Chiquita, nuevo blanco de la inversión brasileña en el sector de los alimentos
Dos empresas brasileñas lanzaron el lunes una oferta de US$625 millones por Chiquita Brands International Inc., en un intento por frustrar los planes del productor bananero estadounidense de fusionarse con la irlandesa Fyffes PLC.
Cutrale Group, uno de los mayores proveedores de jugo de naranja del mundo, y la firma de inversión Safra Group ofrecieron pagar US$13 en efectivo por cada acción de Chiquita, o 29% por encima del precio de cierre de la acción el viernes, según las empresas.
Las acciones de Chiquita en Nueva York cerraron el martes con un alza de 30%, mientras que las de Fyffes cayeron 14% en la bolsa de Dublín.
Chiquita indicó en un comunicado de prensa que "evaluará y considerará con cuidado" la oferta rival, añadiendo que continúa "creyendo firmemente en los méritos estratégicos y el valor provistos por la transacción propuesta con Fyffes".
La combinación de Chiquita y Fyffes, que apunta a crear la mayor comercializadora de bananas del mundo, fue estructurada como una "inversión tributaria", una de las primeras de una serie de acuerdos similares que se han llevado a cabo en Estados Unidos este año para aprovechar las menores tasas impositivas en otros países. En marzo, Chiquita y Fyffes señalaron que la compañía fusionada se mudaría a Dublín, donde los impuestos en general son más bajos que en EE.UU. En los meses que siguieron, otras empresas anunciaron planes o acuerdos similares de mucha mayor envergadura.
Sin embargo, en las últimas semanas la estructura ha sido atacada en Washington. El gobierno de Barack Obama ha criticado la estrategia y sugirió que podría tomar medidas sin el Congreso para limitar las ventajas de este modelo. Las acciones de varias compañías que trabajan en dichos acuerdos, entre ellas Chiquita, se han visto afectadas en cierta medida por la advertencia de la Casa Blanca. Cuando hicieron el anuncio, los ejecutivos de Chiquita y Fyffes sostuvieron que la transacción no estaba impulsada por el deseo de ahorrar en impuestos.
Cutrale y Safra argumentaron en una carta enviada el lunes a los ejecutivos de Chiquita que su oferta acarrea menos riesgos para el productor estadounidense. "Confiamos en que esta transacción ofrece un valor convincente y más certero para los accionistas de Chiquita comparada con la transacción propuesta con Fyffes", afirmaron las compañías brasileñas.
Un representante de Fyffes prefirió no hacer comentarios.
Cutrale, que no cotiza en bolsa, es un gigante del comercio global de jugo de naranja y domina el mercado en Brasil. El país es de lejos el mayor productor mundial de esta bebida. Safra Group, por su parte, es el octavo banco de Brasil en términos de activos, según el banco central. Safra, que también es de capital cerrado, tiene alrededor de US$200.000 millones en activos bajo gestión.
Cutrale posee plantas en Brasil y EE.UU., más precisamente en el estado de Florida, y es un importante proveedor de concentrado de jugo de naranja de las marcas Minute Maid y Simply Orange, ambas de Coca-Cola Co. Su dueño, José Luis Cutrale, es miembro de la junta directiva de la mexicana Coca-Cola FEMSA SAB, la mayor embotelladora de esta bebida del mundo. Cutrale es una de las tres empresas responsables de prácticamente todas las exportaciones de jugo de naranja de Brasil, y la única rival de los productos cítricos de Florida. La empresa afirma que controla más de un tercio del mercado de jugo de naranja, que mueve US$5.000 millones al año. Cutrale también tiene operaciones globales de manzana, durazno (o melocotón en algunos países), limón y soya.
La oferta por Chiquita indica que Cutrale está buscando diversificar sus operaciones ante la debilidad de las ventas globales de jugo de naranja y la propagación de una enfermedad que afecta los cítricos conocida como Huanglongbing, que ha reducido la producción en EE.UU., según varios analistas.
Cutrale "debe estar pensando con creatividad y queriendo hacer algo nuevo", dice James Cordier, principal gestor de portafolio de Optionsellers.com, un operador de materias primas de Florida. "Si las empresas de jugo de naranja simplemente continúan en el sendero en que están, terminarán como una diminuta fracción de lo que solían ser".
El acuerdo podría ayudar a Cutrale a competir de forma más efectiva con empresas de productos agrícolas de mayor tamaño como Dole Food Co. y Fresh del Monte Produce Inc., apunta Brett Hundley, analista de BB&T Capital Markets. Hundley esti-ma que Cutrale obtiene cerca de US$1.000 millones en ingresos anuales.
"Tiene sentido desde el punto de vista de la distribución", dice Hundley. Cutrale, que exporta productos cítricos a todo el mundo, podría combinarlos con bananas de Chiquita en un solo buque de carga, lo que abarataría los costos de transporte, explica.
La empresa estadounidense controla aproximadamente 22% de las ventas globales de banana por volumen de exportación, según Banana Link, una organización sectorial sin fines de lucro. Dole Food posee alrededor de 26%, mientras que Fyffes cuenta con una participación de cerca de 7%.
Un portavoz de Cutrale y Safra dijo que el debate en Washington sobre las inversiones tributarias no ha influido en el momento de la presentación de su oferta.
Cutrale y Safra indicaron que podrían cerrar el acuerdo para fin de año, si se les permitiera realizar la diligencia debida, lo que sería un plazo similar al de la fusión con Fyffes. Las empresas señalaron que el momento es apropiado para alcanzar un acuerdo, haciendo mención a la reciente desestimación de demandas civiles contra Chiquita por su presunta participación en acciones del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia; sus ganancias del segundo trimestre, que cayeron debido a mayores costos; y la valoración que hizo el mercado del acuerdo con Fyffes.
Otras empresas han citado riesgos de que las operaciones no pudieran completarse para frenar el avance de compradores que buscan ventajas impositivas. La lista incluye al gigante farmacéutico británico AstraZeneca PLC, que logró rechazar una oferta de US$120.000 millones de su par estadounidense Pfizer Inc.
—Erin McCarthy, Paul Kiernan y Rogerio Jelmayer contribuyeron a este artículo.
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