Asia, el segundo socio de la Argentina
El continente participa con el 27% del total de las exportaciones nacionales, cada vez más cerca del Mercosur. En cuanto a las importaciones, es origen del 23% de las compras internacionales
El continente asiático se sigue consolidando como segundo socio comercial argentino, detrás del continente americano. Y si vamos al detalle, indudablemente China se convierte en el segundo socio comercial detrás de Brasil. Los países asiáticos constituyen el segundo destino de nuestras exportaciones y los segundos proveedores de nuestras importaciones. Alentado por el incremento de los precios de las commodities , este hecho marca un hito trascendental en la historia comercial argentina desde mediados de la década pasada.
Las exportaciones argentinas se caracterizan por estar constituidas por productos primarios a China, la India, países del Asean -Asociación de Naciones del Sudeste Asiático- y Japón (petróleo crudo, mineral de cobre y sus concentrados, porotos de soja, maíz) y manufacturas de origen agropecuario a la India, China, Asean y Corea del Sur (en particular, aceite de soja a China, Malasia, la India, Vietnam, Corea del Sur y Bangladesh).
Los productos asiáticos que importa nuestro país están conformados por bienes intermedios (superfosfatos con contenido de pentóxido de fósforo, fosfato monoamónico, glifosato y etileno, y tejidos de punto de fibras artificiales teñidos de China, cauchos naturales de Indonesia y ácido adípico de Singapur).
También se incluyen bienes de capital (computadoras portátiles, calderas de vapor, motocompresores para equipos frigoríficos, aparatos receptores decodificadores de televisión digital de China y condensadores para máquinas de vapor de Tailandia), y piezas y accesorios para bienes de capital (partes para aparatos receptores de radiotelefonía y televisión, partes de máquinas y aparatos para acondicionadores de aire, motores de émbolo, circuitos impresos con componentes eléctricos, todos provenientes de China, Tailandia y Corea del Sur).
En 2010 el intercambio comercial con el bloque Asean (integrada por Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Vietnam), con China, Japón, la India y Corea del Sur, registró un saldo positivo de 379 millones de dólares, favorecidos por los altos precios de las commodities que la Argentina le vende al continente y que permite mantener ese superávit. Sin embargo, éste se sigue reduciendo por las crecientes importaciones de productos asiáticos.
El grueso del intercambio se produce con naciones del Lejano Oriente y si bien continúan incrementándose las operaciones con el Medio Oriente, éstas son marginales.
Medio Oriente comprende a los fines estadísticos argentinos a Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Irán, Irak, Israel, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Qatar, República de Yemen, Siria y Territorio Autónomo Palestino, con este bloque regional la Argentina tuvo en 2010 un saldo positivo en su balanza comercial de US$ 2565 millones, con ventas por US$ 2868 millones e importaciones por US$ 303 millones. Este bloque contribuye a mantener por el momento el saldo de la balanza comercial argentina superavitaria.
Asiatización
El continente asiático participa con el 23% en el total de destinos de las exportaciones argentinas (acercándose año tras año al Mercosur, el primero de los destinos). Tengamos en cuenta que en 2007 esa participación era del 20%. En materia de importaciones, representa un 23% como proveedor de la Argentina (en 2007 representaba un 19%). Y dentro del continente asiático, China se ha convertido en el segundo destino de las ventas externas argentinas detrás de Brasil y en el segundo abastecedor de productos también detrás de Brasil.
¿Se puede hablar de una "asiatización" de la economía argentina? Lo mismo está ocurriendo en toda América del Sur, donde China se cuenta entre los tres primeros socios comerciales de Brasil, Chile, Ecuador, Venezuela y Perú. Recordemos que para Chile, China era su tercer socio comercial hasta 2004 y en 2005, el segundo. Luego de la firma del Tratado de Libre Comercio, pasó a ser su primer socio. A su vez, este año se puso en vigencia el Tratado de Libre Comercio entre Perú y China con el objetivo de incrementar los lazos comerciales. América latina constituye un gran negocio para China, pues se abastece de materias primas de todo tipo, y le vende bienes intermedios o de capital con valor agregado, aparte de realizar inversiones en minería y en infraestructura.
Por otro lado, las exportaciones argentinas al Lejano Oriente y Medio Oriente representaron unos US$ 15.813 millones en 2010. Las ventas al Lejano Oriente crecieron un 19% y al Medio Oriente, un 4% comparadas con 2009. A su vez, las importaciones desde Asia totalizaron aproximadamente unos US$ 13.015 millones y crecieron las compras al Lejano Oriente un 21% en relación con 2009.
Ránking
Como principales destinos de las exportaciones argentinas a Asia en 2010 figuraron: China, con 5858 millones de dólares, Irán (1472 millones), la India (1339 millones), y luego Indonesia, Malasia, Japón, Corea del Sur, Vietnam y Tailandia.
Como principales proveedores del país figuraron en 2010: China con ventas por 7648 millones de dólares, Japón (1191 millones) y Corea del Sur (968 millones).
Si bien con todo el continente asiático la Argentina tuvo un superávit comercial de 2794 millones de dólares en 2010, con China, Japón, Corea del Sur y Taiwan los saldos de las balanzas comerciales bilaterales son deficitarios.
Asimismo, no debe olvidarse el creciente interés de capitales asiáticos (en particular chinos e indios) por invertir en sectores como el minero, bancario, generación eléctrica, petrolero, gasífero, molienda de granos, producción y ensamble de artefactos electrodomésticos.
Como vemos, el peso específico de China en territorio latinoamericano se va consolidando a medida que disminuye la participación de Estados Unidos en el comercio con la región. En la última reunión del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se planteó que existen muchísimas oportunidades de inversión para China en América latina. China, el miembro más nuevo del BID, tiene grandes oportunidades de inversión en temas de infraestructura como puertos, caminos y generación de energía. China comenzó a formar parte del BID en enero de 2009, y se convirtió en el 48° miembro, con una contribución inicial de US$ 350 millones. A su vez, el Eximbank de China y el BID organizaron un fondo de US$ 200 millones para financiar actividades de comercio exterior entre el gigante asiático, América latina y el Caribe.
SECTORES
Los intereses de los inersores asiáticos
Asimismo, no debe olvidarse el creciente interés de capitales asiáticos (en particular chinos e indios) por invertir en sectores como el minero, bancario, generación eléctrica, petrolero, gasífero, molienda de granos, producción y ensamble de artefactos electrodomésticos.
Como vemos, el peso específico de China en territorio latinoamericano se va consolidando a medida que disminuye la participación de Estados Unidos en el comercio con la región. En la última reunión del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se planteó que existen muchísimas oportunidades de inversión para China en América latina. China, el miembro más nuevo del BID, tiene grandes oportunidades de inversión en temas de infraestructura como puertos, caminos y generación de energía. China comenzó a formar parte del BID en enero de 2009, y se convirtió en el 48° miembro, con una contribución inicial de US$ 350 millones. A su vez, el Eximbank de China y el BID organizaron un fondo de US$ 200 millones para financiar actividades de comercio exterior entre el gigante asiático, América latina y el Caribe.
El autor es profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Palermo.