Coloquio de IDEA: alerta empresaria por la inflación y las recetas para controlar precios
Los hombres de negocios desconfían del diagnóstico del Gobierno para enfrentar los aumentos; alertan por el cisne negro mundial que sumará más presión también a la Argentina
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“¿Puede haber una hiperinflación?”, preguntó LA NACION al consultor de empresas palmeado por los ejecutivos que recorrían el hall central. “Una híper, en la historia argentina, aparece cuando hay un déficit fiscal alto, mucha emisión monetaria y vacío de poder”, graficó. Para él, el actual rojo de caja de 3,5% del PBI es financiable por el Gobierno. Sin embargo, el economista afirmó que no existe un plan para alinear expectativas. “Hoy hay un plan de muy corto plazo con medidas sueltas y sin un marco que las encaje”, dijo en el salón de Costa Salguero en el segundo día del °57 Coloquio de IDEA.
Los precios fueron uno de los temas en los pasillos por tres motivos. Primero, el diagnóstico oficial, que llevó al flamante secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, a anunciar un acuerdo de precios recargado y sorpresivo para los empresarios. Segundo, porque desde hace semanas varios descontaban que en septiembre se frenaría el proceso de desaceleración que prometió Martín Guzmán. En tercer lugar, porque el drama argentino con la inflación comienza a encastrarse con un cisne negro global, una crisis de producción, altos costos logísticos y alza de los valores de la energía.
“Me preocupa que consideren exitoso a Gelbard”, ironizó ante la pregunta de LA NACION Miguel Blanco, director de Swiss Medical y coordinador de Foro de Convergencia Empresario sobre los acuerdos de precios. “Los controles son medidas electoralistas para dar un mensaje. Nada más. No podés parar la inflación con congelamiento, porque lleva al desabastecimiento. Me preocupa mucho la inflación; y me preocupa el día después”, dijo.
“La inflación es un tema que preocupa a todos los sectores sociales. Creo que es una de las variables que hay que buscar mejorar para generar estabilidad. Preocupa la previsibilidad y complica la inversión”, afirmo, en tanto, Roberto Murchison, presidente de IDEA y de Grupo Murchison. “Esa inversión es clave para generar trabajo y comenzar a bajar el 40% de pobreza”, acotó. Sobre los controles, estimó que son necesarias soluciones más sistémicas para enfrenta la inflación.
La suba de precios es un tema sensible, sobre todo para las alimenticias. Un empresario de ese rubro, en off the record, recordó que todos los gobiernos lo llamaron para frenar precios. “De Paula Español, a Ignacio Werner, empezando por Guillermo Moreno”, enumeró. El hombre de negocios dijo que no todos los alimentos están en las mismas condiciones para aguantar los congelamientos. No es lo mismo el arroz, que recuperó rentabilidad, que los lácteos, que arrastran problemas de margen hace tiempo. “Hay que entender que no podemos despegarnos del mundo”, afirmó y pidió pensar estrategias para mejorar la productividad y la competencia, y así ofrecer precios más accesibles a los consumidores.
“No me parece una herramienta adecuada”, dijo el CEO de una firma tecnológica que disfrutaba de un café y un bocadito mientras charlaba con la número uno de una consultora especializada en beneficios y compensaciones. “No tengo la bola de cristal sobre el año que viene”, agregó cuando se lo consultó sobre la inflación oficial reprimida oficialmente. El tributarista César Litvin cuestionó el plan Feletti. “Los controles de precio son un camino al fracaso; una herramienta medieval. Esos controles con alta emisión son incompatibles”, avizoró el experto.
El drama en el mundo
Sentado en un sillón del salón central del Coloquio, Antonio Aracre, director general de Syngenta analizó el creciente problema global de inflación que profundizará los ruidos locales. Para explicar el problema mencionó al glifosato, el herbicida más usado en la Argentina para siembra directa. “Hay muchas empresas hoy en el país que no tienen disponibilidad ni precio”, alertó. Esto se da por los problemas de suministros en el exterior, pero también porque el oxígeno industrial que muchos usaron para las terapias intensivas en plena ola de covid también se usa como insumo para su producción industrial. “La peor parte en lo que tiene que ver con la falta de suministros, sin haber terminado la pandemia, está por venir. Además, China se está reconvirtiendo, reduce su actividad, y la oferta de lo que produce a todos los países. Esto va a generar un proceso inflacionario a nivel global por oferta limitada. Se vienen meses más complicados”, afirmó y pidió mirar cómo la inflación –a niveles más bajos que los que se registran en la Argentina– se duplicó en Brasil y en los Estados Unidos, por caso. Las quejas por la multiplicación de los costos energéticos y logísticos (se multiplicó por seis o siete) recorrieron todas las conversaciones.
Sobre la modalidad política de poner la responsabilidad de la inflación en el sector empresario y sobre el futuro, Aracre fue claro. “El Gobierno tiene que decidir después de las elecciones si gira hacia una economía de mercado o si se radicaliza hacia una izquierda efectistas desde lo discursivo, para la gente. La oposición deberá definir si son responsables y si se sientan a construir el país que queremos o siguen jugando con el fósforo en la mano”, cerró.
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