Gonzalo Mórtola. "El contrato con Rotterdam no nos cuesta nada"
El interventor en la AGP defendió los tres acuerdos de asesoría portuaria que firmó el país; la proyección de Buenos Aires a 50 años
"Por favor pónganse los auriculares. Hablaré en castellano porque quiero hablar sobre los próximos 50 años del puerto de Buenos Aires."
Gonzalo Mórtola, el interventor en la AGP, pronunció la frase en el inglés que aprendió en el Cardenal Newman -el mismo colegio al que fue Mauricio Macri-. Luego, en su lengua madre, dijo ante los participantes del Foro Internacional de Transporte que lo primero que hay que plantear cuando se quiere desarrollar un puerto son las políticas portuarias y enumeró algunos de los que considera son los principales logros de la gestión que arrancó en diciembre de 2015, como la eliminación de la obligatoriedad del seguro a la carga.
-¿Por qué dijiste que es clave analizar las alianzas globales a la hora de diseñar un puerto?
-Un ejemplo claro. Hoy tenemos tres operadores portuarios en Buenos Aires: Hutchison, APM, y Dubai Ports (DP World). APMT pertenece al Grupo Maersk, que acaba de comprar a Hamburg Sud como naviera, hoy el principal cliente de DP World. La pregunta es ¿qué pasará? Por eso es importante tener dos terminales y no una. No sólo para preservar los puestos de trabajo y generar más, sino también por las futuras alianzas que puedan ocurrir.
-¿De qué se trata la política portuaria?
-De hacer mover el engranaje de la comunidad portuaria, que está integrada tanto por los operadores portuarios como por las navieras y los diferentes organismos del Estado. Son muchos los que la integran.
-¿Y los gremios?
-También.
-Hicieron una asamblea la semana pasada -y harán otra-, preocupados por el rediseño del puerto. Están furiosos.
-Los gremios también forman parte de la comunidad portuaria y no están furiosos, venimos hablando mucho con ellos. Todo cambio genera ansiedad y quieren entender por dónde vamos. Es lo que estamos explicándoles y dentro de poco tendrán lo principal, que es lo que quieren saber, que tiene que ver con las fuentes de trabajo. Nosotros preservamos y cuidamos exactamente lo mismo.
-¿Podrán presentarse a la licitación los concesionarios actuales?
-Pueden presentarse absolutamente todos dentro del marco legal argentino. La licitación será pública e internacional.
-¿Cuándo salen los pliegos?
-Muy pronto.
-Sería en abril.
-Entre abril y mayo. Es por los próximos 50 años. Estamos dentro de los tiempos normales.
-Se publicó que durante el viaje de la vicepresidenta a los Emiratos, DP World ofreció una inversión de US$ 200 millones que el Estado rechazó porque quiere llamar a licitación ahora. ¿Por qué no esperar a 2019, que es cuando se vence la concesión?
-Reglas claras y ser previsibles implica cumplir con los contratos. Hay un contrato que se originó en los 90 que establece que en diciembre de 2019 vencen las licitaciones. Dentro de la ley todo, fuera de la ley nada.
-¿Quienes ganen se harán cargo a partir de 2019?
-Absolutamente. Puede pasar que alguno de los que están operando gane y en ese caso le de la continuidad a partir del momento que quiera.
-Otra de las críticas apunta a la falta de claridad y difusión de qué es lo que se firmó con el Puerto de Rotterdam.
-Es un contrato. Hubo poca difusión, no poca claridad. Venimos trabajando sobre el diseño portuario hace seis meses. Se trata de asistencia técnica.
-¿Reemplaza lo de España?
-No, son cosas totalmente diferentes. Hay confusión si quieren generarla. Son tres cosas bien diferentes. Por un lado tenés ALG, la consultora N° 1 en cuantificación portuaria, cuánto vale nuestro puerto.
-¿Es donde está Indra?
-Sí.
-Ahí lo que se cuestiona es que hubo contratación directa.
-Está dentro de la ley de compras y contrataciones. Se puede criticar lo que quieran, en todo caso habría que cambiar la ley. Por otro lado tenemos un acuerdo con Rotterdam que tiene que ver con el rediseño del puerto, buenas prácticas, asesoramiento y capacitación. Y por otro, Valencia Port que nos guía en lo que refiere al pre-gate, al estacionamiento de camiones.
-¿Cuánto le cuesta al país cada uno de esos contratos?
-El de Indra, 500.000 euros. Valencia Port 28.000 euros.
-¿Y Rotterdam?
-Nada.
-¿Cuál es su beneficio?
-Es el mejor puerto del mundo. Sienten un gran cariño por nosotros y nos une un respeto mutuo. Están encantados y de esa manera nos recibieron.