Alejandro Wagner: “Buscamos políticas sólidas que permanezcan en el tiempo”
El director de comercio de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional reconoce que el país “no tiene una cultura exportadora” y hay que desarrollarla
“La Argentina no tiene cultura exportadora. El empresario que vende al exterior parece un héroe, un osado, y esto no puede ser así. No es así en otros países. Nosotros queremos instalarnos en el mundo, y para eso se está generando una política que impulsa el comercio exterior”, afirmó Alejandro Wagner, director general de Comercio Internacional de la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional. “Es fundamental para la agencia el contacto con el sector privado, y en el centro de la estrategia colocamos a los emprendedores y a las pymes”, agregó.
–¿Cómo está hoy la Argentina inserta en el comercio global?
–Lejos de donde quisiéramos. Las exportaciones vienen cayendo en el último tiempo y en 2017 finalizarán en un nivel parecido al del año pasado. Las empresas exportadoras son unas 9000, es muy poco. Pero esto es lo que pasó, estamos trabajando para que cambie.
–¿Y qué priorizaron en la agencia cuando empezaron a trabajar?
–Cuando llegamos nos encontramos con una agencia que funcionaba como en los 90: concentrada en el armado de ferias, misiones comerciales y otras acciones de promoción. Nosotros pusimos el foco en las empresas, quisimos conocer qué necesitaban. Nos reunimos con las cámaras empresariales y otros referentes; observamos lo que hacen otras agencias en el mundo y tratamos de adaptarlo. Y en el mundo las agencias son facilitadoras de negocios. Nos planteamos tres ejes: desburocratizar, capacitar y promocionar. Empezamos escuchando al sector privado.
–¿Qué les plantearon los empresarios?
–Nos decían que necesitaban capacitación, incorporar diseño, ampliar la capacidad productiva, adquirir tecnología, certificaciones, financiación, eliminar burocracia. Uno de los objetivos es desburocratizar; una empresa no puede dirigirse a varias ventanillas en el Estado, hay que facilitarle la tarea. En el caso de la agencia, si una pyme nos avisa que tiene demoras por trámites en la aduana, u otros organismos que intervienen en el proceso exportador, procuramos solucionarlo. A la vez, como aporte al Estado somos fuente de información: indicamos cuáles son los problemas recurrentes para que se corrijan; a veces se requieren leyes, normativas, y esto escapa a nuestra posibilidad, pero informamos.
–En el diseño de la estrategia, ¿qué sectores les interesa promocionar?
–Nos basamos en un estudio del Ministerio de Producción que había clasificado los segmentos de mercado de acuerdo con el empleo que generan y la competitividad. Porque hay sectores que generan mucho empleo y tienen alto potencial exportador; otros con mucho empleo y poca capacidad de vender al exterior debido a su baja competitividad. Son los dos extremos: los mejor posicionados son los de tecnología avanzada y servicios, entre otros. En la otra punta están rubros como el textil o el calzado, que son poco competitivos. Pero tenemos otros en el medio, los que necesitan algunos cambios para estar en condiciones de salir al exterior, por ejemplo maquinaria agrícola o autopartes. Trabajamos en áreas; una es servicios y allí nos interesa promocionar lo relacionado con el talento, la creatividad, como el software, los contenidos audiovisuales o la tecnología médica. En agro y alimentos, los productos orgánicos, alimentos procesados y gourmet, vinos y bebidas, carnes. En industria, maquinaria, equipamiento médico, farmacéutica, cosmética, electrónica, entre otros. Y en lo creativo, las editoriales, diseño y moda.
–Para esto, ¿coordinan el trabajo con otros organismos del Estado?
–Necesitamos hacerlo porque los diferentes actores establecen políticas que involucran a todos los sectores. Funcionamos en equipo: definimos los sectores y mercados, discutimos prioridades, ventajas, desventajas y después planteamos las acciones de promoción. El Ministerio de Agroindustria nos marca el camino para lo relacionado con alimentos y agro, o el Ministerio de Cultura para la industria creativa y bienes culturales. Además, están las dependencias del exterior: embajadas y consulados que nos ayudan a desembarcar en los países para la promoción de productos y servicios. Es lo que termina de cerrar el círculo: el privado que tiene una realidad determinada, demandas específicas, y el Estado que llega con sus políticas.
–¿Cuáles fueron los sectores ganadores y perdedores en 2017?
–La industria fue la gran ganadora. En parte por la recuperación de Brasil; allí se dirige el 50% de las exportaciones industriales del país. En el caso de los productos primarios hay un retraso, especialmente por la caída de precios internacionales. En manufacturas agroindustriales gana lo que incluye valor agregado, como los alimentos procesados. En servicios, lo que depende del talento y la tecnología.
–En cuanto a los mercados, ¿a cuáles quieren llegar?
–En servicios hay muchas posibilidades en Estados Unidos, Chile, también África, un extenso mercado que estamos analizando. En industria, Brasil sigue siendo el principal destino, sobre todo para las autopartes y la metalmecánica. Pero si queremos diversificar necesitamos llegar a México y Colombia, que son grandes economías en la región y allí estamos trabajando para incrementar las ventas. En agro y alimentos el sudeste asiático crece, pero también queremos profundizar el comercio con la India. A la vez, América latina es muy importante para exportar alimentos.
–Sin embargo, en algunos países los aranceles dejan fuera de competencia a los productos argentinos, además de barreras que dificultan el ingreso de productos con valor agregado…
–Sí, hay que trabajar para abrir mercados, firmar acuerdos internacionales, todo lo que reduzca o elimine aranceles y barreras paraarancelarias. Chile tiene tratados comerciales con el 93% del PBI global; la Argentina, con cerca del 10%. A la vez, se debe aumentar la competitividad en el país con reformas tributaria, laboral, mejor logística, más obras de infraestructura.
–¿Ustedes observan un cambio por parte de los empresarios, mayor interés por exportar?
–Hay más confianza, están mirando el comercio internacional como una oportunidad. Se acercan pymes para exportar por primera vez y ahí aportamos desde la capacitación, porque no están preparadas para ir a una feria, por ejemplo. También vemos casos en que la exportación es esporádica; hay empresas que no venden al exterior ni siquiera tres años seguidos y queremos apoyarlas para que lo hagan de una manera sustentable y continua. Que vendan de vez en cuando podía deberse a que dependían del tipo de cambio, o bien a que el gobierno de turno imponía restricciones que las complicaban.
–Lo cual no favorece la continuidad exportadora….
–Empecemos reconociendo que la Argentina no tiene cultura exportadora. El empresario que exporta parece un héroe, un osado. Y esto no es así en otros países. Lo que nos pasó es que muchas veces el Estado no generó las condiciones, al contrario, las políticas fueron adversas al comercio exterior. Así, el resultado es que sólo el 1% de las pymes exportan. Es lo que queremos modificar con políticas de Estado. Por parte de la agencia trabajamos de forma proactiva, salimos a buscar a las pymes, les mostramos que están en sectores que tienen potencial y les preguntamos qué les hace falta. Queremos políticas sólidas, que permanezcan en el tiempo. Una tarea como la que hizo ProChile, entre otros. El objetivo es claro, pero sabemos que los cambios no se van a concretar de hoy para mañana.
–¿Qué acciones están definiendo para 2018?
–Nos estamos reuniendo con representantes de las cámaras empresariales para confeccionar la agenda. Pero vemos sectores con diferentes situaciones, por caso, en citricultura el limón es el mejor posicionado, pero el pomelo está rezagado. Hay segmentos que antes no se atendían, como biotecnología, y queremos que avance. Por otra parte, los sectores que hoy no son competitivos, como el textil, pueden llegar a serlo incorporando diseño, creatividad. También estamos en contacto con las distintas realidades del interior del país: creamos la Red Federal de Agencias, que reúne los organismos de promoción que existían en las provincias y hacen una tarea similar a la nuestra. En la red coordinamos acciones, firmamos acuerdos; hubo una gran adhesión de las provincias. Todos nos enteramos de en qué estamos trabajando y unimos esfuerzos. Para nosotros es una manera de acercarnos a las pymes del interior y conocer sus necesidades.
–¿Qué otros proyectos tienen?
–Queremos lanzar un programa de certificaciones y capacitar a las empresas para las obtengan. Eso las coloca en mejores condiciones para exportar. Y vamos a otorgar financiación para que certifiquen; el crédito lo van a devolver si tienen éxito en la exportación. También estamos avanzando en la plataforma www.buyargentina.gob.ar, queremos que a partir del portal se generen negocios, no sólo brindar información sobre la oferta exportable. El próximo paso es desarrollar el e-commerce, y para que las pymes realicen sus entregas en los tiempos requeridos por el comercio electrónico estamos pensando en que almacenen los productos en centros logísticos que se van a instalar en regiones estratégicas.
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