Hidrovía: marcha atrás en la licitación corta para el dragado de la vía navegable
Todo parecía indicar que la filial local de Jan de Nul había ganado la contienda, pero se anuló el proceso y quienes quedaron eliminados tendrán una nueva oportunidad
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Nada es demasiado definitivo a la hora de establecer quién se quedará con el negocio del dragado de la Hidrovía. Ni siquiera después de una licitación.
La Administración General de Puertos (AGP) fue la encargada de llamar a una compulsa por 180 días prorrogables (una licitación corta) para la realización de tareas de dragado en la vía navegable, con un presupuesto oficial de US$80 millones. De los cuatro contendientes quedó solo uno: la filial local de Jan de Nul, que fue la única que tuvo el visto en la propuesta técnica (y por eso no se llegó a abrir el sobre con la propuesta económica). Pero, como en la película El día de la marmota, todo vuelve a comenzar.
La próxima etapa “larga” es la que concederá los trabajos por un estimado de 15 años. Al respecto, el presidente del nuevo Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable, Ariel Sujarchuk, que tomará la posta de la AGP para realizar los pliegos de la licitación definitiva, dijo que estarán listos para fin de año.
Mientras tanto, los trabajos no pueden dejar de hacerse, y es Compañía Sudamericana de Dragados, el cuartel general de Jan de Nul en la Argentina y ex Hidrovía S.A (a cargo de los trabajos durante 26 años), quien fue contratado por unos meses, de manera directa, para continuar con esta tarea una vez vencida la licitación anterior, el 30 de abril de 2021. También parecía haber ganado la licitación corta, pero no.
Protestas y tasas millonarias
Dos de los consorcios que quedaron fuera de juego no aceptaron la decisión y decidieron darle pelea. En primer lugar, la dinamarquesa Rohde Nielsen junto con Emepa, la empresa que era socia de Jan de Nul y que formó parte de Hidrovía S.A, a cargo del balizamiento en ese entonces, que pagó una tasa de US$800.000 no reintegrable para que se revise el dictamen de la AGP. Emepa ahora va no solo por el balizamiento sino también por el dragado. No se amedrenta por el hecho de que su presidente, Gabriel Romero, confesó en 2018, en el marco de la causa de los cuadernos, el pago de US$600.000 en sobornos para la renovación del contrato de Hidrovía S.A en 2010 y por 10 años.
La otra Unión Transitoria de Empresas (UTE) en disconformidad está compuesta por la belga Dredging International y su sede en la Argentina; la compañía china CCCC Shanghai Dredging CO y la argentina Servimagnus S.A. Este consorcio también presentó un reclamo en el que consideraba que no debía pagar la tasa, pero finalmente dijo que estaba dispuesto a hacerlo. No hizo falta.
Tras la apertura del primer sobre con las presentaciones técnicas de los cuatro rivales, solo quedó Compañía Sudamericana de Dragados “como la única oferta calificada para pasar a la instancia de apertura y análisis del Sobre N° 2″, manifestó el dictamen de AGP. Solo faltaba entonces abrir el segundo sobre con la propuesta económica, algo que no ocurrirá.
Finalmente, la AGP dio su brazo a torcer y todo vuelve a comenzar, aunque fuentes allegadas a la entidad dicen que las presentaciones “fueron un desastre, con errores muy burdos; faltaba documentación y había certificados vencidos, entre otras cuestiones que parecían de gente amateur”. Aún así, la AGP afirma en su comunicado que las ofertas no se ajustan a sus disposiciones y que respondió 86 preguntas, además de seis circulares aclaratorias. Pero no fue suficiente.
La AGP decidió dar marcha atrás y volver a foja cero con este argumento: “Que, al quedar una sola propuesta en condiciones de ser precalificada para una segunda instancia de evaluación, se ha visto acotado el grado de participación real y efectiva pretendido por esta Sociedad del Estado, al frustrarse así la posibilidad de conocer mayor cantidad de ofertas económicas”.
No sucedió lo mismo con la propuesta de Emepa para quedarse con el balizamiento, una licitación con dos oferentes de los cuales quedó solo uno: la empresa de Romero, al menos hasta ahora. “La oferta de Emepa estaba 7% por debajo de la estimación oficial, y la otra era más cara”, dijeron fuentes oficiales.
Sin efecto
“Se estima oportuno y conveniente dejar sin efecto el presente llamado y convocar un nuevo procedimiento selectivo de ofertas con el mismo objeto, previo ajuste de las bases y condiciones que habrán de regir la compulsa, procurando un acortamiento de los plazos”, comunicó la AGP. Según informan desde la entidad, es probable que haya solo un sobre para abrir esta vez. Se tomarán 20 días para presentar un nuevo pliego de bases y condiciones particulares.
Por su parte, en Jan de Nul, que tiene 400 empleados en la Argentina, están en un estado de alerta y puede ser que no se queden quietos y avancen con una presentación ante las autoridades. “Desprolijo” es la palabra que se escucha en boca de allegados a la empresa.
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