Hidrovía: cómo se mantienen las condiciones de navegabilidad
Las dificultades que plantea la vía fluvial son prácticamente cotidianas
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Mantener las condiciones de navegabilidad de la Hidrovía Paraná-Paraguay es un trabajo de 24 horas los 365 días del año. La hidrovía es un conjunto de áreas, denominadas pasos, donde el río se comporta de forma crítica. En estos sectores es frecuente la intervención de las dragas. Para llevar un monitoreo estricto de dichas áreas la empresa Jan de Nul tiene en la Argentina la última tecnología disponible en el mercado para la adquisición de datos batimétricos, el punto de partida de cualquier trabajo de dragado preventivo.
Para realizar dicha tarea se requiere de un grupo de trabajo altamente capacitado e interdisciplinario. Estos grupos involucran a personal logístico, ingenieros que planifican las tareas de dragado necesarias y personal embarcado que llevan a cargo estas tareas. Es sumamente importante notar que todos los trabajos de mantenimiento se realizan sin perturbar el normal tráfico de los barcos que navegan por la Hidrovía.
Estas operaciones afectan un total de aproximadamente 500 profesionales de distintas áreas. Para analizar en tiempo real el estado de vía navegable la empresa dispone de ocho embarcaciones hidrográficas que permanentemente monitorean la ruta navegable y generan una cantidad significativa de información que debe ser procesada por personal idóneo. Del análisis de esta información se determinan las áreas del río en las cuales se necesita un dragado preventivo a fin de mantener las condiciones de navegabilidad óptimas, sin que se alteren los calados, anchos de solera y diseño del canal.
De esta forma se provee a los armadores la suficiente previsibilidad para la programación de sus movimientos y cargas.
El mantenimiento de la vía navegable consiste en el dragado sistemático y planificado del río, tratando de anticiparse a las modificaciones naturales del cauce que este mismo produce. En estas tareas se remueven un promedio de 30 millones de metros cúbicos anuales bajo condiciones normales del río. Esta situación se modifica considerablemente bajo los efectos del fenómeno de El Níño, que consiste en una intensificación de las lluvias en la cuenca del Paraná y su consecuente influencia en la altura del río. Se han llegado a dragar más de 45 millones de metros cúbicos en los años 2010 y 2016, representando un incremento en el dragado de más del 50% en un año.
Como consecuencia de este fenómeno, en estos períodos fue y es necesario la movilización de equipos adicionales de forma rápida a fin de mantener las condiciones de navegabilidad. Por ejemplo, durante el año 2016 se produjo unos de los Niños más importantes registrados hasta la fecha. En esa oportunidad la empresa movilizó con suma celeridad una de las dragas cortadoras más importantes del mundo con una potencia total instalada de 23.520 KW que operó en las trampas de sedimentos que se diseñaron en el Canal Emilio Mitre.
Adicionalmente, se incorporó una draga de succión por arrastre de 14.000 metros cúbicos de capacidad de cántara, siendo en ese momento la draga de mayor porte que hubiera trabajado en Argentina. Durante ese año operaron simultáneamente 10 equipos de la compañía Jan De Nul en la hidrovía. Dicho esfuerzo adicional permitió la normal circulación de las embarcaciones y cargas argentinas.
La empresa Jan De Nul ha demostrado su compromiso con el país superando todas las adversidades a lo largo de los últimos 25 años, trabajando mancomunadamente con sindicatos y productores, garantizando previsibilidad y seguridad de la principal vía de exportación del país.
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