Circuitos de compras que ayudan a esquivar la inflación
Ferias itinerantes y mercados barriales ofrecen precios más bajos
En tiempos en los que la inflación aprieta los salarios de los argentinos, resurgen algunos tradicionales circuitos de compras. Las ferias y los mercados barriales vuelven al centro de la escena con su oferta de alimentos a precios más bajos que en los espacios tradicionales de comercialización.
Filas de señoras con changuitos y canastos dan la señal de que se venden buenos productos y a precios razonables. La imagen se replica en las doce ferias itinerantes de abastecimiento barrial organizadas por el gobierno de la ciudad, donde se pueden comprar verduras, carnes, pescados y mariscos frescos, productos de granja y frutas. Se desarrollan de martes a domingos por la mañana, en diferentes plazas y esquinas.
Mientras espera ser atendida en el carro de verdulería de la feria de plaza Irlanda, en Caballito, Irma comenta: "Desde hace cinco años compro acá. Prácticamente dejé de ir al supermercado. Prefiero esto porque sé que hay buena mercadería y me da la posibilidad de ahorrar unos pesos".
Valores acordados
Los precios son acordados entre los feriantes y el Ministerio de Espacio Público porteño semana a semana. Los martes son actualizados en la página web del gobierno de la ciudad. Al tomarse como referencia los valores del Mercado Central, los productos de estas ferias resultan hasta 40% más baratos que en los supermercados o almacenes.
Por ejemplo, el kilo de suprema de pollo se consigue en las ferias a $ 33, mientras que en los supermercados su precio no baja de $ 41. Marcela compra una vez cada 15 días en la feria de Colegiales. "Trato de llevarme en cantidad. Ahora me llevo seis pollos y después los pongo en el freezer. Elijo venir acá porque sé que los productos son frescos y el precio me conviene", cuenta.
Los pescados y mariscos también convocan por su frescura y sus precios bajos. El kilo de corvina cuesta en las ferias $ 16 y el de salmón rosado, $ 69, mientras que en el circuito comercial tradicional ronda los $ 90.
Las ofertas de frutas y verduras captan cientos de clientes. Se pueden conseguir tres kilos de papas por $ 10 pesos, o 3 kilos de naranjas para jugos por ese mismo valor. "Tenemos los precios del Mercado Central", explica Lucas, responsable de un carro que vende vegetales y frutas. "Acá no hay inflación porque nosotros no remarcamos los productos. Entendimos que podemos ganar más vendiendo en cantidad y con los precios casi al costo."
Una de las ferias más convocantes es la que se realiza los martes en Villa del Parque, en la intersección de las calles Campana y Baigorria. Adrián, encargado de atención de un puesto de especias y legumbres, señala: "Aunque la feria está muy cerca del centro comercial del barrio, siempre se llena de gente. Casi todos vienen y comparan precios antes de comprar. Siempre destacan que hay por los menos $ 5 de diferencia con los comercios de la zona".
Espacios renovados
Otra de las alternativas para ir de compras que ofrece la Ciudad son los renovados mercados barriales. Hay opciones para los interesados en los productos orgánicos, como el Galpón de Chacarita, lindante a la estación de tren Federico Lacroze. Para los paladares más exigentes, en el Mercado de Juramento, en Ciudad de la Paz y Juramento, se venden productos gourmet.
En Caballito, en la esquina de Rojas y Rivadavia, funciona el Mercado Primera Junta, donde la premisa son los precios bajos. Elsa es propietaria de un local de granja desde hace más de 20 años. "Aunque tenemos clientes que son de toda la vida, en estos últimos meses vemos más gente que viene buscando las ofertas".
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