Con un contendiente inesperado, avanza la licitación corta para dragar la Hidrovía
Emepa, la compañía encargada del balizamiento de la autopista fluvial durante 25 años y uno de los arrepentidos en la Causa de los Cuadernos, está entre los postulantes para hacerse cargo de las obras
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Finalmente, se supo quiénes participarán de la licitación corta para dragar la Hidrovía hasta que se ponga en marcha la licitación larga, cuyos pliegos no están listos y demorarán por lo menos hasta fines de 2022. Se realizó la apertura de ofertas de “doble sobre”: la oferta técnica por un lado, y la económica por el otro.
Hay cuatro propuestas para ganar este contrato: la primera es Jan de Nul, a través de Compañía Sudamericana de Dragado, el operador actual y quien estuvo a cargo de las obras durante 26 años; la segunda está conformada por la Unión Transitoria de Empresas (UTE), con la belga Dredging International, la compañía china CCCC Shanghai Dredging CO y la argentina Servimagnus SA; la tercera es la holandesa Boskalis; y, por último, la unión entre la dinamarquesa Rhode Nielsen y Emepa SA, una compañía relacionada con la Causa de los Cuadernos.
Los oferentes calculan que la revisión técnica llevará un mes o más y es posible que haya otra prórroga, por lo que la licitación corta será más corta aún. Todo un desafío para quienes tienen que mover las dragas sin saber si luego las tendrán que volver a retirar.
El 12 de septiembre de este año hubo un cambio radical en la administración de la Hidrovía. Después de 26 años de un control privado de la vía navegable por la que pasa el 80% del comercio exterior de la Argentina, el Gobierno decidió, ya vencido el contrato, que sea Administración General de Puertos (AGP) quien asuma el control de la hidrovía Paraná-Paraguay. Entre sus funciones está cobrar el peaje por el cual, durante los primeros tres meses de gestión, facturó US$42.150.000 con un total de gastos por US$37.650.000. Hay un resultante neto de US$4.500.000, según la propia AGP publicó en su último informe de gestión.
Denuncia y oferta
Sin tiempo para licitar su dragado y balizamiento, la AGP contrató de manera directa a los dos operadores que ya estaban trabajando. Distanciados entre sí, ambos disolvieron su sociedad Hidrovía SA para seguir con las obras por separado: se trata de la compañía belga Jan de Nul para el dragado, y la argentina Emepa para el balizamiento.
Antes de la finalización del contrato de Hidrovía SA parecía imposible que el Gobierno diera una nueva oportunidad a la compañía de Gabriel Romero (Emepa), ya que el empresario confesó como arrepentido en la Causa de los Cuadernos haber pagado US$600.000 en 2010 para prorrogar la concesión hasta 2021. Finalizado el contrato, eran las mismas fuentes oficiales las que informaban que el balizamiento correría a través de otros operadores. Sin embargo, una vez que la AGP tomó el control de la Hidrovía, por una cuestión de tiempos decidió contratar a quienes ya sabían como hacer el trabajo: Jan de Nul y Emepa.
Ahora, Emepa va por más. Se presentó a la “licitación corta” para el dragado (vale recordar que estaba a cargo del balizamiento) por lo menos hasta el 12 de septiembre de 2022 o hasta que el Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable, el organismo encargado de la licitación larga, presente los pliegos y condiciones a nuevos oferentes y el los ganadores comiencen a trabajar.
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