China: guerra comercial y esquirlas tierra adentro
El presidente Xi Jinping le advirtió al país que hay que prepararse para tiempos difíciles; los precios internos, entre los temas que preocupan
PEKÍN.- El presidente de China, Xi Jinping, hizo un llamado al pueblo chino para comenzar una moderna "larga marcha", invocando tiempos difíciles en la historia del país. Ahora, la meta es prepararse para una guerra comercial prolongada con Estados Unidos.
El llamado de Xi hizo referencia a la Larga Marcha, una terrible travesía de 6500 kilómetros encarada por las fuerzas del Partido Comunista en 1934, cuando huían del ejército nacionalista encabezado por Chiang Kai-shek. A partir de entonces, los comunistas se reagruparon y eventualmente tomaron control de China en 1949. La marcha se convirtió en una de las leyendas fundacionales del partido.
Los comentarios parecen tener la intención de elevar el espíritu del pueblo chino en momentos en que la administración de Donald Trump sigue presionando a China en materia comercial. Y también parece reconocer que el público chino podría enfrentar tiempos difíciles. Los aranceles se impusieron cuando Pekín intenta sacar a la economía de una desaceleración y cuando hay varios factores que hacen al aumento de precios de productos básicos de la alimentación para el consumidor chino, como el cerdo y la fruta.
Desde el mismo lugar donde comenzó la Larga Marcha, en la provincia de Jiangxi, el presidente dijo frente a una multitud que lo vitoreaba: "Debemos tener ahora un nuevo comienzo".
No mencionó la guerra comercial directamente. Pero la visita a ese sitio, transmitida en la televisión pública china, sucedió cuando se avivan las tensiones entre las dos mayores economías del mundo. Entre los funcionarios que acompañaban a Xi estaba Liu He, su principal asesor económico y máximo negociador comercial.
El funcionario también había dicho que el país "debe ser consciente de la naturaleza compleja y de largo plazo de varios factores desfavorables en el país y en el extranjero" y que, por tanto, "debe prepararse adecuadamente para varias situaciones difíciles".
La guerra comercial da pocas señales de aminorar. En su más reciente jugada, la administración Trump considera colocar a la compañía China Hikvision en una lista para limitar la capacidad de compra de tecnología estadounidense.
Por su parte, Lu Kang, vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, dijo que el país asiático "se opone a la práctica de Estados Unidos de abusar del poder estatal para desacreditar y suprimir empresas extranjeras arbitrariamente, incluyendo empresas chinas".
Xi Jinping visitó una mina de tierras raras (elementos químicos que resultan escasos en el mundo) en la ciudad de Ganzhou, que algunos observadores vieron como un intento de recordar a Trump la capacidad que tiene China respecto de ciertos recursos. Estos elementos se incorporan a muchos de los dispositivos electrónicos que el mundo usa diariamente y China es la mayor fuente proveedora. China ha usado su control de estas tierras raras para ejercer presión anteriormente. El caso más notorio es el de 2010, cuando interrumpió todas las exportaciones a Japón durante dos meses por una disputa territorial.
Apuntar a los recursos
Más tarde, el mandatario chino llamó a la industria a seguir "intensificando los esfuerzos" para explotar los recursos, calificándolos como estratégicos.
Los medios de difusión públicos chinos han aumentado la retórica nacionalista en los últimos días, comparando la guerra comercial con la guerra en Corea, durante la cual tropas chinas entraron en combate directo contra fuerzas estadounidenses. Durante un reciente fin de semana, el canal de cine nacional chino CCTV-6 difundió, una tras otra, películas sobre la guerra de Corea, y dijo que los films "tienen resonancia con lo que sucede en el presente".
El concepto central de esas películas es que "no hay negociación equitativa sin lucha", según escribió en Twitter Hu Xijin, editor de Global Times, un diario del Partido Comunista.
En el pasado, China ha movilizado exitosamente a su gente para atacar empresas de capital japonés y surcoreano en tiempos de disputas con esos países. En la guerra comercial con Estados Unidos, China tiene que actuar más cuidadosamente. En muchos casos, productos estadounidenses se producen en fábricas chinas y China necesita que sus consumidores sigan gastando para tratar de recuperar sus niveles de actividad económica.
Los consumidores chinos tienen también preocupaciones más inmediatas. Cuando la desaceleración económica parecía estabilizarse, ciertos precios aumentaron fuertemente.
Una terrible fiebre porcina africana que barrió toda China llevó a sacrificar a más de un millón de cerdos, lo cual hizo subir su precio. Un fuerte incremento del precio de las verduras y las frutas llevó a mucha gente a quejarse online de que ya no tienen "libertad de fruta", para comprar toda la que quieran.
"Todos han sentido personalmente el aumento de los precios" analizó Zhang Lifan, historiador y exempresario.
"La gente normal tendrá que soportar la consecuencia de la guerra comercial. No hay manera de luchar contra esto y una nueva larga marcha no se puede sostener", dijo Zhang.
Para personas como Xu Jifeng, que trabaja para una compañía de telecomunicaciones estadounidense en Pekín, las idas y venidas entre China y Estados Unidos tienen poca influencia en la vida diaria. Según afirma, él probablemente elegiría un celular de Huawei antes que uno de Apple la próxima vez que necesite actualizarse. Pero, de todas formas, se muestra más interesado en hablar del alza de los precios de los productos en el país.
"Creo que esto refleja el mal estado general de la economía -consideró Xu-. El gobierno dice que es solo temporario y que lo mantendrán bajo control". Sin embargo, agregó que como todo sucede en coincidencia con las fricciones comerciales entre China y Estados Unidos, "los precios de la fruta están reflejando el efecto de eso".
En abril, el precio del cerdo dio un salto de 14% en comparación con un año antes, mientras el índice de inflación de precios al consumidor de los alimentos subió 6,1%, según las estadísticas oficiales.
Tendencia
Tantas personas llegaron a referirse a las subas de precios en internet que #fruitfreedom se convirtió en tema dominante en Weibo, la red social china más popular.
La dirección nacional de estadísticas achacó el encarecimiento al clima y se afirmó que el aumento de los precios es de corto plazo. "La suba de los precios de la fruta fresca no seguirá siendo elevada", afirmó una vocera de la dirección de estadística.
La gente ha respondido subiendo a la web fotografías de fruta con comentarios acerca de cuánto menos pueden comprar. Una mujer se quejó de que su compra habitual de fruta en el supermercado le estaba costando casi tanto como lo que pagaría por un nuevo lápiz labial.
Otra persona escribió en Weibo: "Ahora el precio de la fruta es realmente más elevado que el de la carne. Desde ahora cuando como una manzana no me atreveré a pelarla, ni siquiera a escupir las semillas". Y alguien preguntó: "¿Dónde ha quedado la libertad de fruta? Todo lo que tengo es libertad de agua fría".
Traducción de Gabriel Zadunaisky
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