El intacto potencial exportador de los servicios
La comercialización de "bienes intangibles" genera US$ 6000 millones; el 60% lo aporta la Ciudad
"Los servicios representan cerca de un tercio del comercio mundial, y su expansión continuará, favorecida por la evolución de Internet y la tecnología. En la ciudad de Buenos Aires sabemos del potencial del sector, su capacidad de generar empleos y promover la innovación; por eso impulsamos su desarrollo y trabajamos para que emprendedores y empresarios en rubros como el audiovisual, tecnología e informática, editorial, diseño, indumentaria, farmacéutico o videojuegos se animen a llevar sus productos al exterior", señaló Eduardo Amadeo, titular de la Dirección General de Comercio Exterior del Ministerio de Desarrollo Económico porteño, tras agregar: "La Argentina exporta unos US$ 6000 millones en servicios, de los cuales más del 60% corresponde a la ciudad".
La dirección organizó la 4» edición de "Buenos Aires al Mundo", que tuvo entre sus expositores a Marc Randolph, cofundador de Netflix; Marcelo Salas, director de Café Martínez; Facundo Díaz, fundador de Vrtify; Diego González Carvajal, fundador de Interruption; Diego Favaloro, director de Sapce Ai, y Axel Kuschevatzky, director de Telefónica Studios.
Amadeo indicó que la región es el principal destino de los servicios de la ciudad, que también llegan a Francia, España, Alemania, Estados Unidos, Japón, Israel, Pakistán y Emiratos Árabes Unidos, entre otros. "A los empresarios les brindamos asesoramiento, capacitación y diversas herramientas para facilitar su trabajo", destacó.
En el encuentro, Kuschevatzky dio datos de la industria audiovisual: "El consumo de películas aumenta; en Estados Unidos un gran demandante es la comunidad latina. Con las redes sociales se multiplica la circulación de comentarios e información sobre una película, y eso lleva público al cine", destacó el director de la compañía que trabajó en la producción de Relatos Salvajes.
Por su parte, González Carvajal contó que bautizó a su empresa Interruption porque quiere "alertar sobre la necesidad de detener los procesos de deterioro del medio ambiente por el uso de agroquímicos". Interruption promueve la agricultura sustentable, que recurre a pesticidas y fertilizantes orgánicos.
"Trabajamos con productores y exportamos a distintos países. Llegamos a los supermercados y vendemos a distribuidores que comercializan por Internet", dijo Carvajal, cuya empresa ofrece manzanas, peras, cereales, soja, limones y arándanos de Río Negro, Tucumán y Buenos Aires; a esto sumó productos de Chile, Perú y California, como espárragos o frutillas. "El mercado mundial de alimentos orgánicos alcanza los US$ 100.000 millones, con la mayor demanda en Estados Unidos y Europa. El desafío es la producción a escala", sostuvo.
Por su parte, Salas, director de Café Martínez, recordó que la empresa fue fundada hace 80 años por sus abuelos españoles, "tostaban café y lo vendían. Nosotros le dimos un giro, quisimos transmitir en nuestros locales una experiencia distinta de tomar café". En 2000 comenzaron a dar franquicias, que extendieron a España, Uruguay, Paraguay, Pakistán y Dubai. "Cuando piensen en su marca no la proyecten sólo para el país, piensen en internacionalizarla. Los argentinos tenemos que animarnos a ir al exterior. Y en cada país hacer las adaptaciones necesarias", aconsejó.
Díaz, uno de los fundadores de Vrtify, indicó que se propusieron "crear una plataforma de distribución de música en realidad virtual. Allí combinamos hardware y software, brindando a los usuarios diversas aplicaciones para que se manejen en un ambiente virtual. Esto es posible por el crecimiento exponencial de la tecnología", señaló Díaz, tras agregar que "lo que mueve a los emprendedores exitosos es concretar sus sueños, no el dinero. Un emprendimiento exitoso es el resultado de una buena idea, investigación y desarrollo, trabajo en equipo, pero sobre todo empuje, esfuerzo".
Randolph, cofundador de Netflix, un servicio de películas y televisión que alcanza a unos 50 millones de usuarios en el mundo, destacó que la idea arrancó en 1997, "y luego el plan se tuvo que cambiar".
"La idea era alquilar películas que los clientes recibían por correo; también vendíamos los DVD. Pero al tiempo vimos que casi todos compraban los DVD y sabíamos que así la empresa no podía funcionar: el riesgo era que otra compañía, por caso Amazon, hiciera el negocio a escala y nos desplazara. Por eso pusimos el acento en el alquiler, probamos distintas alternativas hasta que Netflix se transformó en el servicio de películas y televisión que es hoy".
Randolph afirmó que "para ser emprendedor se necesita afrontar riesgos, preguntarse qué no está saliendo bien y corregir. Y también tener confianza en uno mismo", concluyó.
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