Arándanos. La empresa que se enfocó en la tecnología del cultivo para asegurar mercados
Berries del Sol exporta actualmente a más de diez países, cuidando la genética del producto y cada fase del negocio
Berries del Sol comenzó en 2007 como una empresa enfocada en producción de arándanos de máxima calidad para el mercado de exportación. "Es un emprendimiento familiar en el que tuve la oportunidad de volcar toda la experiencia de mi trabajo profesional de ingeniero agrónomo como asesor en emprendimientos frutihortícolas, en general de manejo del riego y fertilización en particular", cuenta a la nacion Alejandro Pannunzio, presidente de la empresa y de la Asociación de Productores de Arándanos de la Mesopotamia (Apama).
Con su experiencia en el emprendimiento, Pannunzio obtuvo su grado de magíster en gestión del agua en 2009 y el título de doctor en criterios de diseño de sistemas de riego y cálculo de huella hídrica en arándanos.
Hoy, con plantaciones en Entre Ríos y mercados de exportación abiertos (tales como Estados Unidos, China, Rusia, Israel, Italia, Alemania, Francia, Holanda, Dinamarca y Canadá, entre otros), Pannunzio destaca que, desde el principio, la empresa se preocupó más por el nivel tecnológico del proceso productivo que por la escala, lo que los llevó a asegurarse mercados de exportación a través de la calidad del producto.
"El desafío fue poder llevar adelante algunas ideas y puntos de vista sobre cómo debe manejarse una empresa de este tipo en un emprendimiento propio. Para cada escala hay una estructura adecuada, la cual no debe perder dinamismo en las decisiones, no debe cargarse de estructuras administrativas y debe basarse en el respeto de todos los integrantes más allá de las jerarquías", dice. Este enfoque permitió que la empresa pudiese desarrollarse hasta el punto de determinar, casi de una forma académica, nueve puntos esenciales para la exportación de este tipo de productos:
- El primero, como se señaló, es la calidad.
- El segundo es la competitividad de costos "en un mercado cuya demanda cada vez es mayor, pero donde la competencia lo es más aún", dice.
- Les sigue la cadena de valor, sobre la cual Pannunzio expresa que es indispensable apoyarse en los proveedores y en los clientes, buscando relaciones a largo plazo.
- La integración vertical, en tanto, garantiza el éxito de la exportación con un buen seguimiento, "desde la producción hasta la Aduana domiciliaria que despacha los contenedores".
- El quinto se apoya en la genética del producto, con plantas basadas en el programa de mejoramiento de la Universidad de Florida, Estados Unidos, por el cual pagan derechos.
- Sistemas de riego por goteo y antiheladas de última tecnología, con mallas antigranizo para mitigar los riesgos ambientales.
- Foco en recursos humanos, "con capacitación permanente y profesionalización de procesos".
- La apertura de diversos mercados. Pannunzio dice que la empresa fue la primera argentina en exportar a China, la primera en hacerlo en gran volumen a Rusia y es la única argentina que exporta a Suecia.
- Por último, destaca las normas de calidad. "La producción y empaque se encuentran certificados con norma social Grasp, y formamos parte de la red de lucha contra el trabajo infantil. También contamos con la certificación del sello Alimentos Argentinos y formamos parte de la red Sedex (una plataforma colaborativa global que comparte datos sobre cadenas de suministro)", dice.
Para concluir, el presidente de la empresa señala que "el éxito de una pyme lo determina el equilibrio entre lo técnico, lo comercial y lo financiero, y no dar pasos más grandes de los que se puedan".
"Nunca hay que perder solvencia y no hay que endeudarse, porque este país te pone impuestos que no contemplabas en un momento determinado y te puede hacer desaparecer", concluye.