Cepo, inflación y crecimiento: las proyecciones del programa económico del Gobierno, según Dal Poggetto y Marengo
Cuándo y cómo desarmar el cepo, la evolución del tipo de cambio, qué sectores podrían impulsar la recuperación de la economía, el balance del Banco Central y la competitividad de la Argentina fueron algunos de los temas analizados por Marina Dal Poggetto y Fernando Marengo.
Según la directora de Eco Go, el plan económico del Gobierno presenta “componentes bastante heterodoxos”, más allá de “la construcción de narrativa” ultra liberal planteada desde la campaña, en referencia a decisiones económicas como el aumento del impuesto PAIS sobre las importaciones o el mantenimiento de cuotas de acceso a dólares para las importaciones.
“Por motivos fiscales”, sostuvo Dal Poggetto, Milei mantuvo en sus primeros meses de gestión un esquema que tuvo cerrada la economía. Al mismo tiempo, planteó que el “objetivo prioritario fue recapitalizar el balance del Banco Central”, con una serie de decisiones que incluyó mantener el cepo cambiario, prescindir de la emisión monetaria para financiar al Tesoro, la baja en las tasas de interés para reducir la expansión de los pasivos remunerados del BCRA o la emisión del Bopreal para avanzar sobre la deuda comercial del sector privado.
En ese punto, destacó que el BCRA logró recomponer reservas y redujo su patrimonio neto negativo de los US$11.000 millones heredados de la gestión anterior a alrededor de US$2800 millones.
No obstante, también identificó que más allá de las medidas iniciales, existen limitaciones y problemas no resueltos, como el cepo, la dinámica cambiaria y la suba de precios. “Este esquema puede bajar la tasa de inflación bastante rápido, pero te lleva a los niveles que traía (Sergio) Massa cuando llegó. Recuperó las reservas que él gastó para financiar la campaña, los pesos emitidos en la campaña se están achicando y la inflación, que pasó de 12% a 25% con la devaluación, empieza a bajar, pero a lo anterior. Si esto sale bien, podría volver a niveles de principios de 2023″, advirtió.
“En algún momento tenés que ir a un programa monetario. El ancla monetaria no se puede extender, porque el crawling peg al 2% para siempre no funciona. Y en ese plan tenés que tener un programa fiscal, y ahí es donde se da la discusión sobre la consistencia fiscal. Hoy está basada en una recontramega licuación del gasto que no se sostiene, ni en términos políticos ni en términos sociales”, planteó Dal Poggetto, al analizar los números fiscales y la caída de rubros como las jubilaciones.
En síntesis, planteó, el Gobierno “está saneando el balance del BCRA con controles de capitales, a costa de una mega recesión”, capitalizando que “políticamente se sostiene” la imagen de Milei. “Todo lo que parecía que podía pasar, no está pasando”, dijo, en referencia a la gobernabilidad y las dudas sobre la tolerancia de la sociedad al ajuste y la conflictividad en la calle.
“La Argentina tiene que resolver sus problemas de productividad sistémica y la consolidación fiscal, que no puede estar basado solamente en la licuación del gasto”, precisó, y se refirió a la necesidad de que el país concrete “reformas estructurales” aprobadas por el Congreso para mejorar esa cuestión. En ese punto, calificó de un “error” el dictado del DNU y el envío de la ley bases “sin estrategia y orden”, que implicó frenos en la Justicia y un revés legislativo.
“Lo que hubiera sido un traspié político en cualquier contexto, de alguna manera Milei lo convierte en una contraofensiva y en su estrategia de fricciones en términos narrativos que sostienen la historia. Pero en el fondo pareciera que es más pragmático”, agregó.
Fernando Marengo elogió el enfoque del Gobierno en avanzar sobre la cuestión fiscal como el primer paso en su programa. “Creo que eligió correctamente las dos anclas que hay que elegir: el ajuste fiscal y la estabilización del tipo de cambio”, dijo el analista, chief economist de Black Toro.
“En 50 años, la Argentina tuvo casi de manera permanente déficit, y cuando eso ocurre, hay necesidades de financiamiento, y terminás en crisis de deuda o, si se emiten pesos, en una crisis inflacionaria”, sintetizó Marengo, al advertir que el país está entre los seis con mayor inflación “en los últimos 40 años”.
Según el economista, “el problema de fondo que nunca se atacó” en la Argentina es el desequilibrio fiscal, y advirtió por los conflictos derivados del programa del Gobierno. “Para hacerlo, hay que subir ingresos y bajar el gasto. Si se aumenta el ingreso, el que paga ingresos se queja, y si se baja el gasto, reclaman los afectados, y es inevitable. Pero lo que era inevitable era empezar con el ajuste”, agregó.
Al analizar la dinámica cambiaria, sostuvo que la decisión del Gobierno de mantener el tipo de cambio luego de la devaluación es un punto positivo que facilita la baja de la inflación. “En la Argentina pensamos todo en términos del dólar, si vemos la evolución de lo que pasó en la historia reciente, el tenedor de pesos siempre fue estafado y nadie tiene ahorros en pesos, entonces cuando se mueve el tipo de cambio, ajustan sus precios el exportador, el importador y el peluquero también, porque no quiere perder ingresos”, resumió.
En ese sentido, advirtió que el Gobierno debería evitar una nueva devaluación. “Cada vez que movemos el tipo de cambio, más temprano que tarde eso pasa a los precios. Por eso, un programa de estabilización tiene que tener estabilidad en el tipo de cambio”, completó, y describió que la licuación, las licitaciones de deuda o la emisión del Bopreal permitieron “secar de pesos” la plaza.
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