una medida que sólo puede perjudicar la conectividad aérea y el turismo. Con seguridad, el daño superará los beneficios de los ingresos adicionales a corto plazo, como vimos en otras partes del mundo donde se aplicaron impuestos como ese", advirtió.
Para el final dejó algunas cifras y la idea de que el sector en el país está en "un momento crucial". "El transporte aéreo juega un papel vital en la Argentina. La aviación genera más de 296.000 empleos directos e indirectos, y contribuye con US$9600 millones al PBI. Pero estoy seguro de que puede ofrecer muchas más ventajas si todos los gobiernos de la región adoptan la fórmula que ya ha sido un éxito en otras partes del mundo", concluyó.