Clásico en problemas: a días de cerrar su concurso, Eskabe pide la bendición oficial para despedir empleados
La empresa de calefactores y termogeneradores Eskabe tiene una historia en los últimos años atada a las crisis económicas del país. En 2002 se presentó a concurso preventivo, algo que está por finalizar, pero en diciembre pasado, por efecto de la caída de las ventas y la devaluación, pidió el procedimiento preventivo de crisis (PPC) ante el Ministerio de Trabajo, para obtener el paraguas oficial al momento de despedir empleados.
"En el 2002 se cortó la cadenas de pagos, el dólar se cuadruplicó y muchas empresas debieron presentarse en concurso de acreedores para poder subsistir", explicó a LA NACION Gustavo Gaito, gerente de Recursos Humanos de Eskabe.
En ese momento, la empresa pactó el pago en cuotas a los proveedores. Ese procedimiento está por terminar. De hecho, la semana pasada, el juzgado de primera instancia en lo comercial número 17 comunicó a través del Boletín Oficial que se dio por cumplido el acuerdo homologado en ese concurso preventivo.
Sin embargo, a finales del año pasado, Eskabe afrontó nuevas dificultades por el contexto económico, por lo que solicitó un PPC en el que se pidió despedir 96 empleados, es decir, un 22% de su nómina total de 436 trabajadores. Para definir ese procedimiento se llevaron adelante dos audiencias y el próximo 14 de marzo se espera una definición.
"El PPC está abierto, pero estamos en una etapa de diálogo para llegar a una reducción de personal en forma ordenada", sostuvo el ejecutivo y añadió: "Sentimos en el 2018 una baja del 30% en las ventas y un incremento muy fuerte en nuestros costos. Nuestros insumos son dolarizados, a eso hay que sumar el costo energético y no se pudo trasladar a los precios".
La compañía hace desde 1950 en calefactores a gas, termogeneradores de agua caliente o cocinas. Tiene dos plantas industriales, una en Mar del Plata y otra en San Martín (provincia de Buenos Aires), además de un centro de distribución y logística en la ciudad de Buenos Aires.
"Es una forma de achicarse para estar en forma para más adelante. La idea es pagar las indemnizaciones y seguir produciendo localmente", expresó el directivo de Eskabe.
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