El régimen que divide las aguas
Las normas que flexibilizaron las compras al exterior volvieron a enfrentar posturas entre los courier y los despachantes de aduana
Las compras en el exterior por Internet tomaron protagonismo durante los últimos años a partir de las distintas barreras que restringían y regulaban esta modalidad de comercio que se impone en todo el mundo por el alcance y la modernización de las nuevas plataformas de compra y venta y, lógicamente, del circuito bancario que se adapta a las nuevas disponibilidades.
Ahora bien, lo que para un sector es beneficioso para otro es competencia desleal, y así comienza una trama que deja entrever una nueva batalla entre sectores vinculados.
Por un lado, la Cámara Argentina de Prestadores de Servicios Internacionales Aeroexpresos (Capsia, que agrupa a los principales couriers), que fue convocada por la Secretaría de Comercio de la Nación "desde el primer momento" se esforzó por aclarar cómo funcionará el régimen de importación por courier. Su presidente, Alejandro Díaz, contó en diálogo con LA NACION que mantuvieron reuniones periódicas y que "la idea de los funcionarios desde el origen fue que ésto pase a tener sentido pero con limitaciones para que no impacte negativamente en la industria nacional".
Según Díaz, las resoluciones salen a la luz gracias al "diálogo abierto" que entablaron con funcionarios de AFIP, la Aduana y la Secretaría de Comercio, por eso se esfuerza por dejar claras las salvedades y explica que las resoluciones generales 3915 y 3916 de la AFIP permitirán la coexistencia de dos modalidades simultáneas en cada caso.
"Posiblemente el correo (oficial) acapare todo el volumen de productos que provengan de China, que generalmente están a un precio irrisorio en comparación a lo que se puede conseguir en la Argentina", opinó y agregó que "el caso del courier es distinto porque tiene una logística súper rápida pero que es muy costosa, con lo cual el público está mucho más segmentado; además, este tipo de ingresos tributa del mismo modo que la carga general".
Por eso las empresas agrupadas en Capsia no esperan "un aluvión de envíos", aunque sí saben que se incrementarán las operaciones del correo oficial, que son las que provocaron tiempo atrás la generación del formulario 4550 de la AFIP (declaración jurada) y las restricciones adicionales.
Regalar el mercado
Desde la otra vereda, el vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Vicente Lourenzo, consideró que el servicio de importaciones denominado "puerta a puerta" significa "regalar el mercado argentino" porque resulta "imposible" competir con China. En este sentido indicó que "si se permiten compras anuales de US$ 1000 por persona, masificado a nivel país, son US$ 4.000 por familia; por cinco envíos al año, son US$ 20.000 anuales; por un millón de familias, son US$ 20.000 millones que se irían a buscar productos chinos".
En relación con estas cifras, Díaz guardó reparos al considerar que "la CAME y ciertas entidades industriales tienen una base poco fáctica", y aclaró que "este régimen nunca existió en la Argentina con tantas libertades, y cuando existía no estaba tan desarrollado el comercio electrónico, por lo tanto nunca vivimos esta apertura". "Seguramente -amplió- habrá fechas puntuales como el Cyber Monday, que es la última semana de noviembre, pero no creo en un aluvión desmesurado de envíos llegando a la Argentina".
La suerte no fue la misma para los despachantes de aduana que, al enterarse que se estaba trabajando sobre las normativas de importación, pidieron ser parte del debate pero no fueron considerados. Marcelo Moscoso Boedo, Secretario del Centro Despachantes de Aduana (CDA), contó que ex el titular de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, "nos manifestó que no estaba de acuerdo (por) su preocupación en torno al narcotráfico y las nuevas drogas sintéticas".
"Coincidimos, porque hace tiempo que tenemos estudiado el tema, sabemos que el servicio courier es un conflicto en muchas aduanas porque controlarlo no es sencillo" y pese al pesimismo que mostró Gómez Centurión respecto de la instrumentación del nuevo régimen, finalmente los despachantes se enteraron de la resolución una vez que fue publicada.
"Vemos con mucho asombro el tema de las intervenciones. Todo importador registrado, controlado, debe cumplir con los requisitos que pone la Aduana que no son sólo de carácter nacional, porque existen normas internacionales", reflejó Moscoso Boedo. Al remarcar que "el comprador corriente estaría exento de esos controles", mostró su preocupación por el ingreso de productos puntuales como los destinados a los niños: "Existen normas para controlar el ingreso de productos para menores de 3 años. Los juguetes chinos traen plomo y si no hay ningún control, por un lado, no hay equidad con lo que trae el importador y, por otro lado, hay un riesgo para el ciudadano-consumidor".
Además, aclaró que "si bien la norma establece que el fin no es la comercialización, en la Argentina es muy difícil controlar", por eso insistió en que "es fundamental que las intervenciones sean exigibles en igual medida: tanto para el importador como para el consumidor final, y en igualdad de condiciones".
Con costo, sin burocracia
Salvo por los problemas de control, donde los especialistas coinciden sobre la falta de personal en la Aduana, la medida no genera alarma en el sector importador. Según el titular de la Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA), Rubén García, "es algo interesante para el común de la gente, porque no todos tienen la facilidad de viajar y así podrán acceder a productos del exterior".
"En materia general, las compras son nimias", sostuvo, y valoró que "al no poder ingresar más de tres productos iguales por cada operación, se acelera el nivel de intervenciones que tiene hoy por hoy el sistema de importación: no intervendrá el INAL-Anmat (Sistema Nacional de Vigilancia Alimentaria), la dirección de Lealtad Comercial y no será necesaria la licencia de importador".
De todas maneras, con la norma a punto de ser implementada, García sugirió "no entrar en el terreno de las suposiciones" y esperar a que el sistema esté en marcha porque "habrá que monitorear la medida para mejorar lo que haga falta".
En esa misma línea el titular de Capsia explicó que los cambios locales "no van a representar una mejora sustancial en las compañías de courier globales", aunque el panorama cambiará radicalmente para la industria de los correos express que, según Díaz, "fue muy golpeada durante los últimos años". Ahora, agregó, "posiblemente a nivel local va a levantar la actividad pero normalmente en este tipo de operaciones el flete se paga en origen, con lo cual, el negocio no va a ser tan representativo para las compañías".
En alerta, el secretario del CDA, contó que un grupo de asesores legales de la entidad está evaluando la norma de Brasil que permite compras hasta 25 dólares, y el caso de Chile que "en principio fue muy liberal y actualmente está restringido", junto con las experiencias de otros países, con el objetivo de "presentar algún tipo de recurso y ser considerados parte de la decisión".
Moscoso Boedo comentó también que el CDA recurrió a la entidad que los agrupa a nivel internacional (Asapra) y anticipó que aguardan la respuesta en relación a cómo afecta tanto a su actividad como a la salud de los consumidores, junto con la comparación de lo que sucedió en otros países para el mes de septiembre.
A partir de su experiencia, opinó que "muchas veces los regímenes derivan en situaciones que no son las que se proyectan desde un escritorio". Y graficó: "Como está hecha la normativa, un particular puede traer una pata de jamón con hueso, que para el importador está prohibido por Senasa; entonces, si realmente es riesgoso ¿cómo nos aseguramos el destino final de ese producto?", preguntó.
Cliente
"Hoy es el cliente quien decide qué comprar y dónde, y ésta es una tendencia global en la que se invirtieron los procesos logísticos, otorgando al usuario la potestad de elegir", indicó Marcela Marón, presidente del Comité Consultivo de la Unión Postal Universal (UPU), tras explicar que "el mayor desafío lo tiene hoy el sector postal, es decir, los operadores postales/logísticos que, en el caso de la Argentina, lo integran el Correo Argentino y los privados que prestan servicios internacionales y/o distribuyen envíos internacionales luego de su liberación en Aduana". Y concluyó: "El e-commerce genera un desafío para todos, en particular en el ámbito aduanero: hoy tenemos tres canales y se torna claramente conveniente crear un cuarto específico para el comercio electrónico. Este aplicaría para todas las vías de acceso de envíos internacionales (aéreo/terrestre/marítimo) y estaría vinculado directamente con la persona que compra: el usuario".
Para tener en cuenta
Precisiones del régimen brindadas por Capsia
"Pequeños envíos".
Cada persona/entidad podrá traer 5 envíos por año, de hasta 50 kilos y US$ 1000 cada uno, y con un máximo de 3 unidades de la misma especie.
Liberación.
El courier clasifica la mercadería, e informa los detalles a la Aduana incluyendo CUIT/CUIL del destinatario.
Entrega.
El Courier entregará en el domicilio informado en la guía, y el destinatario deberá abonar los impuestos y gastos de nacionalización en ese momento (salvo que hayan sido prepagados al momento de la compra). Luego debe informar a la AFIP su recepción.
Correo oficial.
Los límites son de hasta 2 kilos y US$ 200 por envío. Hay una franquicia anual de US$ 25 (lo que exceda sufre un arancel del 50%).
Pago a la AFIP.
Al arribo de la mercadería, el Correo Oficial notificará al destinatario, quien deberá informar a la AFIP todos los datos del envío y generar a su vez el VEP (Volante Electrónico de Pago) si debe pagar el arancel .
Imprevistos, o el lado "B" del régimen "puerta a puerta"
Al menos en el ámbito del comercio exterior, la flexibilización del régimen de compras "puerta a puerta" sigue despertando coletazos de preocupación. Más allá de las inquietudes oficiales por el narcotráfico, y el indisimulado estímulo que despertará en el contrabando, un tercer gran malestar se agrega: la inseguridad.
Según atestiguaron despachantes de aduana del interior de la provincia de Buenos Aires, por correo llegaron (y se devolvieron a origen) miras láser y dispositivos que permiten bloquear llamadas de celular. La lista incluye hasta repuestos y partes de armas. Equipamiento que puede conseguirse por Internet y que permitirían que los delincuentes tengan un andamiaje de sofisticación que sería la envidia de la policía. Esto, sin que el régimen flexible entre aún en vigor.
La seguridad alimentaria, por caso, también está en el ojo del huracán. La eliminación de la intervención del organismo que vela por esta cuestión (INAL) abre la vía para la importación por courier de hasta 50 kilos. Incluso por el correo oficial, que no establece prohibiciones explícitas. ¿Cuánto tiempo pasará hasta que estos alimentos se comercialicen por los portales locales, incluso se oferten por Facebook?
El costo oculto de "normalizar" el consumo de los argentinos y reinsertarnos con el mundo podría llegar a explicitarse cuando proliferen las falsas declaraciones de compra. Es común que los proveedores externos le pregunten al comprador cómo quiere que llegue declarada la mercadería. Y allí donde se señale suplementos dietarios, probablemente se esconda precursores químicos con un destino muy diferente a la vida sana. Mentirle al Estado es una práctica muy extendida. El comercio exterior perfeccionó la tarea y es experto ahora, luego de años de libertades cercenadas.
Lo que ahora la Aduana llega a bloquear en cuestión de 20 días sería como tapar el sol con las manos porque, si con las prohibiciones y reglamentaciones actuales el contrabando y el narcotráfico están a sus anchas, el resurgimiento de un régimen "simplificado y express" será más que aprovechado por la delincuencia.
Los escáneres no distinguen por marca. Podrán ver un reloj, pero no sabrá si es el Longbo chino de US$ 23 declarado o un Rolex YachtMaster II de 35.400 euros. Ni verá si el libro informado es el último de J.K. Rowling (US$ 20 en Amazon) o un incunable de 1460. "Los libros, impresos y documentos seleccionados por el servicio aduanero, previo control mediante métodos no intrusivos, serán librados bajo la modalidad puerta a puerta sin la exigencia de confeccionar la declaración simplificada de envíos postales internacionales". Demasiados imprevistos.