El aporte de las ZAL
Las Zonas de Actividades Logísticas son una herramienta clave para el desarrollo eficiente, seguro y rápido del transporte multimodal; paso a paso de la puesta en marcha
El incremento del comercio exterior argentino requiere necesariamente del apoyo de una infraestructura adecuada. Es habitual hacer referencia a las vías de transporte y a los almacenes y depósitos adaptados a tal fin, pero también habrá que considerar las imprescindibles infraestructuras de interconexión (interfaces) entre los modos de transporte y entre estos y los almacenes, depósitos, silos y bodegas, para fortalecer la operatoria del comercio exterior.
Asimismo, el desarrollo eficiente, seguro y rápido del transporte multimodal requiere de infraestructuras adecuadas al logro de esos objetivos. Uno de los puntos donde se debe trabajar para mejorar esta modalidad de transporte lo constituyen precisamente las llamadas interconexiones o interfaces entre modos de transporte, tanto las correspondientes a los puertos y aeropuertos con el modo terrestre como las interconexiones interiores dentro del territorio de un país, ya sean fluvio-terrestre o terrestre carretero-terrestre ferroviario.
Con especial referencia a la interfaz carretera-vía férrea, las anteriormente llamadas "Terminales interiores de cargas" o "Puertos secos", a medida que se les han ido agregando servicios, han pasado a denominarse "Zonas de actividades logísticas" (ZAL).
Una ZAL es un ámbito especializado y delimitado, que actúa como plataforma de distribución, ofreciendo a los usuarios, operadores de carga, empresarios y transportistas, beneficios derivados de la transferencia multimodal de cargas y de la prestación de variados servicios en el ámbito logístico.
Una ZAL se crea bien porque se percibe una oportunidad para promover ciertas actividades en materia de transporte, aumentando su eficiencia, o bien como instrumento para superar obstáculos tales como problemas laborales, demoras por trámites y gastos excesivos que afectan a todos los sujetos involucrados en la cadena logística.
El componente básico de una ZAL es la transferencia de cargas entre modos diferentes de transporte, actuando de esa manera como una Terminal interior de carga (TIC) pero ampliando sus prestaciones con otros servicios conexos, por ejemplo, recepción y expedición de mercaderías, consolidación y desconsolidación, almacenamiento, control de stocks, envasado y embalado de los productos, rotulación, intercambio electrónico de datos, control administrativo, aduanero y sanitario, alojamiento para conductores, reparación de vehículos, oficinas de negocios.
En tal sentido, una ZAL se constituye en:
- Centro estratégico de distribución y de abastecimiento de mercaderías para las empresas de la región.
- Centro "satélite" de stock y plataforma de re-expedición de mercaderías hacia otros mercados.
- Centro de diversas actividades que agregan valor
- Puerta de entrada y salida de mercaderías a escala internacional de bienes y servicios.
Entre los beneficios que puede brindar una ZAL instalada en el interior, figuran:
- Transferencia camión-tren y viceversa con rapidez (menos demoras que en lugares no especializados), seguridad (menores daños y robos) y menores costos de manipuleo.
- Concentración de cargas de una zona, provincia o región en la ZAL interior.
- Concentración de servicios para transportistas y productores en la ZAL interior
- Ahorro en fletes
- Posicionamiento de contenedores en la ZAL interior. Consolidación y desconsolidación de los contenedores en la ZAL interior.
- Despacho aduanero en la ZAL interior.
- Empleo de mano de obra especializada.
- Desarrollo regional endógeno que mejora el ordenamiento territorial.
Algunas pautas iniciales para comenzar un proyecto de desarrollo de una ZAL:
- Definir si la ZAL operará con mercadería a granel o con mercadería contenedorizada.
- Lugar de ubicación de la ZAL y espacio disponible; diseño planimétrico de la ZAL.
- Enlace de los modos de transporte carretero y ferroviario donde se instale la ZAL.
- Volúmenes de carga nacional e internacional que manejará la ZAL; flujos de las cargas (origen y destino) que operen en la ZAL.
- Servicios que ofrecerá la ZAL para transportistas, productores, administrativos, etc.
Con respecto al financiamiento de una ZAL interior, los aportes pueden ser públicos (nacionales, provinciales o municipales), privados o mixtos. Resulta interesante para la inversión privada que el Estado realice un primer aporte de inversión, y luego invite al sector privado a hacer lo propio, mediante licitaciones, organizándose un ente especial para la administración de la ZAL. Es recomendable comenzar el desarrollo con un Centro de cargas unimodal (transferencia camión-camión) para luego avanzar a una ZAL con transferencia de carga camión-tren.
Una ZAL interior adecuadamente planificada y gestionada permitirá que el camión y el tren se complementen racionalmente en el transporte de mercaderías a cortas y largas distancias, reduciendo los altos costos que posee el transporte terrestre en la Argentina.
En definitiva, las ZAL constituyen un importante eslabón para un verdadero sistema integrado de transporte en el interior del país, pudiendo ser una infraestructura muy útil para un país extenso como la Argentina, que requiere importantes reducciones de costos, rapidez y seguridad en su transporte interior, tanto para la distribución interna de mercaderías como para aquellas otras vinculadas a la actividad cotidiana del comercio exterior.
Dónde están
Algunos ejemplos destacados de ZAL interior en marcha en la Argentina son: Palmira, Mendoza; Villa Mercedes, San Luis; Junín, Buenos Aires; Zapala, Neuquén. Por otra parte, hay proyectos en desarrollo en Villa María, Córdoba; Rafaela, Santa Fe; Las Arras, Córdoba; San Miguel de Tucumán, Tucumán.
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