Consejo Argentina 2030: enfrentar el futuro con propuestas
¿Cuál será el rol del país en el comercio internacional? La concentración de los avances tecnológicos y la relevancia del cambio climático, al tope de la agenda
La creación del Consejo Argentina 2030 es un intento de enfrentar el futuro con ideas y propuestas. Entre sus tareas estará abordar el rol de la Argentina en el comercio internacional como factor clave para el desarrollo sostenible.
La buena noticia es que hay muchos estudios disponibles que pueden servir como insumo para sus deliberaciones. El desafío es que esos estudios señalan tendencias a 2030 pero subrayan la alta probabilidad de shocks y disrupciones.
Es obvio que desarrollar un marco teórico para comprender las relaciones entre las tendencias, las discontinuidades y las crisis, no es tarea sencilla.
La noticia mala es que entre 1980 y 2015 la Argentina tuvo un crecimiento poblacional de 1,2% anual mientras que el PBI per cápita promedio anual del mismo período fue de solo 0,7 por ciento. Esto muestra una crisis de productividad.
El punto de partida para pensar el comercio mundial en 2030 es tener una estimación de la evolución de la población.
Estas cifras, que no tienen en cuenta movimientos migratorios de magnitud, deben ser cruzadas con estimaciones de tasas de crecimiento, políticas de distribución del ingreso y datos de riesgo país. Por supuesto, esto debe refinarse país por país.
¿Cuánta transformación?
Uno de los problemas más difíciles es estimar el grado de transformación que implicará la absorción de las nuevas tecnologías: big data, impresión 3D, blockchain, inteligencia artificial, realidad virtual, la nube, internet de las cosas, e-commerce.
Lo que hay que destacar es la alta concentración del progreso técnico en los países desarrollados más China 2030 y que las transferencias de tecnología están sujetas al pago de "rentas de innovación".
Otro tema es el cambio climático, no sólo en relación con los modos de producción, sino especialmente para el caso de los consumos. Por eso se afirma "cambio climático, cambio de dieta" y la proliferación de estándares y certificaciones que deberán cumplir los productos.
La calidad de las inspecciones con nuevos sistemas profundizará los alcances del concepto de inocuidad alimentaria. Todas estas regulaciones son de uso dual: sirven para verificar el cumplimiento de las normativas pero también para realizar proteccionismo y justificar subsidios. El nexo entre cambio climático y comercio internacional debe ser bien comprendido.
La modificación en la arquitectura del sistema de pagos en el comercio internacional es otra cuestión problemática.
Si se considera que a 2030 el PBI de Estados Unidos en relación al PBI mundial habrá disminuido (China será la primera economía mundial), que estará cerca de alcanzar su independencia energética y que se producirá un proceso de movimiento de capitales hacia norteamérica al ponerse una tasa corporativa al 15%/20% en los próximos años, el efecto es que dejará de exportar suficientes dólares, la tradicional moneda del comercio internacional.
El euro es una incógnita. Hay que pensar cuál sería el arreglo para financiar el comercio exterior.
Una hipótesis es la "RMB solutions": China compra sus materias primas pagándolas con renminbí y exportando su industria y cobrándola en sus propia moneda. Otra es la emergencia de cajas compensadoras.
Estos son sólo algunos temas que claramente justifican la creación del Consejo Argentina 2030.
El autor es presidente de la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA)