China sacude los mercados con el yuan
La devaluación de la divisa marca el énfasis de Beijing en estabilizar el crecimiento en desmedro de las reformas
BEIJING—Menos de tres meses antes de que China sacudiera los mercados con una devaluación de su moneda, un alto funcionario del banco central descartó en una reunión a puerta cerrada que el gobierno tuviera necesidad de recurrir a una medida tan drástica.
"¿Acaso el deterioro de una economía implica que tiene que haber una devaluación del renminbi?", preguntó Yi Gang, el segundo ejecutivo más importante del Banco Popular de China, aludiendo al nombre alternativo del yuan. "No necesariamente", respondió.
Una transcripción de los comentarios a la que tuvo acceso The Wall Street Journal muestra que Yi les dijo a los funcionarios, académicos, empresarios e inversionistas congregados el 22 de mayo en Shanghai que China tenía un superávit comercial "muy grande" que debería sostener el valor de la divisa.
Ahora, sin embargo, China dio un giro de 180 grados. El país anunció el martes la mayor devaluación de la historia del yuan al reducir en 1,9% su valor frente al dólar. La decisión estremeció los mercados y desató temores de que los bancos centrales de otros países sigan el ejemplo. La medida también refleja la creciente preocupación del gobierno por la desaceleración de la economía.
El Ministerio de Comercio, encargado de las exportaciones, y otros organismos han expresado su preocupación de que el enfriamiento económico sea más rápido de lo previsto, según declaraciones de funcionarios y asesores del gobierno. La devaluación del yuan sugiere que los líderes del país buscan nuevas formas de estimular el crecimiento, lo que deja abierta la posibilidad de que se anuncien medidas audaces más adelante.
El equipo de investigación de mercados emergentes de América Latina de J.P. Morgan estimó en un análisis preliminar que la devaluación tendrá "un impacto directo" sobre las monedas de la región.
En el caso de los países que exportan materias primas a China, las divisas más expuestas al gigante asiático son el peso chileno, el nuevo sol peruano y el real. El informe toma en cuenta la dependencia de un país de las exportaciones y el intercambio comercial con China. El banco de inversión estadounidense, sin embargo, recalcó que el peso mexicano no es inmune a la devaluación del yuan, puesto que compite directamente con China por acceso al mercado estadounidense. "Si la devaluación del yuan continúa, y tomando en cuenta que la productividad en México sigue decayendo, creemos que el peso mexicano tendría que depender más de la ‘competitividad nominal’, al menos para mantener su cuota de mercado en EE.UU.", añadieron los analistas. J.P. Morgan estima que el yuan se ha apreciado 32% frente al peso mexicano desde abril de 2013.
La decisión de devaluar perjudicará a multinacionales como la tecnológica Apple Inc. y el grupo de restaurantes de comida rápida Yum Brands Inc., que han pasado a depender de sus ventas en la segunda economía del mundo.
En cambio, los rivales y proveedores de las multinacionales occidentales, como la tecnológica china Lenovo Group Ltd. y el fabricante taiwanés de electrónicos por contrato Hon Hai Precision Industry Co., conocido también como Foxconn, figurarían entre los principales beneficiarios.
Los competidores de Apple en China, algunos de los cuales están forjando marcas globales de teléfonos inteligentes, reciben un impulso por partida doble puesto que la devaluación aumenta los ingresos de sus operaciones internacionales. Huawei Technologies Co., cuyo principal negocio es la venta de equipos de telecomunicaciones, y Lenovo, ya obtienen la mayor parte de su facturación fuera de China.
"Las empresas de tecnología chinas de todos los sectores están saliendo al mundo", indicó Xiang Ligang, presidente ejecutivo de cctime.com, un sitio web dedicado a la industria china de telecomunicaciones. "La devaluación del yuan hará que estos productos sean mucho más competitivos en el extranjero".
Beijing trata de equilibrar el estímulo con la reforma económica. El gobierno se ha abocado a estabilizar el crecimiento en desmedro de acelerar reformas como la liberalización de los flujos de capital, indican funcionarios y asesores del gobierno chino. Tras bambalinas, el presidente Xi Jinping ha enfatizado durante los últimos dos meses que mantener la expansión económica es la prioridad tanto a corto plazo como en los próximos cinco años.
"Xi ha dicho en más de una ocasión que la estabilización de la economía es ‘el centro’ de todo", señaló un funcionario del gobierno en la provincia de Zhejiang. "La reforma aún se llevará a cabo, pero ha pasado a un segundo plano frente a la estabilidad", aseveró.
China combate una serie de problemas económicos que pueden poner en peligro la meta de alcanzar una expansión de 7% este año, la más baja en los últimos 25 años. La lista incluye una débil producción fabril, una caída de la demanda tanto en China como en el exterior y el riesgo de un descenso persistente de los precios. La devaluación tiene lugar después de medidas sin precedentes para apuntalar el mercado bursátil. Con el fin de estimular el crecimiento, el gobierno ha recortado las tasas de interés en cuatro ocasiones y adoptado otras medidas para reforzar el crédito bancario desde noviembre.
Beijing también ha recurrido a la vieja receta de incrementar el gasto en obras de infraestructura y otros proyectos respaldados por el gobierno, una estrategia que generó crecimiento tras la crisis global de 2008, pero que dejó a la economía con una enorme deuda.
La devaluación del yuan, asimismo, resalta el creciente uso por parte de los bancos centrales del tipo de cambio como una he-rramienta para apuntalar el crecimiento e impedir un debilitamiento excesivo de la inflación.
También pone de manifiesto los efectos encadenados de la política monetaria en el mundo. En el caso de China, las expectativas de un alza de las tasas de interés de corto plazo en Estados Unidos han provocado un alza de la divisa verde. Puesto que el yuan está vinculado al dólar, su cotización ha subido ante el euro y muchas monedas de mercados emergentes, lo que ha socavado las exportaciones chinas.
Los analistas, sin embargo, no consideran que la devaluación china desate una nueva guerra de divisas y la interpretan, más bien, como una señal de que el tipo de cambio seguirá desempeñando un rol protagónico en los esfuerzos de las autoridades para proteger sus economías. "La sensibilidad sobre las tasas de cambio es en general muy alta entre los bancos centrales", señala Beat Siegenthaler, asesor macroeconómico global de UBS Investment Bank, en Zúrich. "Las muy limitadas opciones de herramientas de política que tienen los bancos centrales magnifican la importancia del tipo de cambio".
Los analistas, en todo caso, dijeron que seguirán de cerca los acontecimientos en otras economías asiáticas para observar los coletazos de la devaluación. Si los bancos centrales asiáticos debilitan sus monedas para no perder competitividad frente a China, se podría iniciar una tendencia hacia una relajación de las políticas monetarias a nivel mundial.
Una de las regiones afectadas por la devaluación del yuan será Europa. "Es un destino muy importante de las exportaciones (de China). La apreciación del yuan contra el euro ha perjudicado claramente la demanda de bienes chinos en Europa", afirma Brian Jackson, analista de la consultora IHS Global Insight, en Beijing.
—Iván Rothkegel, Eva Dou, Brian Blackstone y Lorraine Luk contribuyeron a este artículo.
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