Gestionar el talento será una de las prioridades del comercio exterior en 2021
Que 2021 va a ser un año difícil para la economía nacional e internacional no es ninguna novedad. Específicamente en nuestro país, el comercio exterior tiene problemas adicionales, producto de la brecha cambiaria, las regulaciones para los pagos al exterior, las restricciones para la importación y la inestabilidad macroeconómica. Las exportaciones están cayendo 14%, el doble que las exportaciones mundiales y si se mide sólo las exportaciones argentinas al Mercosur, es el doble que el de la caída a todos los destinos.
A su vez, recientemente se ha reglamentado la ley de economía del conocimiento con beneficios para la exportación de servicios profesionales, tecnología, software, entre otros sectores, que permitirá dinamizar una industria que genera mucho trabajo en la Argentina y que cuenta con recursos humanos muy capacitados. Es importante contar con políticas de largo plazo como esta para dar previsibilidad a sectores claves de la economía.
Por otro lado, la pandemia nos enseñó que había cambios que no solo podíamos, sino que debíamos hacer tanto en nuestras vidas personales como en lo laboral. La gran mayoría de las organizaciones en el mundo adoptaron el teletrabajo y más de la mitad de los trabajadores hoy hacen homeworking, lo que los impulsa además a explorar la posibilidad de prestar servicios no solo a nivel local sino internacionalmente.
Por otra parte, la tendencia para los próximos años es que las oficinas se conviertan en espacios similares a los del coworking, más abiertos, originando así una nueva lógica de trabajo, que seguramente planteará diferentes y desafiantes relaciones personales y laborales.
Este nuevo escenario también implica acceder a una educación con un mejor nivel académico, aunque todavía persisten dudas respecto a la eficacia del proceso ya que la interacción personal siempre agrega un valor agregado para el aprendizaje y el desarrollo de nuevas habilidades. En este mismo sentido, se sabe que capacitación no significa necesariamente aprendizaje si no se la acompaña de un entrenamiento y acompañamiento personalizado, lo que muchas veces resulta difícil realizar de manera online.
¿Estamos realmente preparados para enfrentar estos cambios? ¿Qué estrategias podrían ser las más adecuadas? Son problemáticas que atraviesan a todas las organizaciones y que serán claves para su crecimiento.
Todos estos temas son actualmente preocupación entre quienes deben gestionar el talento dentro de las organizaciones y por supuesto el área de comercio exterior no queda exenta. En general, para estos profesionales se requiere, más allá de las técnicas, habilidades blandas relacionadas con la orientación al cliente y los resultados, la capacidad de negociación, el trabajo en equipo; y, para aquellos que dirigen personas, el liderazgo.
Pero quizás uno de los más importantes desafíos para la alta gerencia en el futuro próximo estará relacionado con la productividad y la cultura organizacional. El primer tema es crucial puesto que en un escenario de cada vez más alta competencia y precios y márgenes en baja, la retención del talento y la optimización del recurso humano rápidamente se impondrá como prioridad.
La posibilidad de realizar el trabajo desde nuestras casas nos mostró que ya no es necesario cumplir horarios o sumar una determinada cantidad de horas a la semana, sino por el contrario cumplir con objetivos. Ahora, ¿todas las organizaciones y equipos están realmente preparadas para eso? Apuesto que muchos de quienes están leyendo no se han comprometido a realizar una cierta cantidad de tareas o a finalizar un determinado volumen de negocios, trámites u operaciones en un período definido de tiempo.
Lamentablemente, el proceso para llegar a semejante nivel de gestión requiere no solo de tiempo sino de una madurez organizacional tal que pocas empresas, especialmente entre las pequeñas y medianas, lo hacen y lo mantienen como una buena práctica. Un catalizador para lograrlo es incorporar management profesional, aunque por supuesto no deja de ser una decisión estratégica y que también tiene que ver con la madurez de los socios y fundadores.
El otro tema tiene que ver con aspectos culturales organizacionales. Esto que puede parecer algo etéreo, no deja de ser un factor clave de éxito de las empresas profesionalizadas. Quejas de clientes importantes o disminución en la venta sin explicaciones coherentes, la repetición de errores totalmente infrecuentes, detectar "ruidos" en equipos de manera repetitiva, o conductas extrañas en personas clave y líderes son síntomas claros de personas que se alejan de los valores de la organización y exigen firmeza en las decisiones, en especial de los directivos y alta gerencia.
Si bien las condiciones legales laborales imperantes no son las indicadas, esto no debería ser un obstáculo para propiciar la salida de colaboradores que no están convencidos o no demuestran total apego a la cultura imperante y que se demuestra en la práctica por aquellos valores.
Por último, el liderazgo exige iniciativa. Mostrar resultados implica salir de nuestra área de confort, ser autónomos y buscar alternativas a pesar de las dificultades del entorno, por más difíciles que éstas parezcan. Puede ser ante una selección frustrada, una negociación infructuosa o un importante error involuntario, siempre tendremos la posibilidad de demostrar nuestro protagonismo encaminando la situación.
Encaremos el 2021 aprovechando todo lo que hemos aprendido, porque ya pudimos descubrir que una pandemia nos mostró que somos capaces de realizar cambios significativos y positivos, aunque no debemos dejarnos que ésta nos sorprenda.
Otras noticias de Comercio Exterior Fotos
Más leídas de Comercio Exterior
España le abre las puertas a China mientras se avecina una guerra comercial europea
Estados Unidos Cómo puede impactar en la Argentina y en el mundo la nueva era liderada por Donald Trump
Agua mineral De la Patagonia a los restaurantes de “el Pupi” Zanetti en Milán
Vino orgánico Una propuesta mendocina amigable con el medioambiente