Caterpillar se dedica a recortar costos y modera sus aspiraciones
Cuando Doug Oberhelman asumió la presidencia ejecutiva de Caterpillar Inc., en julio de 2010, una de sus preocupaciones era que la compañía y sus proveedores no fueran capaces de incrementar la producción con la suficiente rapidez para abastecer la demanda.
Ahora, la gran pregunta es si el mayor fabricante del mundo de equipos de construcción y minería puede recortar costos al ritmo necesario.
Caterpillar anunció el miércoles una caída de 44% en su ganancia del tercer trimestre, debido principalmente a que los recortes de costos de las mineras han reducido sus ventas.
"Tenemos a todos aquí en un frenesí de ahorro", dijo Oberhelman durante una conferencia con analistas. El ejecutivo agregó que el pago de incentivos estaba cayendo, miles de puestos habían sido temporalmente eliminados y se contemplan nuevas reducciones de costos "estructurales" a largo plazo.
Oberhelman no hizo referencia a su propia remuneración, que se ha convertido en un tema candente en los últimos dos años, a medida que la compañía ha presionado a algunos empleados a aceptar congelamientos de salarios y reducciones en las prestaciones sociales mientras que su paquete total de compensación saltó a US$22,4 millones en 2012, frente a US$16,9 millones en 2011 y US$10,6 millones en 2010. Un vocero de Caterpillar dijo que el presidente ejecutivo no estaba disponible para hacer comentarios al respecto, pero que su remuneración en efectivo será "significativamente reducida" este año.
Caterpillar se ha visto repetidamente forzada a moderar sus expectativas para este año, conforme el bajón de la minería resultó ser más grave de lo anticipado. Oberhelman aumentó la exposición de la compañía a la minería en 2011 con la compra por US$8.800 millones de Bucyrus International Inc., un fabricante de grandes excavadoras para sacar mineral de hierro. Muchos analistas sostienen que Caterpillar pagó un precio excesivo por Bucyrus ya que hizo la adquisición durante el auge de la minería.
Durante la conferencia telefónica con los inversionistas, Oberhelman reconoció que no había señales de una pronta recuperación del sector. "Cualquier expansión en el corto plazo está muerta; se ha acabado; no va a suceder", sentenció.
Caterpillar proyecta ventas de aproximadamente US$55.000 millones en 2013, un descenso frente a los casi US$66.000 millones del año pasado.
Oberhelman, de 60 años, asumió un alto perfil en los últimos tres años, defendiendo acuerdos de libre comercio y el aumento del gasto fiscal en carreteras, puertos y otros proyectos de infraestructura, lo que impulsaría la demanda de las grandes máquinas amarillas de Caterpillar.
Al igual que la mayoría de ejecutivos de mayor rango de Caterpillar, Oberhelman lleva muchos años en la empresa. Hijo de un agente de ventas de equipos de John Deere, estudió finanzas en la Universidad de Millikin, en Illinois, antes de unirse a Caterpillar hace 38 años.
Dos meses después de tomar las riendas de la compañía, Oberhelman hizo osadas promesas. "Nuestro objetivo principal para los accionistas es entregar retornos totales a lo largo del ciclo de negocios en el 25% superior del S&P 500", les dijo a inversionistas en agosto de 2010. Desde entonces, el retorno total de Caterpillar ha sido de 60,2%, según FactSet, lo que la coloca en el puesto 325 entre los 486 miembros que han formado parte del índice durante ese período. Un vocero de Caterpillar indicó que tal meta era "algo a lo que aspirábamos en un plazo de tiempo" y subrayó que los retornos recientes han sido perjudicados por "una caída muy honda" en las ventas de equipos mineros.
Durante esa misma reunión de 2010, Oberhelman también prometió conquistar el mercado chino. "Vamos a jugar al ataque y vamos a ganar", aseveró.
China, que representa en torno a la mitad de la demanda global de maquinaria de construcción, ha resultado más compleja de lo esperado. Rivales locales inundaron el mercado con equipos más baratos. Las ventas de Caterpillar en China representan aproximadamente 6% del total global del fabricante. De todos modos, Oberhelman manifestó que la compañía ha tenido un buen desempeño en China. Las ventas del tercer trimestre en el país saltaron 30%, para ubicarse en US$800 millones, frente al mismo período del año anterior y Caterpillar ganó participación de mercado en la categoría de productos más importante: las excavadoras.
Para recortar los costos, Caterpillar ha reducido la plantilla global a 137.104 empleados, 9% menos que hace un año. El gasto de capital este año estará por debajo de los US$3.000 millones, en comparación con los US$3.400 millones de 2012. Las teleconferencias están reemplazando algunos viajes de negocios.
Caterpillar indicó que está considerando la "racionalización" de instalaciones más pequeñas, nuevos recortes de personal y la consolidación de las funciones de gestión. La compañía registró una ganancia neta de US$946 millones en el tercer trimestre, frente a US$1.700 millones de un año antes. Las ventas, incluyendo los ingresos por financiamiento, cayeron 18% a US$13.420 millones.
Oberhelman cree que el panorama de largo plazo de los equipos mineros sigue siendo positivo. "El mundo crecerá; China no se descarrilará", aseguró. "En algún momento, eso nos favorecerá".