Cómo trabajan los perros de la Aduana para detectar sustancias prohibidas y divisas
La Argentina tiene 70 pasos fronterizos, 27 aeropuertos internacionales y múltiples puertos; además de los controles de rigor, que incluyen escáneres y chequeos, el olfato privilegiado de canes bien entrenados lleva a descubrir aún más ilícitos
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La imaginación no tiene límites a la hora de pensar en dónde se pueden esconder divisas o sustancias ilícitas para burlar a la Aduana. El doble fondo en las valijas parece un juego de niños al lado del escondite adentro de un camión de bomberos, dentro de la cámara de neumáticos o en la goma de auxilio, en cápsulas vitamínicas, en el aparato que enfría al contenedor y otros lugares insólitos que asombran al más experimentado funcionario a cargo del control. Nadie pensó, por ejemplo, que un perro podría detectar a pichones de yacaré adentro de una vieja máquina reproductora de CDs.
La historia de la Aduana local puede remontarse a 1534, cuando se estableció que los colonos no debían pagar una tarifa por los bienes que traían siempre y cuando fueran para uso personal. Hoy no es tan fácil traer objetos de afuera. Ya lo saben los importadores. Quienes viajan en avión por turismo pueden ingresar bienes siempre y cuando no superen los US$500 y quienes llegan por tierra o por un río, solo US$300. De otra manera hay que declarar y pagar una tasa. También hay que declarar valores en efectivo mayores a US$10.000.
Fuera de esta luz verde a lo poco que se puede ingresar, los productos entran dentro de la categoría de ilícitos. ¿Qué buscan en la Aduana? El éxodo de divisas por más de US$10.000 y las sustancias relacionadas con el narcotráfico, entre otras. Aquí entran en juego los perros que se entrenan para detectar la prueba del delito en 27 aeropuertos internacionales, 10 puertos principales y más de 70 pasos fronterizos con 5 países. Se trata de labradores, golden retrievers, malinois, ovejeros alemanes y flat coated retrievers, entre otros (cada raza responde a un determinado clima, al que se adapta mejor).
En un país con un serio problema de dólares, con trabas para la compra al precio oficial que la hacen casi imposible, trasladar billetes a uno y otro lado de la frontera resulta tentador. Aunque se escondan en lugares recónditos, los canes pueden sentir el olor del dinero, hacérselo saber a su guía y luego ser recompensados con comida o algún juguete. Pero buscan más que eso, drogas como marihuana, heroína, cocaína etc. entran dentro de un plan de búsqueda que resulta, en la mayoría de los casos, eficaz. Para los expertos, las drogas más difíciles de rastrear son las sintéticas, porque cambian todo el tiempo y hay que reentrenar constantemente a los perros.
Claro que hay otros controles, En el Puerto Buenos Aires, por donde llegan el 80% de los bienes al país a través de containers, existen escáneres que buscan imágenes “no compatibles” y que pueden detectar, por ejemplo, la mercadería escondida en doble fondo. Aunque autoridades de la Aduana aseguran que “es imposible controlar todo”, los perros hacen lo suyo y tienen logros importantes.
Entrar en el mundo del Centro Regional de Entrenamiento Canino es una experiencia interesante. Quizás, lo que más llama la atención es la simbiosis entre el guía y el perro. En muchas ocasiones se miran y se entienden mutuamente. Son acariciados con frecuencia. Es una manera de decir “te estás portando bien, y eso me hace quedar bien, gracias”.
Esta relación se basa en el cariño y respeto mutuo. Si el perro es el mejor amigo del hombre/mujer, su guía es el mejor amigo/a del perro. A tal punto que no solo los perros viven con su entrenador, sino que cuando se pasan a retiro, generalmente entre los 8 y 10 años de labor, son adoptados por su guía, que puede llegar a tener hasta dos jubilados en su casa.
Escuela para perros
En Boulogne funciona el centro de adiestramiento canino de la Dirección General de Aduanas (DGA), que capacita a los servicios aduaneros de los países de América del Sur. El establecimiento del organismo dependiente de la AFIP fue habilitado por la Organización Mundial de Aduanas (OMA) para ofrecer adiestramiento a guías y canes llamados “detectores” de toda la región.
Existen 18 centros en el mundo, y el de la Argentina es el único de habla hispana. Allí se gradúan los perros después de un año de entrenamiento y luego se asignan a un guía, su nuevo dueño, que, si tienen suerte y en general es así, se quedarán con él el resto de sus vidas. La Afip provee el entrenamiento, la comida y todo lo relacionado con la salud del animal. De esta forma se forman los binomios, una suerte de equipo que contribuye a frenar el contrabando.
Actualmente en la Argentina hay 122 binomios y otros 62 que están en proceso de aprendizaje. En 2015 había 300 binomios.
La información oficial dice que el centro es pionero en América del Sur en la formación de esta dupla entre guías y canes para tareas de fiscalización y control. Está compuesto de 68 caniles de alojamiento general y de descanso, 6 corrales de esparcimiento y entrenamiento al aire libre y un galpón cubierto con pista de entrenamiento.
También cuenta con un consultorio veterinario con 6 salas de internación, sala de rayos X, equipo de ecografía, laboratorio con equipamiento para procesar muestras y estudios complementarios, y un quirófano completo con equipo de anestesia inhalatoria. El equipo de veterinarios de la Escuela de Canes de Boulogne K-9 sale periódicamente a realizar vacunaciones y controles sanitarios en los centros que también existen en Salta y Bahía Blanca, y además recibe en su Hospital Veterinario los perros que requieren estudios o intervenciones de complejidad elevada.
Durante su entrenamiento, los perros se familiarizan con el olor de ciertas sustancias. Tienen la virtud de detectar hasta mínimas partículas ya que tienen un olfato infinitamente superior al de los humanos. Cuentan con entre 200 y 300 millones de receptores y puede reconocer un millón de olores, según los expertos. Los humanos, por su parte, tienen 5 millones de receptores y pueden reconocer solo 4000.
A la hora de aprender cuál es el olor de los dólares, trabajan con una bolsa de divisas convertidas en papel picado que se importa desde Estados Unidos. Podrán ser billetes en desuso que ya no sirven para utilizar normalmente, pero sí para aprender a detectar cómo huelen.
Hay, por otro lado, una idea de que los perros podrían ser adictos a las sustancias, como por ejemplo la cocaína y que por eso la detectan. Esto no es así, confirman los especialistas, ya que su premio es un juguete o algo de comida, pero nunca la sustancia que encuentran.
Simulacro
En un breve ejercicio frente a periodistas, algunos voluntarios son provistos de valijas y pasan en fila frente a uno de los perros, Floyd (como Pink Floyd) que tiene, como todos los canes de su especialidad, un chalequito perruno que dice Afip. Uno de los supuestos pasajeros se queda helado cuando el perro se abalanza sobre su valija. Encontró las divisas (de papel picado) y es remunerado con una pelota para jugar. No es común que haya dólares dentro de una valija, pero si eso sucede, los perros lo sabrán. Cada perro tiene su lenguaje cuando encuentra algo que pueda traerle un premio. Algunos rascan la valija, otros se sientan y miran a su guía.
Santiago Laguardia, guía de Floyd, explica que a través del método de asociación el perro aprende rápido, pero debe tener por lo menos un año y medio para arrancar el entrenamiento ya que antes de eso se considera “adolescente”. Ambos compiten en un deporte llamado mondioring, una modalidad de adiestramiento deportivo donde se combina el trabajo de obediencia, la agilidad (saltos) y el trabajo de protección.
Uno de los logros más llamativos de Floyd es haber detectado pichones de yarará dentro de una compactera de viejos CD. No estaba entrenado para este hallazgo específicamente, pero supo definir que “algo raro había” y así se lo hizo saber al entrenador. También encontró 8 kilos de cocaína adentro de un calefón con destino a Australia.
Laguardia comenta también que a veces llegan pasajeros desde Uruguay, donde está permitido el consumo de cannabis, y como el olor se impregna en la ropa, los perros lo detectan, aunque las personas no traigan consigo la sustancia.
Los premiados
Desde la Afip dieron algunos galardones que incluyen una medalla canina a 10 binomios que tuvieron acciones sobresalientes.
●Lola detectó 3,7 kg de fentanilo, también conocido como “la droga del amor”. Fue en la sección courier del Aeropuerto Internacional de Ezeiza. La sustancia venía presentada en forma de pastillas que simulaban ser un suplemento vitamínico proteico. Lola marcó el envío y los tests reactivos de la Aduana hicieron el resto.
●China encontró US$121.600 ocultos en la rueda de auxilio de un auto en la Terminal Buquebus.
●Emma marcó una colección de billetes y monedas antiguas con piezas de notable valor histórico, como una serie de billetes ucranianos y alemanes que datan de los años de la Segunda Guerra Mundial, utilizados en los campos de prisioneros nazis.
●León descubrió aproximadamente 70 kilos de cocaína en el doble fondo de la cama de un motor home en la terminal de vehículos de Zárate. En un buque que también había arribado a Zárate, Chola encontró 57 kilos de cocaína en un camión de bomberos.
●Durante un procedimiento en el Paso Fronterizo Internacional Posadas-Encarnación, Fili encontró 46,8 kilos de cocaína-pasta base en los ejes de un camión de carga.
●Baxy, en cambio, descubrió 31,8 kg de la misma sustancia en Clorinda, Formosa.
●Floky halló 47,5 kg de marihuana en el doble fondo de un BMW X6 en Puerto Iguazú.
●Rose, por su parte, recibirá el premio por haber rastreado $8.200.000 en un automóvil que buscaba cruzar a hacia Chile en el sur de nuestro país. El dinero estaba en un compartimento agregado a la parte superior de la guantera.
●Por último, Scott, Molly, Tango, Ramón, Floyd y Porá recibieron diplomas del curso de reasignación de canes. Irán a destinos como Comodoro Rivadavia, Ezeiza y Bahía Blanca.
Características
Cuando se pregunta cómo debe ser el carácter de un perro, hay una que llama especialmente la atención ya que está en la lista de cualquier especialista en Recursos Humanos a la hora de reclutar personal. Se trata de la tolerancia a la frustración. Buscan también en el momento de la selección que el animal sea “juguetón” o inquieto y que tenga una cierta apetencia por la caza orientada a atrapar algún estímulo, como un trapo, ofrecido por el entrenador. “Un alto porcentaje de controles aduaneros son negativos y por esta razón el perro no debe frustrarse y seguir buscando con el mismo ímpetu”, afirma el veterinario Fabián Maldonado. Además, no deben ser perros agresivos. Si los canes no responden a estas características, suelen regalarse. Hay lista de espera para quedarse con ellos.
La cuestión de género también es un tema. Los perros machos suelen tener un carácter más fuerte y las hembras por lo general tienen una personalidad más suave. De acuerdo a esto, se asignan a sus entrenadores/as, buscando una cierta compatibilidad de personalidades.
En el centro de entrenamiento también se crían cachorros, pero no todos son aptos para este trabajo. También se compran a criaderos. Maldonado afirma que, aunque son perros que trabajan, están estimulados por el juego y la comida. “Se ponen felices cuando encuentran algo porque son recompensados”, afirma.
Los guías tienen un horario de trabajo de 8 horas, pero los perros mantienen la atención por unos 20 minutos, luego deben descansar en algún canil especialmente preparado con aire acondicionado o calefacción, depende del clima.
Hay perros que buscan personas, o que detectan bombas, pero dependen de otros organismos. Eso esto todo un nuevo capítulo.
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