Cuáles son los productos estrella que la Argentina vende al mundo
Los mayores complejos exportadores de la Argentina son el sector oleaginoso (soja, harina y pellets de soja, aceite, porotos y biodiésel); el cerealero (maíz, trigo entre otros); el bovino y el automotriz. Aquí están sus productos estrella. El último informe sobre el Intercambio Comercial Argentino (ICA) realizado por el Indec, da cuenta de un crecimiento exponencial de las exportaciones en un 30,5% en marzo, en su comparación interanual y también de un crecimiento de las importaciones en un 68,7%.
A la Argentina le jugaron a favor el aumento de precios internacionales en aquellas cosas que más vende: commodities y productos de las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA). En general los precios de las exportaciones aumentaron un 13,9% y las cantidades un 14,6%, mientras que para los productos importados, los precios aumentaron un 2,8% y las cantidades un 64,2% (debido a las dificultades para importar que hubo en 2020). Esto llevó a un saldo comercial ligeramente positivo, de US$ 400.
La Argentina pudo aprovechar la buena racha producto de que lo que vende aumentó más que lo que compra.
Gustavo López, de la consultora Agritrend, dice que “en la Argentina hay una producción de 120 millones de toneladas de granos (una producción mas baja por el tema de la sequía), de los cuales se exportan 87 millones. Esto permitirá este año ingresos de divisas por US$36.000 millones, casi US$420 la tonelada. Hubo una mejora notable con respecto al año pasado, en el que estábamos cerca de los US$320 la tonelada y aporta indirectamente, a través de los derechos de exportación, casi US$8500 millones”.
Pero, además, según referentes de los distintos sectores, la producción nacional alcanza para abastecer al mercado interno y también para exportar, es decir, se genera mucho más de lo que se consume y el excedente es valorado en el mundo.
Complejo sojero y cereales
En marzo, analiza el Indec, las exportaciones netas de los principales productos y subproductos derivados del cultivo de la soja (porotos de soja, excluidos para siembra; aceite de soja en bruto; harina y pellets de la extracción del aceite de soja; y biodiésel y sus mezclas) registraron un superávit de US$1213 millones, US$596 millones superior a marzo de 2020.
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara argentina de la industria aceitera y del centro de exportadores de cereales, explica que en el país el 80% de la producción del poroto de soja se industrializa. “La Argentina lidera el comercio mundial de aceite de soja con una participación en el mercado del 46% a nivel global. Su consumo aumenta en la Argentina en tiempos de crisis económica porque tiene un precio menor que otros aceites, pero, de todas maneras, en el país se vende como mezcla con aceite de girasol”. El consumo de aceite de soja en la Argentina con relación a la producción total es “extremadamente bajo”, dice Idígoras. “Estamos en 5.5 millones de toneladas de producción anuales, exportamos al mundo 4,5 millones y del millón que queda para consumo local, un 70% se vende a las pymes para la fabricación de biodiesel”.
También es el primer exportador de harina de soja con el 38% de las ventas totales. “El producto insignia de la Argentina es la harina, un derivado de la molienda del poroto de soja, con un alto nivel de proteínas. Se industrializa a gran escala y tiene un precio muy competitivo a nivel mundial, y ha crecido de manera exponencial por la mejora de ingresos de los países asiáticos”, sintetiza Idígoras.
¿Por qué importan harina de soja? Por el crecimiento de la producción de origen animal, que se alimenta de este tipo de harinas. Además “ha explotado la acuicultura, y los peces también se alimentan de harina de soja argentina”, agrega.
La Argentina produce muchísimo más trigo y maíz de lo que se necesita para el consumo interno
En este país se utiliza para la alimentación porcina y avícola, pero “se usa más el maíz para la conversión de granos en proteínas”. En este punto aclara Idígoras que “la Argentina produce muchísimo más trigo y maíz de lo que se necesita para el consumo interno”.
Desde la consultora Agritrend, que sigue de cerca la producción y comercialización de los cultivos, confirman que la Argentina consume 18 millones de toneladas de maíz, mientras que un promedio de producción oscila en las 50 millones de toneladas.
En el caso del trigo, “que tiene un componente político más importante. - afirma Gustavo Lopez, de Agritrend- se consumen internamente 5 millones y medio de toneladas y se espera que la producción este año sea de 21 millones de toneladas”.
Carne argentina
En materia de carne, el sector bovino generó en 2020 US$ 4370 millones, un 47% más que en 2017, pero -9,5% menos que en 2019. Miguel Schiariti, presidente de la cámara de la carne (Ciccra), asegura que lo que más se vende en el mercado interno, que es asado, matambre y vacío, los clásicos de la parrilla local, no son cortes de exportación. “Al mundo le vendemos productos que no se consumen en el mercado interno. A China van vacas viejas y animales flacos, y una pequeña cantidad de bife, cuadril y lomo. A Estados Unidos y a la UE les vendemos novillos de 3 años, que pesan 500 kilos, que tampoco se consumen en la Argentina. Aquí, la gente prefiere animales más chicos, de 270 o 300 kilos, de 18 a 24 meses”, dice.
Complejo automotor
El sector industrial también participa de los envíos al exterior a gran escala a través de la industria automotriz, que exporta el 60% de lo que produce. Aquí está uno de los ejes del ida y vuelta que tiene la Argentina con el Mercosur. “Los países que representan mayor riesgo para el negocio son los asiáticos, por lo que el sector se propone ganar mercados en centroamérica”, analizan fuentes del sector, previendo que algo pueda cambiar en el corto o mediano plazo. Hasta ahora, ocupa el primer lugar en exportaciones industriales y es primer sector exportador industrial a Brasil.
Qué pasa con los precios
En tiempos de crisis y de alta inflación producto de la emisión, se intensifica el debate por los precios de los alimentos para el consumidor local. “La Argentina tiene que seguir creciendo en capacidad de producción y exportación de los productos que tienen demanda internacional”, opina Idígoras. “En momentos en los que suben los precios internacionales hay una lógica preocupación por el mercado interno y discusiones, debates y rondas de consultas y trabajo con el gobierno sobre lo que denominan el “desacople”. Sin embargo también hay una cierta exageración del efecto de las materias primas en los precios finales, porque tienen una incidencia en góndola que no supera el 15%”.
En enero se constituyó la mesa intersectorial de maíz y trigo, donde, por parte de los empresarios, surgió la creación de un fondo nacional anticrisis, usando una parte del incremental de ingresos totales de los derechos de exportación. “Este es un año excepcional para la Argentina. El estado nacional va a tener mas de US$3000 millones por derechos de exportación incrementales y puede asignar una parte menor de ellos para atender las diferencias de precios y desacoples. Ya existe el desacople natural por los derechos de exportación. Creemos que es el mejor mecanismo y tiene el apoyo de todos. Subir los derechos de exportación tiene efectos muy negativos para la producción. Lo que hay que lograr es incrementarla”, cierra el presidente de Ciara-CEC.
Valor agregado
Para Lopez, el tema pendiente es el valor agregado. “Se tiende a incentivar que no se termine vendiendo tanta materia prima, sino el producto elaborado. Todos los países quieren agregar valor, por eso también es que compran la materia prima.
En este sentido, cobra cada vez más importancia el valor de la marca país, que se ve en productos como la carne y el vino de la Argentina, pero que hace falta desarrollar en muchos otros bienes de consumo.
Balance de 2021
Según el Centro de Economía Internacional de la Cancillería Argentina, en el primer trimestre de este año sumaron exportaciones por US$ 15.407 millones, –un incremento interanual de 15,5%– lo que se explica por un aumento de precios (13,1%) y de las cantidades (2,1%).
Se destaca el crecimiento en los valores exportados de MOA, producto de mayores precios (23,1%) y cantidades (22,8%). Resaltan las menores cantidades de Productos primarios (−18,2%) y los menores precios de Combustibles y energía (−6,3%). En cuanto a las MOI, subieron los precios (3,2%) y aumentaron las cantidades (1,6%).
La caída en las ventas de los productos primarios es resultado de los menores envíos a Asean, Medio Oriente y resto de Aladi. Por otra parte, el aumento en los envíos de MOA obedece a las mayores ventas a UE, Asean, Medio Oriente e India, mientras el incremento en las ventas de MOI se explica por los envíos a Mercosur y USMCA.
Se destacan los aumentos en las exportaciones de harina y pellets de soja (US$ 1.380 millones más que en enero-marzo de 2020), aceite de soja (aumentaron US$ 884 millones), vehículos para transporte de mercancías (US$ 172 millones) y aceites crudos de petróleo (US$ 112 millones).
Aumentaron las exportaciones a China (36,9%), Medio Oriente (32,6%), UE (32,4%), USMCA (18,1%), Mercosur (7,2%), Asean (3,2%) y resto de Aladi (1,0%).
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