Luego de una semana con constantes movimientos, este lunes la criptomoneda volvió a mostrar una dinámica de fuertes aumentos
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Marzo tuvo un comienzo de vaivenes para el bitcoin. Es que luego de que la semana pasada la criptomoneda superara su máximo histórico, que fue de US$68.789 en diciembre de 2021, siguieron días de caída en su cotización. Pero este lunes arrancó nuevamente al alza, y volvió a quebrar su récord anterior.
Ayer por la noche, bitcoin había tocado los US$72.351, y tras una ligera baja, hoy alcanzó los US$72.713. Este valor representa más de un 5% de la marca de hace tres años. Ese movimiento implica, además, un avance interanual del 250%.
La búsqueda de nuevos máximos históricos para este año se sostiene, entre otras razones, en el evento denominado halving, que está programado para llevarse a cabo entre abril y mayo, y que reducirá a la mitad la emisión de bitcoins futuras.
Sebastián Serrano, CEO y cofundador de Ripio, ya había explicado en otra ocasión que esta reducción “es un shock para el mercado”, a la vez que aseguró que el impacto en la relación de la oferta y la demanda provoca el primer aumento de precios, y genera “una pequeña bola de nieve”: la suba atrae la atención del mercado y de otros usuarios que, al comprar, influyen en los continuos movimientos alcistas.
Lo cierto es que el mercado cripto se caracteriza por su volatilidad. Como explicó Julián Colombo, director general de Bitso Argentina, los precios se manejan en ciclos, que suelen experimentar mínimos antes del halving. “Sin embargo, este patrón ocurrió solo tres veces en la historia, y debido a la falta de estadísticas suficientes para respaldar estas predicciones, no podemos asegurar que se repita en el futuro”, dijo el especialista.
Otro factor relevante detrás de este incremento fueron los movimientos que se dieron a partir de la aprobación de los ETFs al contado, fondos que cotizan en la bolsa de Estados Unidos y que permiten la inversión indirecta a las empresas que no podían hacerlo en activos digitales por su estatuto.
Así, las subidas en la cotización de esta divisa se basan, sobre todo, en el interés de compra (mayor demanda) que se generó tanto en instituciones como en personas. De hecho, Ramiro Menne, especialista en educación cripto en Lemon, comentó respecto de estas variables: “La presión de compra de los ETFs por el interés institucional, sumado al sentimiento positivo del mercado, hacen que la demanda supere ampliamente la oferta, y que por esto suba el precio. De hecho, desde la aprobación BTC se apreció más de un 30%”.
Hoy hay más de 10 empresas financieras tradicionales que poseen un ETF de Bitcoin, y entre todas gestionan más de US$15 billones. Esto representa un total de 745.000 BTC en estos vehículos de inversión, que equivalen al 3,8% de todos los bitcoin en existencia.
Con esta dinámica al alza, y aunque los especialistas aconsejan que no es prudente proyectar sus valores futuros, también hay quienes, desde que comenzó a verse la reacción de los inversores, estiman que la divisa podría alcanzar los US$150.000 para fin de año. “Aunque la creciente adopción institucional y la cercanía del halving son noticias positivas para el mercado cripto, no es una garantía de que el precio de bitcoin siga subiendo”, concluyó Menne.
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