China emprende una campaña como heraldo contra los piratas informáticos
SHANGHAI—China anunció drásticas medidas contra los piratas informáticos, cuando los medios estatales señalaron que funcionarios habían cerrado lo que llamaron el mayor distribuidor del país de herramientas usadas en ataques de Internet maliciosos.
Tres personas fueron arrestadas bajo sospechas de desarrollar herramientas para piratear y hacer que estuvieran disponibles en línea, indicó la agencia de noticias estatal Xinhua. Su empresa, conocida como Black Hawk Safety Net, operaba a través del sitio Web 3800cc.com, que ahora fue cerrado, y generó alrededor de US$1 millón en ingresos de sus más de 12.000 suscriptores, decía el informe.
Los arrestos se produjeron a fines del año pasado como parte de una investigación policial que se extendió a tres provincias chinas y fue consecuencia en parte del rol de Black Hawk en los ciberataques, según Xinhua.
El retraso en el anuncio del caso no se explicó, aunque no es inusual que las autoridades chinas esperen meses para hacer públicas este tipo de medidas.
Sin embargo, el anuncio llega cuando China está a la defensiva sobre la ciberseguridad. El mes pasado, Google Inc. sostuvo que hackers de China estaban detrás de sofisticados ciberataques contra el gigante de búsquedas en Internet y varias otras empresas extranjeras. La secretaria de Estado Hillary Clinton también manifestó su preocupación sobre las actividades de los piratas desde China.
En las últimas semanas, China emprendió una agresiva campaña de relaciones públicas sobre el tema de los hackers, con el aparente objetivo de desacreditar a Google. Los medios estatales calificaron los comentarios de Clinton de hipócritas, en parte porque EE.UU. es un centro de muchas actividades de piratas. El gobierno indicó que Google se había convertido en un peón en una "guerra ideológica" contra China.
De momento, Beijing ya ha iniciado su batalla para limpiar los sitios Web chinos de pornografía y los juegos de apuestas. Según Sophos PLC, empresa británica de ciberseguridad, el porcentaje de software dañino que proviene de China se redujo marcadamente en los últimos años, en una posible indicación de que lo que Beijing califica como su intolerancia a la actividad de hackers ilegales.
El cierre de Black Hawk Safety Net por parte de China refleja el uso de una cláusula de ley criminal introducida el año pasado que establece que es ilegal ofrecer en línea a otras personas programas de ataque informático. Xinhua afirmó que unos 1,7 millones de yuanes en activos, o alrededor de US$249.000, fueron incautados, incluidos efectivo, nueve servidores, cinco computadoras y un auto.
Informes de medios estatales describían como Black Hawk ofrecía "entrenamiento" en actividades piratas, que es un eufemismo para vender software dañino. Xinhua indicó que el sitio ayudó a diseminar un virus informático en 2007 que causó pánico en computadoras privadas y públicas en la ciudad de Macheng, en la provincia central de Hubei.
La oficina del fiscal de Macheng, en una declaración, identificó a dos hombres, arrestados formalmente por el caso el 31 de diciembre, como Li Qiang, de 29 años, y Zhang Lei, de 28 años, como los fundadores de Black Hawk Safety Net. Los acusados no pudieron ser ubicados para realizar comentarios. Un hombre que atendió el teléfono en una oficina de Black Hawk en la ciudad de Xuchang, provincia de Henan, indicó que sus servidores habían sido desconectados y que no podía dar más detalles.
Hackers chinos describieron la operación de Black Hawk, que también incluía el sitio 3800hk.com, como importante, pero sólo uno entre los muchos en Internet. Afirman que cada vez más programas diseñados para vulnerar computadoras conectadas a Internet, conocidas como herramientas de hacker, están disponibles en páginas Web en chino ubicadas fuera del país.
Sin embargo, determinar el origen de los ataques en Internet es difícil. Mientras Google sostuvo que los intentos de pirateo que sufrió se originaron en China, por ejemplo, expertos externos afirman que de hecho fueron rastreados hasta servidores en Taiwán, que los hackers chinos podrían haber usado para cubrirse.