Chrysler gana confianza con la ayuda de Fiat
DETROIT—Chrysler Group LLC presentó su nuevo Chrysler 300 el lunes en el Salón del Automóvil de Detroit, el más reciente de los 16 modelos que el presidente ejecutivo, Sergio Marchionne, prometió renovar para fines de 2010 como parte de su plan para impulsar las ventas de la automotriz.
En este mismo evento el año pasado, Marchionne pasó incontables horas defendiendo su plan, que algunos observadores consideraron ambicioso e improbable dado el tiempo que normalmente requiere el rediseño de autos. También fue bombardeado con preguntas sobre cómo Chrysler cumpliría sus metas de devolución de los préstamos de rescate del gobierno, obtendría ganancias netas y volvería al mercado bursátil para fines de año.
El lunes, se podía ver una automotriz mucho más confiada. La empresa presentó tres de sus nuevos sedanes 300 ante cientos de periodistas y Marchionne dijo que espera que el auto renueve la imagen de la marca Chrysler. "Es el buque insignia de nuestra casa", afirmó.
Para coronar los cambios en Chrysler, la italiana Fiat SpA, donde Marchionne también es presidente ejecutivo, incrementó el lunes su participación en la compañía estadounidense, de 20% a 25%, tras cumplir la meta fijada por el gobierno estadounidense de desarrollar un motor eficiente en combustible en una planta en Estados Unidos Fiat había obtenido la participación de 20% luego de que Chrysler solicitara protección bajo la ley de bancarrota en 2009.
El repunte de Chrysler, aunque provisional, representa un giro significativo dos años después de que la automotriz y General Motors Co. lograran sobrevivir sólo gracias a los rescates de miles de millones de dólares de Washington.
Hoy en día, las automotrices estadounidenses están llevando a cabo una dramática recuperación. Ford Motor Co., que evitó acogerse a la ley de bancarrota y recibir un rescate, ha completado su transformación. Sus ventas están creciendo y su marca es una de las más fuertes de la industria. GM está siguiendo un camino similar. La empresa reportará miles de millones de dólares en ganancias para 2010. Regresó a la bolsa en noviembre y está viendo una mejoría en sus ventas pese a tener sólo cuatro marcas en lugar de ocho.
La recuperación de Detroit, sin embargo, no estará completa hasta que Chrysler vuelva a su curso. Al igual que GM, Chrysler salió del proceso de bancarrota con sus costos operativos anuales reducidos en miles de millones de dólares, en tanto que miles de millones en obligaciones de cuidado de salud para sus jubilados fueron transferidos a un fideicmiso controlado por el sindicato United Auto Workers. El fondo es propietario de cerca de 63,5% de las acciones de Chrysler.
Su alianza con Fiat debería ayudarla a recortar sus costos de desarrollo y lograr mayores economías de escala, algo importante dado que la compañía casi no tiene plantas fuera de América del Norte. Además de estar fabricando un nuevo motor de cuatro cilindros desarrollado por Fiat, Chrysler planea lanzar varios vehículos pequeños basados en modelos de Fiat a partir de 2012. Marchionne también tiene la esperanza de utilizar a Fiat para expandir las ventas de Chrysler fuera de Norteamérica. La compañía se prepara para fabricar algunos modelos de Chrysler, incluyendo el Jeep Grand Cherokee, en plantas de Fiat en Europa.
Chrysler, no obstante, tiene todavía mucho camino por recorrer. La automotriz está ganando dinero en una base operativa pero se prevé que reporte una pérdida neta en 2010. Un problema son las deprimidas ventas a los consumidores. La compañía cumplió con el objetivo de Marchionne de vender 1,1 millones de autos y camionetas en EE.UU. el año pasado, un aumento de 17%. Sin embargo, el incremento fue en gran parte impulsado por las mayores ventas de flotas, como a las compañías de vehículos de alquiler, y no a compradores individuales. Las ventas de flotas suelen ser menos rentables.
Este año es clave. El cronograma de Marchionne para transformar la compañía establece que Chrysler debe comenzar a registrar ganancias en 2011 y una utilidad operativa de entre US$1.600 millones y US$2.400 millones. Para alcanzar esos objetivos, cuenta con un gran salto de las ventas, a 1,6 millones de vehículos en EE.UU. Eso implicaría un aumento de 45% respecto a 2010, comparado con el incremento de entre 10% y 12% que proyectan los analistas.