Cuenta regresiva para la vuelta de los transbordos
La AGP confirmó que derogarán la resolución 3433/2013; con la medida intentan recuperar los servicios que migraron principalmente hacia Montevideo; optimismo en el sector privado
La noticia genera optimismo tanto en el Gobierno como en el sector privado: según los cálculos oficiales a la resolución 3433/2013 no le quedan más de 15 días de vida.
Gonzalo Mórtola, interventor en la Administración General de Puertos (AGP), confirmó que el proyecto de resolución para derogar la norma que terminó ahuyentando los transbordos del puerto de Buenos Aires hacia Montevideo está a la firma de la Aduana y luego será girada a la AFIP.
"Es una iniciativa impulsada por la comunidad portuaria, la AGP y la Jefatura de Gabinete. En dos semanas, como mucho, debería estar derogada. Se trata de una modificación muy importante que aportará un incremento al movimiento económico del puerto muy grande -estimamos alrededor de 270.000 TEU anuales extra- además de que se trata de un pedido histórico del sector", dijo.
El funcionario destacó que uno de los objetivos centrales de la administración es desarrollar y fortalecer el concepto de comunidad portuaria. "Queremos formar un equipo, sector público y privado juntos. Así se trabaja en el mundo, no aislados."
Ahora, tras seis meses de reuniones, el pedido del sector privado parece haber encontrado eco.
Facilitador
"Desde el Centro de Navegación (cámara que agrupa a agentes marítimos que a su vez representan a todos los buques portacontenedores) venimos reclamando y alertando sobre la recuperación de los transbordos para nuestros puertos. Felizmente encontramos en AGP al facilitador idóneo y en un par de reuniones de trabajo en equipo, incluyendo a la Aduana y a representantes de embarcaciones paraguayas se logró consensuar con claridad la problemática y definir un plan superador comprometiéndonos todos a lograr un objetivo en común: la vuelta de los transbordos", contó Julio Delfino, tesorero del Centro de Navegación.
Explicó que durante las reuniones se llegó a una conclusión clara: la resolución 3433 de 2013 que obligaba al escaneo de los contenedores en tránsito, con la consiguiente demora y extracostos - alrededor de US$2500 por contenedor-, era la clave, y por eso la operatoria se había mudado a Montevideo.
"La verdad es que al 99.9% de la carga en tránsito no le encontraron nada. En las reuniones de AGP también se observó que la información que Aduana precisa para controlar debidamente ya está siendo declarada por los agentes en forma digitalizada a la misma Aduana-AFIP. Allí queda de manifiesto que un control documentario previo a la operación se puede lograr sin más procesos nuevos de la misma manera que sucede en otros puertos de prestigio como el nuestro. Queremos que se controle y se sepa qué pasa, pero también trabajar. A las líneas marítimas les conviene hacer el transbordo en Buenos Aires, espacios que se liberan al bajar carga en nuestros puertos se transforman directamente en espacios libres para aumentar la oferta para nuestras exportaciones empujando a la baja los fletes. Si se deroga la resolución, estamos convencidos de que el volumen volverá en menos de 40 días", aseguró Delfino.
Congestión positiva
En una línea similar, Mónica Navarro, CEO de Vessel, dijo que, de concretarse la iniciativa, producirá cambios muy positivos.
"Hace unos años, antes de que se aplicara esta resolución, llegamos a tener congestión por la cantidad de movimientos que se generaban con las barcazas de Paraguay por el tema de los transbordos. Es un ingreso extra muy importante para el puerto y un generador más que interesante de mano de obra para los guincheros, transportistas, etc. Las líneas marítimas terminan atrayendo otras cargas. Estoy muy ilusionada porque veo cómo después de mucho tiempo se está trabajando con este tema. La carga está pidiendo pista y si esto se concreta ya hay tres navieras interesadas en arrancar de inmediato", dijo a la nacion.
Delfino comentó que otra de las cuestiones que se planteó durante los encuentros fue la relacionada con los transbordos nacionales de carga de exportación, como los casos originados en Concepción del Uruguay, Santa Fe o Rosario, entre otros. "Esa carga tampoco venía a Buenos Aires y no por el escaneo sino por el cumplido que Aduana otorga en el último puerto argentino que toca previo a su periplo al destino internacional. Los exportadores pierden tiempo valioso al venir a hacer aduana en Buenos Aires afrontando extracostos y demorando sus cobranzas documentales. Esa situación de vieja data también se habló y quedó pendiente en la agenda", dijo.
"Buenos Aires está dando pasos para volver a transformarse en un puerto hub y manejar un volumen interesante de contenedores. En ese sentido la competencia es principalmente con Montevideo, Río Grande o Santos. Pero definitivamente en momentos en los que no abunda la carga, los resultados de estas gestiones serán una bocanada de aire esperanzador para nuestros puertos demostrándole al mundo que la comunidad marítima se juntó y logró ponerse de acuerdo", concluyó Delfino.