Combustibles y garrafas: la Argentina tiene los precios más bajos de la región
La nafta súper es entre 26% y 43% más económica que en Chile, Brasil y Paraguay; la garrafa de 10 kilos solo cuesta menos en Bolivia y en Ecuador
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CORDOBA.- Pese a las última suba del 9% de los combustibles en la Argentina –después de un congelamiento de ocho meses–, los precios de los surtidores argentinos están entre los más bajos de la región. En el caso de las naftas, la súper es entre 26 y 43% más económica que en Chile, Brasil y Paraguay y la premium se ubica entre 15 y 34% por debajo. El gasoil cuesta 15% menos que en Brasil y 27% menos que en Uruguay. En el caso del GNC, las diferencias son más amplias: 52% menor que en Brasil y 44% menos que en Chile.
Los datos se desprenden de un informe del Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Córdoba realizado con la referencia del dólar oficial. El documento pone énfasis en quela diferencia no se explica por una ventaja comparativa de la Argentina en términos eficiencia energética o productividad tecnológica del sector, sino que se debe al “atraso” de precios acumulado en los últimos dos años derivado de las “fuertes distorsiones de precios relativos generadas las políticas económicas del Gobierno nacional”.
Mientras desde comienzos del 2020 los combustibles no presentaron una disociación significativa frente al tipo de cambio (70,1% y 69,1%, respectivamente), ambos lo hicieron frente a la inflación acumulada en el mismo período, que alcanzó 105,5%. La brecha se amplía al considerar la núcleo (excluye los precios regulados como tarifas y combustibles): 115,9%.
El petróleo crudo en su variante Brent –referente internacional para los combustibles– aumentó 34% desde diciembre de 2019 a este mes. Esa suba, describe el estudio. impulsó al alza no solo el precio de hidrocarburos sino también de la inflación en muchos países del mundo. Por caso, Estados Unidos alcanzó en enero la más elevada en los últimos 40 años (7,5% interanual); allí la gasolina subió 33% entre finales de 2019 y mediados de este mes.
Fabio Ventre, subdirector del Instituto, indica que si el Gobierno decide avanzar en “eliminar o reducir las distorsiones” habría un traslado a precios en un escenario base con proyecciones de 55% de inflación para este año.
“Mantener atrasados el tipo de cambio y el precio de las naftas (incluso en los niveles actuales), resulta insostenible -agrega-. Las presiones ya se perciben en el sector externo: en diciembre la importación de combustibles fue la más alta para ese mes desde 2013 y quedó muy cerca de los máximos de la serie. Eso se explica no solo por la suba de los precios sino por el mayor volumen importado. Sostener el atraso tendrá un alto costo para el sector externo y el mercado cambiario”.
Garrafas, también baratas
Desde la Cámara de Empresas Argentina de Gas Licuado (Cegla) advierten que las fraccionadoras operan a pérdida. Explican que una garrafa de 10 kilos cuesta, en promedio, $424 y el valor de venta en plataforma es de $236. “Tenemos una estructura de costos que no puede ser cubierta con esos importes. Necesitamos que el precio de referencia para el fraccionado y para las otras etapas se actualice cada seis meses, de acuerdo a lo que establece la Ley 26.020″, reclama el presidente de la entidad, Pedro Cascales.
El precio de la garrafa es uno de los más bajos de la región junto a los de Bolivia y Ecuador, países que tienen “muy subsidiado” el precio del gas envasado. Pero, dice Cegla, también es “inferior a los equivalentes que se pagan por otros tipos de energía [en el país].
En una comparativa de cuánto debería costar una garrafa en relación al mismo consumo de otros energéticos, los resultados son muy favorables para el butano y el propano, incluso contra el gas natural del AMBA y del resto de Buenos Aires. Lo mismo sucede con la leña, que actualmente supera el costo del gas envasado.
En un reporte muestran que, en una comparación con equiparación a los valores de la electricidad residencial de diferentes regiones del país, una garrafa de 10 kilos debería costar $2928 para un consumo equivalente de luz en la ciudad de Córdoba. Si la la relación es con la energía eléctrica de la ciudad de San Miguel de Tucumán, sería $2082 y con Buenos Aires, $1851.
Cegla también hizo comparaciones con productos de consumo masivo: un kilo de yerba o un aceite de girasol de 1,5 litros cuestan $400, en promedio; el kilo de pan $300; una gaseosa cola de dos litros vale $180. “Y si se va en auto al supermercado a buscar esos alimentos o a adquirir la garrafa, con el reciente incremento de la nafta se necesitarán $4500 para llenar un tanque de 45 litros en la Ciudad de Buenos Aires”, resume.
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