Citigroup cierra un capítulo de crisis
La salida de Richard Parsons, presidente de la junta, sugiere mayor confianza en Pandit
Con la salida de Richard D. Parsons, el políticamente conectado presidente de la junta directiva de Citigroup Inc., después de 16 años en el directorio, el banco estadounidense cierra un capítulo que incluyó su cuasi colapso durante la crisis financiera.
El ejecutivo, de 63 años, dijo que no tiene intenciones de presentarse a la reelección en la reunión anual de accionistas fijada para el 17 de abril en Dallas, informó la empresa.
Se espera que la junta elija a Michael O’Neill, el ex presidente ejecutivo de Bank of Hawaii Corp., para suceder a Parsons.
Con Vikram Pandit al frente de la compañía, pocos analistas esperan que el cambio de guardia en la cúpula ejecutiva presagie un radical cambio de estrategia en Citigroup. Sin embargo, la partida de Parsons —ex presidente ejecutivo de Time Warner Inc.— le brinda a Citi la oportunidad de una clara ruptura con la época de dificultades. También sirve como voto de confianza en el liderzgo de Pandit.
O’Neill es ampliamente respetado en los círculos bancarios y es probable que asesore a Pandit, un ex banquero de inversión de Morgan Stanley, en las operaciones comerciales y minoristas de Citi.
Durante el año pasado, las acciones de Citi fueron duramente golpeadas, junto con las de sus rivales, en medio de interrogantes sobre las perspectivas de ganancias de los bancos en momentos de regulaciones más estrictas, un crecimiento económico débil y bajas tasas de interés. La acción de la compañía ha perdido 94% de su valor desde su máximo histórico a fines de 2006, debido a la emisión de miles de millones de acciones para pagar los rescates del gobierno de 2008 y 2009.
Parsons ocupó la presidencia de la junta desde que su predecesor, Win Bischoff, renunciara una vez que Citigroup aceptó US$45.000 millones en ayuda federal durante la crisis.
Sin embargo, la recuperación de la empresa, junto con una mayor confianza en Pandit entre los reguladores e inversionistas, significa que Parsons puede renunciar ahora, según fuentes cercanas.
"Parsons intervino cuando había un vacío de liderazgo", dijo Sheila Bair, ex presidenta de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés). "Aunque todavía hay un mucho trabajo por hacer en Citigroup, Parsons deja la compañía en una posición más fuerte", añadió.
La presencia de Parsons en la junta se remonta a 1996, momentos en que la gente todavía se conectaba a Internet a través de la línea telefónica y estaba aún en vigor la ley Glass-Steagall, que prohibía que los bancos comerciales fueran propietarios de bancos de inversión. Todavía faltaban dos años para la fusión que crearía Citigroup.
El acuerdo de US$50.000 millones que combinó a Citicorp y Travelers creó un supermercado financiero que apuntaba a ofrecer a los clientes una gama de productos bancarios, corretaje y seguros sin precedentes. Sin embargo, la combinación de esos negocios resultó tener poco sentido y la crisis financiera impuso una retirada, que ha llevado a la compañía a vender o ceder el control de activos claves, incluyendo la firma de corretaje Smith Barney.
Parsons ha comentado a sus amigos que considera que uno de sus grandes logros en Citigroup fue el nombramiento de Pandit, quien se ha desempeñado como presidente ejecutivo de la compañía desde 2007, luego de que su predecesor Charles Prince fuera obligado a renunciar. Al principio, los reguladores estaban poco convencidos de que Pandit, que supervisaba la banca de inversión en Morgan Stanley antes de unirse a Citigroup, fuera la persona indicada para el puesto, debido a que carecía de experiencia en banca comercial.
Parsons trabajó tras bambalinas para fortalecer el respaldo a Pandit. Conforme el banco volvió a la rentabilidad y Pandit redirigió su enfoque a sus operaciones tradicionales, el apoyo a su estrategia ha crecido.