China pone a firmas extranjeras bajo la lupa
El gobierno investiga a empresas de distintos sectores en medio de quejas sobre sus precios
BEIJING—Los reguladores chinos están incrementando su escrutinio de compañías extranjeras en industrias que abarcan desde la farmacéutica y la automotriz, hasta la de la leche para bebés, como parte de un esfuerzo por reducir los precios a los consumidores.
Esta estrategia podría elevar la popularidad de los nuevos líderes del país y le daría a Beijing un papel más protagónico en el comercio global.
Ayer, funcionarios de la Oficina Estatal de Industria y Comercio de China anunciaron la apertura de una investigación que llevarán a cabo durante tres meses sobre posibles sobornos en las industrias farmacéutica y de equipos médicos, citando el descontento del público por los altos precios.
El anuncio llega luego de que en semanas recientes funcionarios de la agencia visitaron las instalaciones locales de farmacéuticas extranjeras, incluyendo la francesa Sanofi SA, la belga UCB SA y la danesa Novo Nordisk A/S en busca de información. Las empresas dijeron que no han sido acusadas de ningún delito. El anuncio también tiene como precedente una investigación penal para determinar si ejecutivos de GlaxoSmithKline en China sobornaron a médicos y hospitales del país para que vendieran sus medicamentos, elevando así los precios. Glaxo, con sede en Londres, dijo que está cooperando con la investigación y que algunos de sus ejecutivos en el país podrían haber infringido la política de la compañía así como la ley china.
Las autoridades también analizan los precios de automóviles de marcas extranjeras. Luo Lei, subsecretario general de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de China, dijo el miércoles que funcionarios del Comité Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC, por sus siglas en inglés) le han pedido a la asociación que compile cifras sobre los precios de autos extranjeros.
Volkswagen AG, General Motors Co. y Nissan Motor Co., algunas de las automotrices extranjeras más populares en China, prefirieron no hacer comentarios. China es el mayor mercado de autos del mundo.
La semana pasada, el NDRC impuso multas por US$109 millones a fabricantes extranjeros de fórmula para bebé, tras concluir que infringieron las leyes de competencia del país. Los recortes de precios hechos por varias empresas les ahorrarán a los consumidores chinos US$389 millones al año, según medios estatales.
La presión de los reguladores no es exclusiva hacia las empresas extranjeras. El lunes, autoridades en Shanghai multaron a cinco joyerías locales con un total de US$1,6 millones por manipulación de precios. Los expertos legales aseguran que las compañías locales en otras industrias también enfrentan presiones de los reguladores sobre sus precios en un país en el que la inflación tiende al alza.
No obstante, expertos en derecho dicen que las compañías extranjeras son blancos de alto perfil y son políticamente más vulnerables que las empresas controladas por el Estado, que están bien conectadas.
La presión regulatoria forma parte de un esfuerzo a varios años por parte de Beijing para ganar influencia en la regulación del mercado global. Desde 2008, cuando China implementó leyes antimonopolio similares a las de occidente, los funcionarios las usaron para dividir carteles en negocios como el del arroz y los tallarines para reducir los precios.
A partir de 2009, cuando Beijing bloqueó una oferta de Coca-Cola Co. para adquirir a un fabricante local de jugos por US$2.400 millones, el gobierno ha mostrado una gran disposición a usar las leyes para frenar los precios, incluso si ninguna de las partes involucradas es una empresa china. Este año, funcionarios chinos ordenaron al gigante de commodities Glencore International PLC vender una mina de cobre de US$5.200 millones en Perú para completar una adquisición de la minera anglo-suiza Xstrata PLC.
Con más compañías chinas en expansión internacional, Beijing también está ansioso por ganar influencia como una fuerza legítima en el mercado global, dijo Brian Burke, abogado del bufete Shearman & Sterling LLP.
"Al aplicar su fuerza regulatoria en casa [contra compañías extranjeras], aspiran a asegurarse de que sus empresas sean bien tratadas fuera de sus fronteras", dijo Burke. "Los reguladores chinos quieren prevenir fallos legales y comerciales en su contra en el extranjero".
Rose Yu en Shanghai y Liyan Qi en Beijing contribuyeron a este artículo