Coaching ontológico: la hora de los CEO sensibles
Los descubrimientos científicos y el avance tecnológico transforman la mayoría de los espacios de trabajo con una velocidad que puede ser muy difícil de seguir para quienes deben tomar las decisiones. Esto hace que cada vez más directivos incorporen técnicas y herramientas de comunicación, adaptación y flexibilidad para guiar a la organización a través del proceso de cambio.
Según un estudio realizado por David Deming para la escuela de negocios de la Universidad de Harvard, en la actualidad, el 85% del éxito en el desempeño de un profesional se debe al buen desarrollo de sus habilidades personales. Estas son buenas noticias para los directivos ya que implica que el éxito se basa en algo que las computadoras todavía no han podido reemplazar: la comunicación interpersonal.
"Un líder tiene que poder sacar lo mejor de las capacidades de quienes integran sus equipos", sostiene Marcelo Siano, gerente general de Consumo Masivo de Arcor quien tomó la decisión de entrenarse como "coach ontológico".
El coaching es un proceso de entrenamiento y aprendizaje que tiene como fin una aplicación concreta. Está basado en que una buena comunicación es fundamental para alcanzar cualquier objetivo. Se da a través de una dinámica en la cual el coach funciona como guía para su equipo frente a ciertos desafíos profesionales, empresariales o de negocios. Aunque la importancia de la comunicación eficiente no sea una novedad, sí lo es el alcance que estas disciplinas han logrado dentro de las empresas. "El primer paso fue constituir un grupo o equipo de transferencia al cual yo le transmitía los conocimientos que iba adquiriendo para capitalizarlo a nivel corporativo", explica Siano sobre el proceso de formación como coach. "Al cabo del programa, el equipo de réplica tenía los mismos conocimientos que yo", agrega.
Ciertas habilidades o competencias antes consideradas blandas, hoy cobran un rol trascendental y se imponen como indispensables para coordinar equipos y establecer el rumbo de una empresa en un entorno cambiante. "Un líder en el contexto de cambios actual debe tener la capacidad de hacer un diagnóstico de situación, perspectiva y capacidad de movilizar la organización para llevarla a ese objetivo deseado. Esta movilización requiere de habilidades interpersonales porque hace falta transmitir la visión para que las personas puedan darle sentido al esfuerzo, al desarrollo y al compromiso", explica Rubén Figueiredo, profesor de Comportamiento Humano y director del programa de alta dirección del IAE Business School.
Matías Ghidini, general manager de Ghidini Rodil, consultora de recursos humanos, coincide: "En estos tiempos de cambio e incertidumbre, toda posición a nivel ejecutivo debe tener la capacidad de asignar prioridades, entender dónde hay que poner el foco en términos estratégicos y tener la habilidad de mostrarse más vulnerable. Hubo un cambio desde el antiguo jefe autoritario a un líder más cercano, colaborativo que no tiene todas las respuestas pero que puede generar un contexto para que la solución emerja del trabajo en equipo".
Si bien remarca que las personas tienen determinadas fortalezas y debilidades preexistentes, hay ciertas herramientas que se puedan aprovechar para llevar al management al siguiente nivel. "El coaching o el mentoring son buenos complementos en lo que es el desarrollo profesional de la persona", agrega Ghidini.
El coaching funciona bajo la premisa de que el lenguaje es capaz de construir realidad. "La mayoría de las personas trabaja conversando con otras, ya sea que vende, que gestiona o que diseña, lo hace en relación con otras personas. Por eso, cada vez es más importante la conversación para conducir un equipo adelante", explica Roberto Sanvido, presidente de Newfield Consulting Argentina, consultora de Coaching Ontológico. Newfield organiza a partir de mañana Liderando la transformación desde uno mismo", un evento dirigido a CEO y líderes de alta dirección de Argentina y Latinoamérica.
Un enfoque comunicacional permite construir puentes entre el management y los equipos, lo que puede llevar a la empresa a una mayor eficiencia, basada en una mejora en el ambiente de trabajo. El estudio publicado por la Universidad de Harvard demuestra que las habilidades sociales reducen los costos de coordinación con los demás y permiten que los trabajadores se especialicen y trabajen en equipo de forma más eficiente.
Nerio Peitiado, gerente general del Banco Supervielle sostiene que "hay investigaciones que demuestran que los equipos trabajan mejor cuando hay interacción positiva, es decir, cuando se escuchan, se comparte sin temor a represalias y se plantean comunicaciones abiertas. Cuando uno las enumera parecen de sentido común aunque en el día a día no se manifiestan con tanta frecuencia".
Esto es especialmente importante cada vez que ingresa una nueva camada de trabajadores que tiene que establecer su rol dentro de la organización. "En nuestro caso, el crecimiento y la necesidad de incorporar capacidades diferentes motivó que hubiera un recambio en el management. El coaching nos ayudó a construir equipo, acelerar el proceso de generación de confianza que permitió después discutir y debatir los temas como un verdadero equipo", afirma Peitiado.
Entre otras ventajas, en llevar a cabo un proceso de transformación de la empresa se encuentra la posibilidad de atraer nuevo talento. "Cualquier herramienta como el coaching ontológico hace que te puedas transformar como empresa y mejorar como marca empleadora. Yo tengo que lograr que ese talento me transforme y transformarme rápido para atraer más talento", señala el hombre del Supervielle.
Siano, por su parte sostiene: "Hoy se dan muchos cambios de contexto, de estilos y de necesidades en las distintas generaciones que se van incorporando al ámbito laboral. Si seguimos haciendo las cosas como las hacíamos antes, no vamos a obtener los mejores resultados".