En los primeros nueve meses del año, la balanza comercial tuvo un déficit de casi US$7000 millones
En el mismo período de 2022, se había generado un superávit de más de US$2600 millones
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Durante ocho de los nueve primeros meses de este año, la balanza comercial argentina fue negativa. En septiembre, el último registro del Indec, en su informe Intercambio Comercial Argentino (ICA), hubo un déficit de US$793 millones, Así, el comercio exterior argentino sigue sin lograr el ingreso de dólares que necesita con desesperación.
En septiembre, las exportaciones alcanzaron US$5751 millones y las importaciones, US$6544 millones. El intercambio comercial (exportaciones más importaciones) disminuyó 16,1% en relación con igual mes del año anterior, y alcanzó un monto de US$12.295 millones.
Pero esto no es lo peor. Durante los nueve meses de 2023, las exportaciones argentinas totalizaron US$51196 millones, una baja de 23,9%, mientras que las importaciones sumaron US$58.156 millones, con un descenso de 10,1%. El balance comercial arrojó un saldo negativo de US$6960 millones.
Se trata de un abismo con respecto al año pasado, cuando las exportaciones sumaron US$67.131 millones y las importaciones, US$64.520 millones. El intercambio comercial (exportaciones más importaciones) se incrementó 26,3% con respecto a 2021 y alcanzó un valor de US$131.651 millones. La balanza comercial había registrado un superávit de US$2611 millones en 2022.
El especialista en comercio internacional, Marcelo Elizondo, dice que en el mes de septiembre continúa la tendencia en cuanto a la caída de exportaciones e importaciones. “Esto es un resultado estrepitoso. Nunca las exportaciones argentina medidas en dólares corrientes cayeron tanto de un año para el otro. Si se mantiene esta tendencia, a fin de año habrá una caída de unos US$21.000 millones en exportaciones”.
El mundo está en una situación compleja y desacelera la demanda según el economista. “Desde las políticas antiinflacionarias, hasta los conflictos geopolíticos hacen que mercados importantes hayan frenado sus compras. China y Europa, por ejemplo tienen menos crecimiento”.
Exportaciones
Las ventas externas cayeron nada menos que un 23,5% interanual, con US$1.767 millones menos, principalmente por la caída en la venta de porotos de soja y sus derivados. También hubo menos exportaciones de carne (-US$105 millones).
Según Elizondo, las razones de la caída de las exportaciones no son solo a causa de la sequía y la mala cosecha. Hay una caída de precios internacionales “que se va a mantener el año que viene. Y también hay problemas de organización económica, que se ve en la caía de las ventas de productos manufacturados”.
Los cuatro rubros exportadores de la Argentina registran un descenso con respecto al mismo período del año pasado. Hubo una merma de cantidades, en un 12,8%, y también de los precios, un 12,5%. Es decir, se vendió menos por la sequía, que sigue incidiendo en el comercio, pero también hubo menos ingresos por la baja de precios internacionales, en una suerte de doble mala racha.
Todos los rubros disminuyeron: los combustibles y energía (CyE), 33,8%; los productos primarios (PP), 31,0%; las manufacturas de origen agropecuario (MOA), 28,7%; y las manufacturas de origen industrial (MOI), 5,3%.
Según el Indec, aumentaron las ventas al exterior de vehículos automóviles, principalmente para el transporte de personas (US$76 millones); y vehículos automóviles para transporte de mercancías (US$73 millones). Sin embargo, las exportaciones netas del sector automotriz (vehículos para transporte de personas; vehículos para transporte de mercancías; y chasis, partes y neumáticos) tuvieron un saldo negativo de US$356 millones.
Importaciones
Las importaciones bajaron 8,3% respecto a septiembre de 2022, con US$593 millones menos, debido a una caída de 11,0% en los precios, ya que las cantidades se incrementaron 2,7%. En este sentido, la Argentina no pudo aprovechar el descenso de precios para las compras externas.
Se redujeron las importaciones de combustibles y lubricantes (CyL), 42,6%; resto, 21,1%, fundamentalmente por la menor compra de bienes despachados mediante servicios postales (couriers); bienes intermedios (BI), 12,4%; bienes de consumo (BC), 8,4%; y bienes de capital (BK), 2,5%. Vehículos automotores de pasajeros (VA), creció 95,3%; y piezas y accesorios para bienes de capital (PyA), 3,0%.
Elizondo admite que el año que viene habrá una recuperación, pero sin llegar a los resultados del año pasado. Hay que olvidarse del superávit como el del 2022 y de la lluvia de dólares.
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