El acuerdo Mercosur-UE envía una señal contundente contra tendencias proteccionistas

CÓRDOBA.- “Alemania está a favor de una rápida ratificación del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. Este acuerdo envía una señal contundente contra tendencias proteccionistas y a favor de una política comercial basada en normas y valores. Para nuestro país es de gran importancia tanto estratégica como económica”. El concepto es del embajador alemán en la Argentina, Dieter Lamlé en diálogo con LA NACION.

Lamlé visitó Córdoba acompañando el tour de AHK, promovido por Cámara de Industria y Comercio Argentino – Alemana que se realizó en la Bolsa de Comercio de esta ciudad.

Lamlé plantea que la Argentina produce y comercializa “competitivamente” varios de los productos que Alemania necesita hoy en día: “Ya sea el litio en las provincias del norte, indispensable para la transición energética promovida por nuestro gobierno, energía limpia como el hidrógeno verde, que en la Argentina se podría producir tan eficientemente como en pocos lugares del mundo o productos agrícolas que ya ahora suponen la mayor parte de los productos comercializados entre nuestros dos países”.

A lo largo de la conversación insiste en que entre los empresarios de los dos países hay que recrear la confianza que “se logra con reglas claras y sostenidas en el tiempo. Ponerle ahora una fecha exacta probablemente no sea posible. Si vienen políticas de estado a largo plazo, y una macroeconomía ordenada la confianza en el país se va a reconstruir”.

Nacido en 1960, estudió Ciencias Jurídicas en Ratisbona; antes de ser embajador en la Argentina, lo fue en Arabia Saudita. Previamente fue cónsul general en Hong Kong y Macao, director Regional para América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania y cónsul General en Erbil, Irak, entre otras posiciones que ocupó.

-¿Cómo define hoy el vínculo entre Alemania y la Argentina? ¿Hay espacio para potenciar las relaciones bilaterales, por dónde cree que puede hacerse?

-Las relaciones entre nuestros países están fuertes, y tradicionalmente siempre lo han sido. Tenemos lazos fuertes en lo político, en la economía, en las ciencias y en la cultura. Imigrantes alemanes han contribuido mucho al desarrollo de este país, después de ser recibido con brazos abiertos y dado las oportunidades de construir algo cuando en Alemania no era posible. La presencia alemana en todos los aspectos de la vida en Argentina sigue fuerte. Más que un millón de Argentinos tienen raíces alemanas. En todo el país hay clubes alemanes que aún celebran la cultura alemana, o colegios alemanes dónde jóvenes todavía aprenden alemán. Ejemplos que muestran que estrechos están nuestros vínculos hay varios: por ejemplo, hace algunos meses el German Accelerator abrió su única oficina en Latinoamérica en Buenos Aires. Es una plataforma que promociona intercambio entre Start Ups de distintos países y Alemania. Aparte de Buenos Aires, sólo hay oficinas en ciudades como Hong Kong o Nueva York. Otro ejemplo es la institución de investigación Max Planck que tiene su único instituto de investigación en Latinoamérica en Buenos Aires. Así que yo quiero decir: nosotros vemos algo especial en la Argentina, y mucho tiene que ver con el potencial, la educación y la creatividad enorme de los Argentinos.

-¿Hay espacio para potenciar el vínculo?

- Aunque ahora tenemos lazos fuertes, aún tenemos espacio para crecer. Por ejemplo, pienso en cooperación en el tema de energía verde, donde la Argentina tiene un enorme potencial porque tiene enormes cantidades de espacio, sol, viento y agua. Y Alemania tiene una necesidad, porque estamos en el medio de una transición energética. Esto es un ejemplo como nuestras economías podrían beneficiar mutualmente de manera perfecta. O hablemos de las más de 200 empresas alemanas que están en Argentina, listas para invertir si las condiciones están dadas para invertir con confianza. Algunas de esas empresas están acá desde hace 180 años, y están acá para quedarse.

-Ha dicho que en los “últimos tiempos” el interés de Alemania por la Argentina se “acrecentó mucho”, ¿a qué lo adjudica, en qué hechos concretos se traduce ese mayor interés?

-Sólo este año ya hemos recibido más de diez delegaciones políticas y económicas de Alemania. Todos vinieron acá porque tienen curiosidad para ver qué son las cosas que están cambiando con el nuevo gobierno.

-¿En qué áreas hay oportunidades para crecer la cooperación?

La curiosidad es enorme, el potencial para cooperación existe. Ahora ambos lados tienen que crear el ambiente de confianza para permitir proyectos e inversiones.

-El mercado alemán es muy competitivo, ¿cómo puede insertarse la Argentina?

-La Argentina produce y comercializa competitivamente varios de los productos que Alemania necesita hoy en día. Ya sea el litio en las provincias del norte, indispensable para la transición energética promovida por nuestro gobierno, energía limpia como el hidrógeno verde, que en la Argentina se podría producir tan eficientemente como en pocos lugares del mundo o productos agrícolas que ya ahora suponen la mayor parte de los productos comercializados entre nuestros dos países.

-Ambos países mantienen algunos programas de cooperación, entre ellos hay uno destinado al fortalecimiento de las Pymes. ¿Qué puede aportar Alemania desde su experiencia para mejorar el perfil productivo local?

-Gran parte de la economía alemana y en especial las pymes alemanas se respaldan en la mano de obra calificada, la cual se logra principalmente gracias a la formación profesional dual en los distintos niveles. Esta misma genera no solamente mano de obra bien remunerada y calificada, sino lleva a que la tasa de desempleo de los jóvenes sea la mas baja de Europa. En la Argentina, la AHK ya esta implementando una formación profesional adaptada, teniendo un éxito similar al de Alemania.

-Viene acompañando el tour de AHK, promovido por Cámara de Industria y Comercio Argentino – Alemana, ¿cuál es el objetivo, qué les preocupa a las empresas alemanas radicadas en la Argentina?

-AHK on Tour, es un programa de la Cámara de Industria y Comercio Argentino- Alemana, el cual desde la embajada apoyamos con plena convicción. Queremos acercar aún más Alemania a toda la Argentina y no solo a Buenos Aires, entendiendo el federalismo del país en el cual nos encontramos. Nuestro objetivo es presentarnos como socio estratégico para las empresas argentinas y otros actores claves con enfoque en las provincias, fomentando la interacción, colaboración y creación de nuevas oportunidades comerciales que beneficien la economía local.

-Suele repetir que “la confianza se logra con reglas claras”, ¿cuánto cree que podría llevar ese proceso para que los vínculos comerciales entre las empresas se profundicen y haya más intercambio?

-La confianza se logra con reglas claras y sostenidas en el tiempo. Ponerle ahora una fecha exacta probablemente no sea posible. Si vienen políticas de Estado a largo plazo, y una macroeconomía ordenada la confianza en el país se va a reconstruir.

-La discusión del acuerdo Unión Europea-Mercosur lleva largo tiempo y nuevamente parece frenado, ¿qué posición tiene Alemania sobre el tema?

-Alemania está a favor de una rápida ratificación del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur. Este acuerdo envía una señal contundente contra tendencias proteccionistas y está a favor de una política comercial basada en normas y valores. Para nuestro país es de gran importancia tanto estratégica como económica (el volumen comercial entre Alemania y el Mercosur ascendió a unos 24.000 millones de euros). Ofrece a las empresas alemanas la oportunidad de participar en mayor medida en el dinámico desarrollo económico de la región. En particular, las pequeñas y medianas empresas innovadoras obtendrán una mayor seguridad jurídica en sus actividades empresariales gracias al acuerdo.

-¿Le parece que la Argentina podría tomar algunos elementos de la experiencia económica alemana? ¿Cuáles?

-La idea central en la política económica alemana es garantizar la libertad de la economía y el funcionamiento de la competencia, promoviendo al mismo tiempo la prosperidad y la seguridad social en nuestro país. Pienso que este concepto de la “economía social de mercado” ha creado las condiciones para una alta calidad de vida. En nuestra experiencia la presencia de un estado competente es fundamental para el funcionamiento del mercado.

-Para las empresas argentinas interesadas en hacer negocios con Alemania, ¿cuáles puntos diría que son ineludibles, qué exigen sus pares alemanes, qué pide el consumidor alemán?

-Necesitamos establecer relaciones comerciales duraderas y estables. Para ello la economía alemana necesita poder confiar en la capacidad de sus socios argentinos de poder mantenerlas. Un tema de creciente importancia para los consumidores es la sustentabilidad ambiental de los productos que consume. Es por ello que últimamente hubo varias decisiones políticas para garantizar la transparencia y protección ambiental como por ejemplo la directriz europea sobre cadenas de suministro libres de deforestación. Continuar apostando por una producción más verde puede convertirse en una ventaja competitiva si es que se quiere vender productos al mercado alemán.

-En lo que van del año varias delegaciones empresarias alemanas llegaron a la Argentina, ¿qué cree que debería hacerse a nivel local para que esas visitas se plasmen en inversiones concretas o en operaciones comerciales?

-Como le mencioné antes, con el tiempo viene la confianza. Es fundamental que haya reglas claras, un marco jurídico confiable y políticas de estado pensadas a largo plazo. Proyectos como el RIGI son interesantes para nuestras empresas dentro y fuera del país. Las delegaciones que vinieron están poniendo las bases para un trabajo a futuro, conociendo los actores argentinos y presentándose.

Conforme a los criterios de

Conocé más

Recorte. Después de varios años, la Argentina no tendrá delegación oficial en la Feria Internacional del Libro de Frankfurt

Instantáneas. La otra cara no tan conocida y salvaje de Alemania

Hizo el penal en la final del 90. La camiseta de Brehme llegó desde la Argentina al Museo Alemán del Fútbol